EXPLORANDO

Guardas de toda Europa debaten sobre el futuro de los refugios

Más de doscientas personas, entre guardas de refugios, representantes de federaciones de montaña y técnicos de turismo de diez países europeos, se dieron cita los días 23 y 24 de mayo para participar en el Primer Encuentro Internacional de Guardas de Refugio. Encuesta y foro.

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Refugio del Naranjo de BulnesRefugio del Naranjo de Bulnes

Más de doscientas personas, entre guardas de refugios, representantes de fedraciones de montaña y técnicos de turismo de diez países europeos, se dieron cita los días 23 y 24 de mayo en la localidad francesa de Aussois para participar en el Primer Encuentro Internacional de Guardas de Refugio que ha organizado la ODIT (Observatión, Developpment et Ingenièrie Tourístiques), una institución pública cuyo objetivo es mejorar la competitividad de la oferta turística en el país vecino y que ésta se adapte a las nuevas exigencias del turismo internacional.

Nuestro país estuvo representado por cinco guardas de refugios de Picos de Europa y Pirineos, y por Jordi Torras, presidente de la Asociación Profesional de Refugios y Albergues. Además asistieron Sergio Rivas y Pedro Solana, del comité de refugios de la Federación Aragonesa, y José María Nasarre, representante de la FEDME y autor de «Perfil legal de los refugios de montaña», el único libro que hay en Europa sobre la materia. Nasarre acudió para presentar la ponencia: Los refugios de montaña en España y en Aragón.

La idea que gravitó a lo largo de todo el encuentro,en opinión de José María Nasarre, es hasta qué punto los refugios deben pasar de ser instalaciones dirigidas únicamente a los montañeros a convertirse en establecimientos turísticos. En Francia, el país europeo con más refugios de montañas, estas instalaciones están atravesando una importante crisis pues los ingresos que consiguen no cubren los gastos de mantenimiento y el Club Alpino Francés, propietario de la mayoría de los refugios, no puede costearlo por sí sólo. La regiones francesas están dispuestas a invertir dinero en estas instalaciones, pero sólo si si abren al turismo en general y se incluyen en los planes de dinamización turística.

Refugios españoles

Refugio Diego de MellaRefugio Diego de Mella

En nuestro país hay medio centenar de refugios guardados. La gestión y el estado de cada uno de ellos es muy variado, igual que los propietarios, que pueden ser federaciones territoriales, diputaciones, comunidades autónomas y hasta particulares. Hasta el momento la única actuación sobre estas instalaciones a escala estatal ha sido el Primer Plan de Refugios que se puso en marcha en 1991 con una duración prevista de cuatro años pero que se alargó hasta el 2000 por la complejidad de las obras. El Plan se dotó con nueve millones y medio de euros, que aportaron a partes iguales el Consejo Superior de Deportes y, en diferentes cuantías, las comunidades de Aragón, Cataluña, Asturias, Andalucía y Navarra. Desde entonces, sólo Aragón, a título personal, ha llevado a cabo otros dos planes de refugios, lo que ha colocado a esta comunidad a la cabeza en cuanto a calidad de estas instalaciones.

En el mes de febrero pasado, los presidentes de ocho federaciones de montaña regionales se reunieron para establecer unos principios comunes de cara a solicitar un segundo plan estatal. Este es el primer e imprescindible paso para solicitarlo al Gobierno Central y a las correspondientes Comunidades Autónomas, aunque, como reconocía José María Nasarre, es difícil que uno y otras puedan dedicar dinero a este plan en los tiempos que corren.

Nuestros guardas

Joan Martí guarda dle refugio Lluis EstasenJoan Martí guarda dle refugio Lluis Estasen

El encuentro sirvió también para comparar la profesión entre los diferentes países. Según Pablo Sedano, guarda del refugio Diego de Mella y uno de los que asistieron al encuentro, los guardas españoles no tienen que envidiar a sus colegas del resto de Europa, y no por formación precisamente: «En países como Francia o Suiza si tienen un problema técnico llaman y al día siguiente traen a un operario en helicóptero y lo arreglan. Aquí tenemos que ser albañiles, fontaneros y electricistas para salir adelante», señala Pablo. En España no hay actualmente ninguna formación reglada para guardas de refugio, En el 2007, la Universidad de Zaragoza impartió un curso en el que se diecisiete guardas de toda España obtuvieron la titulación que otorga la Universidad de Toulouse, donde sí se imparte esta formación. Es probable que la universidad aragonesa vuelva a hacer este curso el próximo otoño.

