Un escalador accidentado en el Naranjo de Bulnes a quien el Principado de Asturias reclamaba casi 6.000 euros por su rescate. Este es uno de los últimos casos mediáticos que ha reabierto el debate sobre el cobro de las labores de socorro en la montaña. José María Nasarre es profesor de Derecho de la Universidad de Zaragoza y miembro de la junta directiva de la FEDME. Aprovechamos su visita a la Librería Desnivel para hablar del entramado legal que afecta a las actividades de montaña.
¿Cuál es la situación actual respecto al cobro de rescates?
En este momento, la mitad de las comunidades autónomas tienen regulación del cobro de rescates pero también es cierto que prácticamente no la utilizan. Hay muy pocos casos en los que se atreven a cobrar, aunque la regulación existe. Yo desde el principio estuve en contra, por lo que no puedo decir nada a favor, y si alguien quiere plantear el cobro de los rescates en la montaña tendrá que ser, pienso, hablando en general sobre todo el cobro de los rescates.
En el mismo paquete tendremos que meter a los del mar, a los de las carreteras, a los de las ciudades, incendios… Si queremos abrimos el cobro general por todo este tipo de actividades, pero solo identificar a los que se accidentan en la montaña como los que tienen que pagar no me parece bien. Únicamente puede ser fruto de la ignorancia de quien hace la regulación. Si se les argumenta tres o cuatro cosas todos ellos entran en razón.
«Hay que hacer es socorrer lo antes posible para que el accidente no crezca»
¿Cuáles son esos argumentos contra el cobro en la montaña?
Primero, no está probado que haya ninguna bajada del número de accidentes. Segundo, si una persona que se ha accidentado levemente es socorrida por un helicóptero que se la lleva, eso tiene un coste equis. En cambio, si esa persona sabe que le van a cobrar el rescate, puede intentar seguir por sus propios medios y accidentarse gravemente, lo que quiere decir que nos va a costar muchísimo más a todos por posibles operaciones, pensiones, indemnizaciones… Lo que hay que hacer es socorrer lo antes posible para que el accidente no crezca.
Es un derecho que además pagamos los españoles. Por ejemplo, cuando a alguien le operan por una cogida de un toro en San Fermín, no le dicen que le van a cobrar la operación porque se ponía en una actividad de riesgo, o a un fumador tampoco le dicen que le van a cobrar porque los años que lleva fumando han hecho que tenga un mayor riesgo. No podemos cobrar los rescates salvo que abramos completamente la discusión sobre qué es lo que se cobra y lo que no a efectos sanitarios y de rescate.
¿Hay alguna otra actividad que también esté en el punto de mira?
Es cierto también que algunas comunidades autónomas que han legislado sobre el cobro de rescates no se centran solo en el montañismo sino que también se refieren a otras actividades como las realizadas en el mar, en ríos o en el aire. Es verdad que se hace un conjunto, pero siempre sobre este tipo de disciplinas, no con otras.
«No hay que obsesionarse con la responsabilidad civil, para eso están los seguros»
Otro tema recurrente es el de la responsabilidad civil, que ahora está mucho más presente que hace unos años.
Estamos en 2017 y podemos añorar el pasado y decir lo bonito que era 1960, pero las cosas ahora son así: todo aquel que asume la dirección de un grupo en la montaña tiene asumir la responsabilidad que lleva dirigir a los demás. Ahí nos movemos en la frontera con el hecho de que toda persona que realice una actividad en la montaña asume un riesgo. Sin embargo, desde una famosa sentencia en el País Vasco sobre un caso de escalada, sabemos que hay casos en los que es importante el que dirige la actividad, el que la ha organizado o el que está enseñando a otro, por ejemplo. Si se tiene un accidente siguiendo a alguien habrá caso de responsabilidad civil, aunque tampoco hay que preocuparse demasiado porque para eso están los seguros.
¿Estos casos pueden cambiar la forma de proceder de los clubes de montaña?
Los clubes de montaña no tienen que asustarse. Tienen que hacer lo mismo que venían haciendo, es decir, extremar las precauciones y las prevenciones y, al mismo tiempo, tener un seguro. Si el que dirige la actividad tiene un seguro y lo ha hecho todo convenientemente, lo peor que podría ocurrir es que hubiera una responsabilidad civil, y entonces el seguro lo pagaría. Los clubes no tendrían por qué temer. Tal vez sería más difícil convencer a alguien de que lleve menores porque es verdad que en los mayores hay una parte de responsabilidad que pesa sobre ellos mismos, pero en los menores la responsabilidad va a pesar siempre sobre aquel que lleva el grupo.
¿Hay cada vez más demandas y casos que necesiten abogado?
