En los confines occidentales de los Montes Cantábricos se eleva el magnífico Lanularri, aunque todo el mundo lo conoce como Txindoki. Al Txindoki también le apodan el Cervino vasco por la espigada silueta que muestra desde el oeste. En invierno, cuando la nieve lo cubre, podemos pensar que nos encontramos frente a un montaña de los Alpes y no delante de este «humilde» pico de 1.348 metros de altura que la diosa vasca Mari eligió como residencia.
La pirámide gris del Txindoki surge de un bucólico paisaje de campas y bosques. El cuadro que compone es tan magnífico que a nadie extraña que, sin ser la más alta de la provincia, se haya convertido en la montaña más querida entre los montañeros guipuzcoanos.Sumando puntos para el ranking de popularidad, arrimada a su base se encuentra Nuestra Señora de los Remedios, una ermita muy venerada por los habitantes de los alrededores.
El porte del Txindoki es tan airoso que puede hacer pensar que no es posible alcanzar su cima sin utilizar técnicas y equipo de escalada. Aunque es cierto que su arista oeste es una de las vías más clásicas de la provincia –y bastante asequible, pues su dificultad máxima es de IV grado– hay que decir que no es preciso ser escalador para conquistar su cima. Una ruta sencilla pero esforzada permite auparse a esta pirámide y divisar buena parte del País Vasco.
Itinerario
La excursión comienza en el gran aparcamiento que hay en lo más alto de Larraitz, barrio del pueblo de Abaltzisketa. Detrás de la ermita, al otro lado de la portezuela, comienza una pista que gana altura cómodamente por la ladera norte del Txindoki. Llegado un punto habrá que abandonar la pista que sigue hacia el vecino monte Auza-Gaztelu en cuya cumbre todavía se conservan restos de la torre medieval Jentillen Sukaldea (la cocina de los gentiles). El camino atraviesa un pinar y prosigue entre pronunciadas laderas cubiertas de pasto. La fuente de Oria, a pie del camino, nos da una excusa para reponer fuerzas antes de afrontar los repechos más duros. El camino, que ya es poco más que una senda, salva un barranco y gana altura zigzagueando por las campas de Aralar donde se levantan varias txabolas de pastores. Una de ellas es la «culpable de que el nombre original pasara a un segundo plano. Ante nosotros se alza la imponente pirámide cimera.
Superadas las últimas txabolas de Beltzulegi, la senda se dirige directamente a la cima, primero entre pastizales y más tarde por pura roca gris. Abajo se despeñan los barrancos de Muitze y Urtzabal, que podríamos utilizar para regresar a Larraitz cerrando así un precioso recorrido circular. Pero antes de decidirse hay que tener en cuenta que este itinerario está menos frecuentado que la senda es más estrecha y que tiene algunos pasos aéreos. A cambio da la oportunidad de disfrutar del curioso entorno de la cascada de Muitze. Si nos decidimos por esta bajada hay que saber que podemos enlazar con el camino de subida en el collado Egural, o bajar directamente por la vertiente sur hasta un repetidor y de allí a Larraitz.
Guía práctica
Situación: Parque Natural de Aralar. En el este de Guipúzcoa lindando con Navarra.
Partida y llegada: Larraitz
Cómo llegar: por la N-I hasta Ordizia y por la CI-2132 hasta Larraitz.
Horario: 5 h 30 min
Distancia: 10,5 km
Desnivel: 950 m.
Dificultad: Media
Alojamiento: si por algo se caracteriza Guipúzcoa es por la cantidad de alojamientos rurales que posee. Lo más cercano a Larrautz es un albergue en Abaltzisketa. Tel: 943 653 082. La página oficial de turismo de la Diputación Foral de Guipúzcoa posee un práctico buscador de alojamiento.
Cartografía: hoja 89-III del IGN. 1:25.000
Observaciones: hay un centro de interpretación en el alto de Lizarrausti, en la carretera de Ataun a Etxarri-Aranaz (GI-120)
este es el link correcto: http://www.youtube.com/watch?v=VcOAWg-qI UM
http://www.youtube.com/watch?v=VcOAWg-qI UM&list=UUCAhYGjQZn-piU_QaMKALjA&index=2 &feature=plcp