Entrevista a Pablo Sedano. Guarda del refugio Diego de Mella

Pablo SedanoPablo Sedano

Asturiano, de 22 años, Pablo es guarda del refugio de Collado Jermoso desde hace dos temporadas. Este refugio, situado en un lugar espectacular, es el más antiguo de Picos y también el que más problemas de conservación tiene. Pablo es uno de los guardas españoles que participaron en el encuentro y así nos lo cuenta.

El gobierno francés ha promovido este encuentro. Menuda diferencia ¿no?
En Francia los guardas allí son diplomados universitarios por la universidad de Toulouse. En España de momento eso no existe, ha comenzado este curso la que será la primera promoción mediante un convenio con la universidad de Toulouse. Igual sale otra promoción a partir de septiembre en la universidad de Zaragoza con convenio de la universidad de Toulouse.

¿Los guardas españoles están a favor de esta formación?
Claro, estamos muy interesados. En Picos estamos a la expectativa de que salga o no salga para meternos de cabeza en la segunda promoción.

Comparando nuestro refugios y los del resto de Europa, ¿Cómo salimos?
Según lo que hemos visto y lo que nos han mostrado, en cuanto a equipamiento de refugios estamos a bastantes años de ellos. Otra cosa es sobre formación de guardas. Los guardas que estamos aquí aunque no tengamos titulación no tenemos que envidiar nada a los del resto de Europa.

¿Eso es tu visión os lo han comentado otros guardas?
Fue algo que nos dimos cuenta allí hablando con guardas de Francia, de Italia, de Noruega…En otros países, cuando tienen algún problema no se complican la vida y llaman al técnico. Aquí tienes un problema y lo tienes que solucionar tú. Aquí es un poco supervivencia, creo que estamos mejor formados. Para estar aquí como guarda tienes que saber de todo, el refugio es un mundo.

¿Qué pesa más en el papel del guarda la cuestión hostelera o la montaña?
Ninguno de los países lo tiene enfocado desde ese punto de vista. Fíjate que en Noruega la figura del guarda no se conoce. Tienen una red de refugios increíble, bien mantenidos, pero no existe un guarda, tienes una cocina e incluso hay comida. Utilizas el refugio, dejas en una caja el dinero y te vas.

«Estamos a años luz de los refugios europeos»

Julián Morente y Pablo SedanoJulián Morente y Pablo Sedano

Es difícil de imaginar este modelo aquí
Aquí se me hace imposible verlo.

¿Qué habéis sacado del encuentro? 
Pues hemos ido a copiar un poco, a sacar ideas. Siempre aprendes algo y eso está muy bien.

¿Quién ha pagado el viaje y la permanencia?
Nuestro bolsillo.

¿Cómo os enterasteis de este encuentro?
Mediante la red interna de los refugios. A mí me lo pasaron del refugio de Malniu en Cataluña. Hubo gente que no consideraba importante ir y no fue y los que teníamos ganas de ir fuimos.

¿Ha sido positivo o piensas que has perdido un poco el tiempo?
Creo que hay que participar en todo lo que tenga que ver con el gremio, por lo menos de manera presencial. Siempre aprendes algo, y más aquí que estamos a años luz en temas de equipamiento de refugios con respecto a Francia.

¿El refugio que gestionas vive unas circunstancias «especiales»?
Pues sí, bastante especiales por llamarlo de alguna manera. Teniendo en cuenta que es el refugio más antiguo de los Picos de Europa y que desde su inauguración, allá por el 42, sólo se ha hecho alguna reparación de emergencia, pero ninguna reforma de importancia, y que carece de baños para la gente (!y para el guarda!) parece lógico pensar que es hora de que se dé un giro y se acondicione a las necesidades actuales (ojo, no se habla de ampliar). De seguir así es inviable que el refugio siga en pie.

¿Crees que ahora que la parte castellano leonesa del parque nacional tiene su propio director cambiará algo con respecto a vuestras necesidades?
Creo que el parque nacional siempre estuvo repartido, mirando más para unas comunidades que para otras y siempre dejando de lado a la zona leonesa, no hay más que verlo. Espero que con esta repartición cada una tire con más fuerza de su carro pero rigiéndose por una regulación común, pero lo dudo mucho, creo que habrá más facilidad para seguir haciéndose en cada parte del parque lo que se hacía. Si te refieres a las necesidades del refugio peor aún. Aquí el parque nunca ha hecho nada.

LOS REFUGIOS DE  MONTAÑA Y LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE DEPORTES DE MONTAÑA Y ESCALADA
por Jose María Nasarre

El Estado español se encuentra fuertemente descentralizado. Las competencias legislativas en deporte, turismo y medio ambiente corresponden a las diecisiete Comunidades Autónomas.  Los refugios de montaña, por tanto, no van a contar con una regulación uniforme, sino que deben cumplir condiciones diferentes según estén situados en una o en otra división administrativa.