Hace unos años las demandas de responsabilidad crecían, pero ahora no. Estamos en un número más o menos fijo. Un club de montaña debería poder demostrar que tiene un plan de prevención, que ha informado correctamente e incluso que el que realiza la actividad ha firmado un consentimiento a determinadas circunstancias que le han planteado antes de empezar. Por tanto, si el club lo hiciese todo de esa manera, en caso de que hubiese reclamación, sería fácil demostrar que ha actuado como se espera en ese caso concreto, que es lo que dice el Tribunal Supremo.
«El que tiene una tarjeta federativa muy barata tiene un seguro que no le cubre demasiado bien»
¿El seguro de la Federación cubriría cualquier situación de este tipo?
En principio, sí. Los seguros federativos los negocian las federaciones autonómicas y por tanto cada una puede negociar uno diferente. Además, a veces tienen algunos tipos de tarjetas federativas con diferentes seguros, con lo cual no podemos saber si las cubren o no. Sabemos que hay algunos que sí lo hacen, otros que no… y no es difícil darse cuenta de cuáles son, pues van a la baja en el precio. El que tiene una tarjeta federativa muy barata que piense que tiene un seguro que no le cubre demasiado bien.
¿Qué es lo que debe cubrir un buen seguro?
En el caso de responsabilidad civil, lo deseable sería un seguro como el que contemplan las regulaciones de turismo activo de varias comunidades autónomas, que es uno de 600.000 euros. Con eso uno estaría cubierto, en principio, de todo salvo de accidentes múltiples, pero es muy difícil que haya una indemnización superior a esa. Algunos tienen un seguro con una cobertura de 600.000 euros y tienen por víctima de 150.000. Ahí ya se arriesgan un poco más porque puede haber alguien que quede con una paraplejia o tetraplejia a consecuencia de un accidente y pueda tener al final derecho a una indemnización mayor. Pero un seguro de 600.000 euros está muy bien.
Buff, q tenemos la piel muy sensible… Y mira q ya había dicho q no era mi intención ofender. Perdona si ha sido así. He afirmado «CREO QUE no has rescatado a mucha gente». No q no hayas rescatado a nadie. Me disculpo si me he equivocado. Y ya q hablamos de cantidad de rescates, ¿eres/has sido profesional del rescate?. ¿Cuantos has hecho?.
He rescatado en invernales, en pared y en espelología más gente de lo que te puedas imaginar, pero a alguien como tú… yo le cobraba el doble. Al resto seguiría sin cobrar. Listillo, que no sabes ni con quien hablas, a paseo demagogo.
Por tanto, podemos debatir sobre si los rescates deberían ser gratuitos o no (al menos en nuestro Estado), o en que casos deberían cobrarse, ya fuera en montaña o fuera de ella. Pero que para salir a escalar, hacer alpinismo, barrancos, espele, BTT, esquí… Deberíamos estar federados y disponer de un seguro q cubra, entre otras, la RC, Esto está fuera de toda duda.
Sin ánimo de ofender, Buff, pero creo q no has rescatado a mucha gente y no sabes muy bien como funcionan los rescates en montaña. Ni lo q te llegas a encontrar… En muchos países muy «avanzados», como no tengas un seguro que te cubra, vas a pagar el rescate esté justificado o no. Y deberíamos tener ya clarito que para hacer según que cosas es recomendable tener una RC. ¿O te gustaría que alguien, por imprudencia, te dejara parapléjico y fuera insolvente?. Porqué casos de estos también hay…
No te alteres, Buff. Lo que pasa es que tú estás hablando del caso concreto que abre esta notícia, y la diversidad causística del problema es mucho mayor. El modelo que planteas («me hecho daño = tengo derecho a rescate gratis»), pues eso, es terriblemente simplista. Sobre el caso del Picu no puedo opinar porqué me falta información. Que opinen otros. Pero sobre rescates en general y otros casos concretos, llevamos unos tiros pegados… Y la cosa no es tan sencilla, como apuntaba Toni Alegre…
Quizás lo más justo sería intentar (socialmente hablando) investigar más intensamente cada accidente, sea del tipo que sea (montaña, tráfico, escalada,…) al fin y al cabo nadie debería de pagar por las imprudencias de otr@s. Fijaris como las compañias de seguro si lo hacen (investigar) cuando tienen que soltar las pasta y puede bastar con que no lleves puesto el casco, el cinturon de seguridad.., para que no asuman ‘responsabilidad
No hay nada más ruín que aprovecharse de un necesitado, que no elige el servicio de rescate por gusto, sino por su vida. Eso sí, gratis es para todos los demagogos de salón, pero no para los deportistas en montaña.