El pasado 4 de marzo, la cántabra Raquel García comenzó el reto de convertirse en la primera mujer española en recorrer a pie el Himalaya siguiendo el itinerario del Great Himalaya Trail. A sus 44 años, intentará recorrer los 1700 kilómetros que tiene esta ruta con un objetivo no sólo deportivo sino también social, cultural y solidario.
Aunque muchos no entienden por qué una pintora desearía irse a Nepal para alcanzar esta meta, para ella todo está simplemente conectado. Las montañas son parte de su inspiración y como buena cántabra “montañesa” lleva la aventura en su sangre. Además, siempre ha practicado trekking, senderismo, escalada y otros deportes.
En víspera su partida hacia Kathmandú decidimos entrevistarla para conocer con más detalle los retos, la logística del viaje y su significado social y cultural.
Intentar el Great Himalaya Trail (GTH) es sin duda un reto deportivo de primera categoría, pero nos consta que son bastantes las personas que lo emprenden todos los años, ¿qué convierte en especial tu viaje?
Lo que lo convierte en especial este proyecto es la importancia que quiero dar a la mujer porteadora sherpa. Cuando escuchamos la palabra sherpa sólo se nos viene a la mente la imagen de un hombre cuando en realidad las mujeres allí portean todas en su vida diaria, en sus labores domésticas.
1700 km a lo largo del Himalaya cruzando collados a más de 5000 metros… ¿Es la primera vez que atacas una empresa de esta categoría?
Sí, es la primera vez. Pero lo que voy hacer yo es el Cultural Trail el que hace el recorrido a la par del GHT, pero por la parte baja donde están las aldeas.
A grandes rasgos, ¿cómo es la logística del viaje? ¿Llevas una planificación cerrada o vas más con la idea de que el viaje fluya?
Las etapas van a ser flexibles. Estarán abiertas a modificaciones. Dependerá del ritmo que se lleve. La logística la llevo contratada con la agencia nepalí de mi amigo Shaligram. Para mí ha sido un acierto encontrarle ya que habla español y esto me ha facilitado mucho las cosas.
Sabemos que conoces a Javier Campos (Javier recorrió en 2012 el GHT durante 83 días. Fue la primera persona en cruzarlo en invierno, y además en solitario). ¿Fue él quien te metió en el cuerpo la idea de hacer el GHT?
Javier Campos es el que «parió» este pedazo de proyecto. Un día me preguntó que si me veía apta para realizarlo y creo que tarde segundos en contestar un «SÍ». Él ha sido mi mentor a la hora de preparar un proyecto de estas dimensiones. Y le doy las gracias. Ha sido un gran apoyo para mí.
¿Sabes si alguna otra española ha intentado hacer el GHT?
Que yo sepa ninguna.
¿Qué pesa más en tu propósito: las vivencias, el intercambio cultural, el conocimiento… o ser la primera española en hacerlo?
Creo que en todas las entrevistas que he realizado he dicho lo mismo y sigo diciéndolo. Está claro que esto es un reto deportivo, pero a nivel personal para mí es un reto social, cultural, educativo, solidario y eso prima antes que intentar ser la primera mujer española en realizarlo. No tengo ninguna duda sobre eso, no me interesan los títulos, pero sí las experiencias.
Una de las frases que más utilizo para definir en pocas palabras mis sentimientos hacia este proyecto es que voy a ir con un mochila cargada de cosas materiales y la que voy a traer va a venir llena de vivencias, experiencia, pero sobre todo aprendizaje. Iré con el disco duro (mi mente) vació y allí lo llenaré.
Cuéntanos, qué tres cosas son las que más te asustan de una empresa como esta, si es que las hay, naturalmente, y también los obstáculos que has encontrado en esta primera parte de tu aventura.
Lo que más me asusta podría ser no terminar la travesía, pero sólo intentarlo creo que ya es un punto a favor, no solo mío sino de cualquier persona que se enfrente a un reto, a algo que nunca antes ha realizado. Así que te diré que lo que más me asusta es que ese país y sus gentes me enganchen tanto que no quiera volver…
Llevo un año preparando esto y mi primer reto empezó el día que hice una llamada a una empresa para ver si contaba con su colaboración o patrocinio. A lo largo de este año me he encontrado de todo, gente que ni siquiera te respondía y gente entusiasmada cuando me escuchaban explicar de qué trataba. Por suerte esta ha sido la gran mayoría.
Quiero dar las gracias al Gobierno de Cantabria, a la Consejería de Deportes por apoyar este proyecto y a todos mis patrocinadores privados. Mi gran logro hasta ahora han sido, en realidad, dos: el primero es que sin ser una deportista de élite, desconocida en el mundo del deporte, se me ha dado un oportunidad para realizar esta experiencia única. El segundo ha sido conseguir que me acompañe una sherpa gracias a Shaligram, mi agente nepalí.
Confiamos en que termines el GHT… ¿y después? ¿Cómo se va a materializar todas las experiencias vividas con las mujeres sherpas, con las visitas a las escuelas y templos…?
La meta de este reto es poder traer el mejor material visual que podamos, acompañado de testimonios de mujeres porteadoras, de gente de aldeas por donde los trekking comerciales no suelen pasar, de los niños de las las escuelas que visitaremos dejando el material escolar que llevamos.
A la vuelta daré charlas en centros educativos, jornadas de montaña, semanas culturales, proyectaremos el documental, se harán exposiciones itinerantes de fotografía y de pintura y probablemente escriba un libro. En fin, todo lo que sea divulgar difundir este proyecto y esta realidad.
Me parece estupendo que la gente haga lo que le parezca, tanto en el deporte como en cualquier aspecto de la vida. Siempre que no joda la marrana, claro. Ahora bien, estoy ya muy cansado de ver como demasiadas personas se montan "aventuras" particulares, muy respetables, pero para sacar pasta o alimentar su vanidad, o lo que sea, se montan unos supuestos fines benéficos para darle barniz colaborativo. Hecho en falta más discreción y menos circo mediático.
Me parece muy destacable los objetivos deportivos. No tanto el hecho que una mujer blanca, europea, quiera "dar visibilidad" a las mujeres sherpas. Siempre son otras que hablan/se muestran en nombre de ellas