En España, los refugios de montaña se construyeron por clubes y federaciones de montañismo a comienzos del siglo XX.  Asociaciones deportivas como el «Centre Excursionista de Catalunya» en Barcelona, la «Real Sociedad de Alpinismo Peñalara» en Madrid o «Montañeros de Aragón» en Zaragoza impulsaron la construcción de refugios de montaña para facilitar la práctica del montañismo.

También desde la Federación Española de Montañismo (hoy día Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada) se impulsó la construcción de otros refugios en el Pirineo, el Sistema Central, los Picos de Europa y Sierra Nevada.  Sin embargo, la estructura del Estado español, también se trasladó a las federaciones deportivas y en 1988, la FEDME traspasó la gestión de los refugios a las federaciones autonómicas de montañismo. Desde entonces las competencias de la FEDME son de coordinación general y de representación en el convenio de reciprocidad, pero no depende de ella ninguno de los refugios.

En 1991, en el marco de estas función de coordinación, la FEDME impulsó el I Plan Nacional de Refugios de Montaña que pretendía adecuar aquellos refugios que se habían construido hacía varias décadas a las exigencias de calidad, sanitarias y de seguridad de los nuevos tiempos.  El Consejo Superior de Deportes, representando a la administración central del Estado, aportó en Aragón 2.700.000 euros, en Cataluña 1.100.000 euros, en Asturias 360.000 euros, en Andalucía 360.000 euros y en Navarra 180.000 euros.  Aproximadamente la misma cantidad aportaron los gobiernos de cada comunidad autónoma y, en el caso de Aragón, la propia federación de montañismo.

El Plan, previsto para cuatro años, tuvo una duración de diez por las dificultades encontradas en la realización de las obras, pero en el año 2002 las reformas se habían concluido y, junto a algunos nuevos refugios construidos, otros que habían quedado obsoletos cumplían ya las exigencias de calidad del siglo XXI.  Como se dirá más adelante, este Plan ha tenido continuidad en Aragón.

Complementariamente, la FEDME elaboró un modelo de reglamento de funcionamiento de los refugios de montaña que con pequeñas diferencias es el que se aplica hoy en todos los refugios de España.  Así mismo, la FEDME firmó en el año 2001 la “Declaración de Picos de Europa sobre refugios de montaña en parques nacionales”, junto con todos los directores de parques nacionales en  los que había refugios de montaña: Ordesa y Monte Perdido, Picos de Europa, Aiguestortes i Estany Sant Maurici, Teide y Sierra Nevada.  Se trataba de que estos refugios fueran un ejemplo de gestión ambiental pero no ha habido un plan para ponerlo en marcha.  Aunque las comunidades autónomas han invertido en depuración de residuos, la falta de financiación ha hecho imposibles mayores avances.

LOS REFUGIOS DE MONTAÑA EN ARAGÓN

La única Comunidad Autónoma que ha aprobado una regulación específica sobre refugios de montaña es Aragón, mediante el Decreto 84/1995, de 25 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de Ordenación de Albergues y Refugios como alojamientos turísticos.  La decisión de aprobar una reglamentación fue una opción acertada que permitió la adecuación de los refugios a la realidad socioeconómica actual.  Las demás Comunidades Autónomas no disponen de regulación para los refugios pero se aplican las normas generales de sanidad, prevención de incendios o protección de los consumidores y usuarios.

El Decreto de Aragón atribuye la condición de alojamiento turístico a los albergues y refugios de montaña, pero deja fuera de la regulación los refugios no guardados.  Los albergues se caracterizan por el alojamiento en habitaciones de capacidad múltiple en municipios con menos de cinco mil habitantes.  Para que un albergue se pueda denominar refugio de montaña tendrá que encontrarse situado en zonas que puedan considerarse de montaña o alta montaña, no contar con acceso rodado, estar aislado de núcleos de población o facilitar el ejercicio de actividades de montaña (habrá de cumplir uno de estos cuatro requisitos).  El concepto de refugio de montaña es, por tanto, muy amplio en la legislación aragonesa.

El refugio en Aragón es un alojamiento turístico sobre el que podrán recaer las inspecciones y sanciones de la administración turística.  En el refugio se cobra un precio por la pernocta o la restauración y se le aplica la normativa de protección de los consumidores y usuarios turísticos.  Cuando se cobra por pernoctar o por comer en un refugio de montaña, los usuarios van a tener derecho a la información, a la seguridad o a la salud.  No es posible sostener que por tratarse de un establecimiento que se encuentra aislado el usuario tiene menos derechos.  No es posible defender unas condiciones insalubres en las habitaciones, una desatendida manipulación de alimentos o una deficiente prevención de incendios.  Desde el año 1995 esto quedó claro para la legislación de Aragón.

