Lo primero que se viene a la cabeza cuando se escucha la palabra Gorbeia es la cima de una de las montañas más altas y queridas del País Vasco. Pero esta es solo la parte más visible de un espectacular territorio que comparten las provincias de Bizkaia y Álava y que es un compendio de todas las señas de identidad de la cultura vasca: naturaleza, patrimonio, tradición, gastronomía, historia y mitología.
El Parque natural más extenso
Cualquier momento del año es bueno para visitar Gorbeia, “El corazón verde de Euskadi”, como reza el eslogan que desde hace una década repiten con una sola voz la Asociación de Desarrollo Rural Gorbeialde, de Bizkaia, y la alavesa Cuadrilla de Gorbeialdea para impulsar conjuntamente Gorbeia como un destino turístico de primer nivel que se apoya en el excepcional Parque Natural de Gorbeia, el más extenso de Euskadi.
Más del setenta por ciento de la superficie del parque está ocupada por hayedos, robledales, pinares y pastos en los que viven libres especies autóctonas como caballos pottokas, ovejas latxas, vacas terreñas y pirenaicas, o cabras azpigorri.
Cabe destacar también la presencia de especies catalogadas como amenazadas en el País Vasco como la nutria, el desmán del Pirineo, la lavandera cascadeña o el mirlo acuático. Salpican las praderas de Parque innumerables txabolas y majadas como reflejo de una importante tradición pastoril; aunque también es posible toparse con ferrerías y caseríos de arquitectura rural típica.
A pie y a pedales
El Parque y el territorio circundante cuenta con una tupida red de senderos que permite descubrir los bellos parajes de este espacio protegido, observar su flora y su fauna y, también, apreciar las tradiciones y la cultura de los seres humanos que habitaron y habitan este territorio.
Hay que señalar que algunas de estas rutas se pueden hacer en bicicleta. Todas ellas se encuentran perfectamente descritas y están disponibles en la web oficial de Gorbeia. A un tiro de piedra, y prácticamente unido a Gorbeia, perteneciente al destino en los municipios de Aramio (en Oleta) y Otxandio, está el Parque Natural de Urkiola, el primero de Euskadi cronológicamente hablando.
El contraste entre bosques de abedules y sus agrestes cumbres calizas dibujan un lugar de gran belleza e interés geográfico y paisajístico. Anboto es la cumbre más alta del parque. En su impresionante pared vertical del lado norte se alberga la cueva de Mari, morada de La Dama de Anboto, personificación de la tierra y reina de todos los genios.
Las otras piedras
Alrededor de los parques naturales de Gorbeia y Urkiola se ubica una veintena de municipios que han vivido –y viven– en armonía con el medio natural y que conservan con mimo y orgullo su patrimonio y sus tradiciones, que tienen en la lengua euskera su máxima representación.
Numerosos museos trabajan para mantener vivas las tradiciones y oficios de antaño. Por otra parte, el origen medieval de muchas de las villas de Gorbeia hace que sea todo un lujo pasear por las calles empedradas de sus barrios históricos, verdaderas joyas del patrimonio cultural vasco.
Es tal su valor que varios de ellos, Aramaio y Legutio en Álava y Areatza y Otxandio en Bizkaia, han sido declarados “conjunto monumental”. La calidad paisajista y la significación cultural y afectiva que Gorbeia tiene para el pueblo vasco ha hecho que este se haya convertido en uno de los lugares preferidos para dejar atrás el estrés y olvidarse del ajetreo de la ciudad caminando, montando en bicicleta, visitando alguno de los monumentos y rincones mágicos que salpican el territorio o, sencillamente, paseando por las calles cargadas de historia y sabor local de sus pueblos antes de sentarse a degustar una ración de queso Idiazabal o de embutido con un vaso de fresco txacolí, chispeante sidra o cerveza artesanal; y para el público infantil, una rebanada de pan con miel de Gorbeia, un zumo natural de manzana o arándanos y un pastel vasco para rematar.

