Arce de Montpellier. Es lo primero que se me viene a la cabeza recordando esta caminata en otoño. No hay muchos lugares en la península donde se pueda disfrutar del espectacular color rojizo de estos pequeños arces porque no acostumbran a formar bosques, sino que se encuentran diseminados en medio de masas forestales dominadas por otros caducifolios.
En la Sierra Norte de Guadalajara tenemos la oportunidad de conocer uno de los más bellos arcedos de la zona centro. Ir a visitarlo tiene la recompensa añadida de descubrir un rincón fascinante por su singularidad.
Itinerario
Partimos de la localidad de Retiendas por una pista que comienza en la zona recreativa del pueblo y que baja paralela al arroyo. Retiendas es uno de los pueblos conocidos como de “La arquitectura negra” por emplear en los muros y techumbres de sus viviendas, lajas de pizarra que les dan un aspecto y color característico. La pista desciende cómodamente por un bosque de robles y encinas.
En veinte minutos descubriremos a nuestra derecha, sobresaliendo de la vegetación, lo poco que queda del monasterio cisterciense de Santa María de Bonaval. Desde luego, no se puede decir que los monjes de esta orden no supieran elegir los sitios para emplazar sus cenobios. Volvemos sobre nuestros pasos para continuar por una senda más estrecha con marcas del GR 10 que se introduce en una garganta. Poco a poco, la paleta colorista del otoño empieza a desplegarse ante nuestros ojos. El amarillo del chopo, el rojo del arce, el naranja apagado del quejigo… A nuestra derecha discurre el curso silencioso del incipiente río Jarama y sobre nuestras cabezas planean las rapaces rupícolas.
Pasado este corto pero llamativo tramo, desaparecen los cortados y el paisaje cambia radicalmente. Un pequeña zona de matorral precede nuestro paseo hasta alcanzar de nuevo manchas de un encinar. Media hora más tarde la senda se embosca entre arbustos y matorrales aunque continúa siendo cómoda. Llegamos a un paso donde el camino se estrecha.
Si caminamos con niños hay que extremar la precaución. Podemos echar un vistazo a alguna de las cuevas que se abren en estas paredes. Los quejigos son sustituidos por olivos y aparece otra de las sorpresas históricas que esconden estos parajes: el puente de Valdesotos. Aunque todo el mundo lo llama “romano” es de factura medieval y se encuentra en un sorprendente buen estado. El puente y los arces y quejigos que lo rodean componen una estampa que se presta a ser fotografiada desde todos los ángulos. En poco más de media hora alcanzaremos la aldea de Valdesotos, toda ella de piedra y rodeada de nogales centenarios. Merece la pena tomarse un tiempo para visitarla antes de desandar el camino hacia Retiendas.
Guía práctica
- Situación: sureste de la provincia de Guadalajara. Macizo de Ayllón. Comarca de la Ribera. PARTIDA Y DE LLEGADA: población de Retiendas.
- Cómo llegar: Desde la A-1, tomar el desvío a Torrelaguna en el km. 50. Por la N-320 pasado el pueblo de Torrelaguna tomar el desvío a Patones de Abajo por la M-102. Pasar las localidades de Uceda, El Cubillo de Uceda y Puebla de Beleña. Desde la A-2, tomar el desvío de Guadalajara hacia Yunquera de Henares, Humanes y Puebla de Beleña. Desde allí continuar hacia Tamajón. Cinco kilómetros antes de llegar a éste, aparece el desvío hacia Retiendas.
- Dificultad: baja DESNIVEL: 100 m.
- Horario: 5 h. CARTOGRAFÍA: Hoja 485-II del IGN. 1:25.000.
- Alojamiento: en Valdesotos hay un albergue rural y muchas casas de turismo rural en los pueblos de los alrededores. información: www.turismocastillalamancha.com
- Observaciones: la ruta no presenta problemas de señalización. En fines de semana siempre nos encontraremos gente andando o en bici. La cercana localidad de Tamajón o las lagunas de Puebla de Beleña bien merecen una visita si disponemos de tiempo.