La regulación de Aragón va a establecer los mínimos que deben cumplir los refugios en las habitaciones, los servicios higiénicos, el comedor, el aula para docencia, la limpieza, la zona de recepción o la zona de entrada o acceso.  Para ejercer la actividad será precisa la obtención de una autorización de apertura expedida por la Administración turística.  La solicitud de apertura deberá ir acompañada de una serie de documentos ente los que se cuentan una memoria descriptiva de la actividad a realizar, documento acreditativo de la personalidad física o jurídica del titular de la explotación, memoria o proyecto visado con planos finales, a escala 1:100 con la distribución en planta, accesos pasillos y habitaciones, licencia municipal de apertura, certificado de sanidad sobre condiciones higiénicas del establecimiento, potabilidad de agua y evacuación de residuales o certificado de cumplimiento de las medidas de prevención de incendios.

Los refugios en Aragón están abiertos todos los días del año.  Se trata de un servicio público y por eso la administración ha financiado su construcción.  La apertura permanente obliga a contar al menos con dos guardas, para que se turnen.  Si un refugio tiene 70 plazas con los ingresos que obtiene en el periodo de mayor ocupación, los guardas pueden tener unos ingresos suficientes.

El Gobierno de Aragón y la Federación Aragonesa de Montañismo firman convenios anuales para  el sostenimiento de la red de alerta meteoro-nivológica.  Los guardas realizan la toma de datos meteorológicos dos veces al día, montan y desmontan la señalización estacional de riesgo de aludes y vienen obligados a notificar por cualquier vía las posibles contingencias extraordinarias de las que se pueda tener conocimiento desde los refugios en virtud de su especial ubicación.  Así, por ejemplo, se comunican las grandes lluvias para que se puedan tomar aguas abajo las medidas necesarias de prevención de riadas

Algunos refugios sólo tienen acceso a pie mediante senderos de montaña o quedan aislados durante periodos prolongados de tiempo por las condiciones meteorológicas.  La importancia de los refugios en la actividad de socorro en montaña ha llevado a la Federación Aragonesa de Montañismo a promover la instalación de enfermerías con equipamiento de urgencia en los refugios.  La enfermería queda a disposición del médico que llegue en el helicóptero o de cualquier otro profesional sanitario que se encuentre en el refugio.

El refugio debe intentar la reducción  de los impactos en el medio ambiente.  En esta línea, la Federación Aragonesa de Montañismo ha ido dotando a sus refugios desde 1989 de plantas depuradoras, ha promovido la utilización de energías renovables o la recogida selectiva de residuos y ha obtenido la certificación del Sistema de Gestión Medioambiental de acuerdo con la norma ISO 14001 en dos refugios: Ángel Orús y Lizara.  De acuerdo con el Sistema, se tratarán los residuos y emisiones y se promoverán las prácticas de reciclaje o recuperación y se fomentará el uso eficiente de la energía y del agua.  Será necesario llevar a cabo un seguimiento de los consumos de combustible y agua, producción de aguas residuales y de residuos, para con esos datos poder evaluar la realización de los objetivos fijados.  Además, en los últimos proyectos se ha trabajado con el Departamento de Energía y Edificación de la Universidad de Zaragoza para mejorar y optimizar el diseño de los nuevos refugios, de acuerdo con las tecnologías del siglo XXI.

Aragón puso en marcha el II Plan de Refugios 2004-2007, que facilitó la modernización de las instalaciones de 11 refugios.  La Federación Aragonesa de Montañismo puso 360.600 euros de fondos propios.  La Diputación Provincial de Huesca, 600.000.  El Gobierno de Aragón, más de 3.000.000 de euros.  En total, el II Plan alcanzó casi los 4.000.000 de euros.

En la actualidad está en marcha el III Plan de Refugios 2008-2011 que, aproximadamente, repite las cantidades del II Plan.  Junto a la actualización de instalaciones de varios refugios, se incluyen proyectos de nuevos refugios en Llauset y Bachimaña, y por fin se realizará la deseada reforma del refugio de Góriz en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Tradicionalmente, los guardas han aplicado a su trabajo sus conocimientos sobre el medio montañoso, sobre cocina o mantenimiento, pero han reclamado un reconocimiento de su profesión.  El Ministerio de Educación de España ya ha aprobado el perfil profesional del guarda de refugio de montaña y la Federación Aragonesa de Montañismo y la Universidad de Zaragoza han colaborado con la Universidad de Toulouse para ofrecer una formación adecuada a los guardas de refugio españoles a través de un programa Interreg.

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