Los viejos oficios siguen estando presentes en la actividad cotidiana de los pueblos de Gorbeia. Las piezasde alfarería y madera, productos de Eguzkilore, cosmética natural y arte textil son objetos tradicionales que siguen siendo comunes en los caseríos. En clave sostenible, con mucho potencial y sin más ruido de fondoque el de los árboles mecidos por el viento, el canto de los pájaros o el murmullo de los arroyos, Gorbeia espera a quienes quieran oír latir el corazón verde de Euskadi.
10 de 10
Por mucho que se visite el territorio de Gorbeia siempre habrá algo que quedará “colgando” para la próxima vez. Para dar pistas a las personas que viajan y llegan por primera o enésima vez al Corazón Verde de Euskadi, he aquí algunas sugerencias que con toda justicia recibirían un sobresaliente en cualquier examen.
1 EL MAR INTERIOR
En Gorbeia hay tres embalses que son valiosos enclaves naturales e importantes centros recreativos y deportivos. El mayor de ellos es el de UllíbarriGamboa, declarado Humedal Ramsar de Importancia Internacional y lugar de Importancia Comunitaria y Paisaje Sobresaliente. Es un auténtico mar interior que tiene hasta una playa con bandera azul y un sendero para caminantes y cicloturistas que lo rodea completamente. El embalse es un referente de primer orden en actividades lúdicas y deportivas como el piragüismo, el windsurf y la pesca. El embalse de Urrunaga es hábitat de numerosas aves y especies acuáticas que comparten espacio con las áreas recreativas de Sorgimendi y Zabalain, donde también se practican deportes náuticos en verano. El más pequeño de los tres el de Albina, paraíso para amantes de la pesca, con una red de senderos de cuatro kilómetros que hace las delicias de caminantes.
2 HUMEDAL DE SALDROPO
En Zeanuri, a los pies de las peñas de Atxuri, está Saldropo, tres hectáreas de humedal de alto valor ecológico que alberga un ecosistema con vegetación y especies ligadas al agua. Saldropo se asienta sobre una antigua turbera, explotada hasta la segunda mitad del siglo XX. Saldropo ofrece espectaculares vistas del macizo del Gorbeia, y posee un precioso bosque de cipreses y alerces, coloridas mariposas, libélulas, caballitos del diablo… La mejor forma de conocerlo es recorrer la ruta circular que comienza en el aparcamiento.
3 SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE ORO
El Santuario de Nuestra Señora de Oro, en Zuia se asienta en una atalaya desde la que se domina el macizo de Gorbeia en pleno. La imponente construcción, en sus orígenes templo románico y más tarde gótico, tiene un profundo arraigo en Araba y Bizkaia por su extraordinario valor natural y cultural. El santuario no es solo visitado por creyentes y amantes del arte, también por escaladores, ya que la gran peña sobre la que se asienta el edificio es una reconocida escuela de escalada. Muy cerca se encuentra el Castro de las Peñas de Oro, que data del siglo IX a. C.
4 GORBEIA OCULTA
Gorbeia también posee paisaje bajo tierra. En su subsuelo se encuentran algunas de las cuevas más representativas de la región, entre ellas la de Baltzola, en el Parque Natural de Urkiola, y la de Mairuelegorreta, en el de Gorbeia. La primera, también conocida como morada de Sugoi, el marido de la mitológica Mari La Dama de Anboto, es un “ojo” natural que hace de entrada lateral a una cueva muy conocida por sus vías de escalada. La cueva de Mairuelegorreta, en Zigoitia, es un bellísimo laberinto de doce kilómetros de desarrollo, lo que la convierten en uno de los mejores lugares de Euskadi para la práctica de espeleología. Naturalmente, Mairuelegorreta no está exenta de leyenda, pues se considera una de las moradas de La Dama de Anboto. La cueva es visitable con guía.

5 CASCADA DE GOIURI
Cuenta la leyenda que el hechizo de una lamia (un ser mitológico de género femenino que vive en cuevas y ríos) convirtió en cascada a un pastor llamado Urjauzi (palabra que significa cascada en euskera) por haberle robado su espejo mágico. Aquel pastor es la cascada de Goiuri o Gujuli que forma el río Oiardo al precipitarse al vacío desde un escarpe calizo de más de cien metros de altura, creando un espectáculo sorprendente. Impresiona el contraste entre sus laderas: una, erosionada y rematada de quejigos; la otra, húmeda y sombría, cubierta por frondosas hayas que son la antesala de uno de los bosques más extensos de Euskadi. La cascada cuenta con un balcón acondicionado que permite disfrutar del espectáculo con seguridad. La mejor época para visitarla es primavera y otoño puesto que en verano apenas tiene caudal.
6 MACIZO DE ITZINA
Inhóspito y salvaje, el macizo de Itzina, corazón del Parque Natural de Gorbeia, alberga algunos de los mayores tesoros naturales del espacio protegido, como hayas centenarias y multitud de especies de musgo. Su impresionante cresta caliza acoge varias cimas de más de mil metros de altitud, como Peña Lekanda, Gorosteta, Ipergorta, Altipitatz y Askorrigane. Otro de sus mayores tesoros se encuentra en el subsuelo en forma de cuevas, simas y ríos subterráneos. La caverna más conocida es Supelegor. En su espectacular pórtico, las noches de tormenta, Mari, La Dama de Anboto, se reunía con lamias y sorgiñas. La forma más fácil de acceder al interior de Itzina es por el «Ojo de Atxulaur», un gran agujero labrado en la pared. Debido a la ausencia de caminos, solo es recomendable adentrarse en compañía de personas que conozcan bien el terreno.
7 HAYEDOS MÁGICOS
Los hayedos son, sin duda, uno de los protagonistas estelares del paisaje de Gorbeia. Los más sobresalientes son los hayedos del monte Albertia, en Legutio, de Altube, en Zuia, de Izartza, en Orozko, de Presazelai, en Otxandio, y el hayedo de Otzarreta, en Zeanuri. Tradicionalmente, en Gorbeia se podaban las ramas de las hayas a una altura de unos dos o tres metros para carbonear. Con el paso de los años y las podas, los árboles adoptaban un aspecto de candelabro dando lugar a un paisaje diferente. En algunos de los hayedos aún son visibles las plataformas de piedra donde se construían las carboneras, y los caminos carreteros por donde se transportaba el carbón son hoy las sendas por donde caminan los excursionistas.
8 DE MUSEOS
Ir de museos puede sonar aburrido, pero no es este el caso. La visita a los museos etnográficos y de oficios tradicionales de Gorbeia forma parte de la agenda de una visita. Totalmente recomendable es ir al Museo de Alfarería Vasca, instalado en una antigua ollería rehabilitada y abierta al público desde 1993, año en la que fue incluida en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco. El Museo Antzasti de la Casa Vasca es otro de los sitios que no hay que dejar de visitar. Por medio de un viaje simbólico en el tranvía de Arratia se visitan dos mundos contemporáneos pero bien distintos, uno perteneciente al tradicional caserío vasco y otro a la modernidad del Bilbao industrial.
9 EN LA COCINA Y EL MERCADO
Turistas deportivos, de naturaleza, culturales… todos tienen algo en común: que tienen que comer, y Gorbeia tampoco en eso defrauda. Los mercados del territorio se abastecen de productos kilómetro cero: verduras y hortalizas, carnes, quesos, huevos, panes y dulces, miel, mermelada… unos productos que abastecen a los restaurantes de Gorbeia, mucho de los cuales son miembros del Euskadi Gastronomika, un club que tiene como fin deleitar con las mejores experiencias, la mejor oferta gastronómica y un servicio de calidad.
10
CIMA DEL GORBEIA La subida a la cúspide de Gorbeia, adornada con una gran cruz metálica que es visible desde muchos kilómetros a la redonda, es la actividad excursionista estrella del territorio, y es repetida todos los años por miles de caminantes de dentro y fuera de Euskadi. Se ha convertido en una tradición subirlo el 31 de diciembre y el 1 de enero. La ascensión se puede abordar desde diferentes puntos, si bien las rutas más habituales parten de Pagomakurre, en la parte vizcaína, y Zárate, en la alavesa. Antes de iniciar la ascensión es muy interesante visitar el Centro de Interpretación de Areatza (tel:946 739 279) o el de Sarria (tel:945 430 709) donde se ofrece una valiosa información de la montaña en todos sus niveles altitudinales.
+
información en https://www.gorbeiaeuskadi.com/