El “biudeiral” de montederramo, que vive agazapado en la cara norte de las laderas de la sierra de San Mamede, en plena montaña Ourensana, es de lo poco que queda de aquél bosque primitivo por el que anduvo cometiendo sus terroríficas fechorías el hombre lobo de Allariz.
Los campos y bosques de Montederramo, hoy vacíos y silenciosos, tuvieron su época dorada cuando carros y viajeros transitaban por el camino de Santa Cruz con prisa para no aventurarse por aquellos bosques después de la puesta del sol. Y es que esta foresta fue escenario de las correrías del hombre lobo de Allariz.
Manuel Blanco Romasanta es el único caso documentado de licantropía en España, entendida ésta como una enfermedad mental, no como nos ha hecho creer la literatura y el cine. Manuel Blanco, de profesión vendedor ambulante, fue acusado de la muerte de un alguacil cerca de Ponferrada pero consiguió escaparse y refugiarse en un pueblo abandonado. Meses después de ser condenado en rebeldía apareció en la aldea de Rebordechao y comienza su carrera criminal.
Romasanta reconocería en el juicio que mató a trece personas con sus manos y dientes y que después los devoró. En su defensa alegó ser víctima de un hechizo que le convertía en lobo las noches de luna llena. “La primera vez que me transformé –declaró Manuel Blanco– fue en la montaña de Couso. Me encontré con dos lobos grandes con aspecto feroz. De pronto, me caí al suelo, comencé a sentir convulsiones, me revolqué tres veces sin control y a los pocos segundos yo mismo era un lobo (…) Los otros dos lobos, que yo creía que también eran lobos, se cambiaron a forma humana. Eran dos valencianos. Uno se llamaba Antonio y el otro don Genaro. Y también sufrían una maldición. Atacamos y nos comimos a varias personas porque teníamos hambre”.
Hoy, el bosque donde sucedieron aquellos sucesos, es, además del biudeiral mejor conservado de Galicia y el ejemplo de vegetación eurosiberiana más meridional de noroeste peninsular, un lugar tranquilo, ideal para una excursión; pero eso sí: no conviene estar dentro del bosque a la puesta del sol. Dicen que el espíritu del Lobishome de Allariz deambula por allí buscando nuevas víctimas.
Itinerario
Hay que dejar atrás el pequeño núcleo urbano de Montederramo y seguir por la carretera OU-0602 pendientes de un desvío a la derecha, a la altura de la playa fluvial de A Palloza. La estrecha carretera atraviesa los prados separados con cercas de granito, hasta la aldea de Gabin. La carretera continúa poco más del kilometro, hasta la pequeña y pontoresca aldea de A Mogaínza. Es hora de aparcar y buscar una pista de tierra que gana altura por la ladera de monte bajo y retama. La entrada al bosque está a tres kilómetros. El camino, ancho como el eje de un carro, conserva en algunas rocas las huellas de las ruedas. Poco a poco el camino va ganando altura. En una fuente abrevadero, que mana en un rincón idílico, podemos detenernos y gozar del colorido de los abedules otoñados y del profundo silencio instalado en el bosque. Estamos en la parte más alta de la ladera, pero no nos percatarnos de ello, pues el bosque oculta la referencia. A partir de aquí el camino desciende girando hacia el norte hasta juntarse con el camino de ida a la entrada del bosque.
Guía práctica
Situación: al norte de la Sierra de San Mamede, en la comarca de Tierra de Caldelas. Norte de la provincia de Ourense.
Partida y llegada: aldea de A Mogainza.
Cómo llegar: por la autovía A-52 hasta As Burgas. Allí hay que seguir por la OU-536, para tomar un nuevo desvío en Vilariño Frio, hacia Montederramo, por la carretera OU-0602.
Dificultad: baja.
Distancia: 6 kilómetros.
Desnivel: 700 m.
Tiempo: cuatro horas son suficientes, pero depende de lo que nos demoremos en el bosque.
cartografía: hojas 227-I y III del IGN. 1:25.000.
Qué ver en la zona: no podemos abandonar el lugar sin ver el monasterio de Montederramo, con una historia que se remonta al año 1124 cuando se construyó un cenobio por orden de Teresa de Portugal. Perteneció a la Orden del Císter. La iglesia primitiva, de corte tardorrománica del siglo XII fue completamente sustituida por otra en 1598, y nada queda de ella salvo un ventanal románicoque apareció en el muro sur de la iglesia en el curso de la última restauración.Muy recomendable su visita, por la tranquilidad que transmite.
Alojamiento: Casa dos fuelles (Mioteira). Tel: 988 268 704 y 697 707 878. Caserío da Castiñeira (A Castiñeira, Sas do Monte. Montederramo). Tel: 609 314 235 y 988 292 124.
Información. Oficina de Turismo de Montederramo. Tel. 988 292 000.
Observaciones: toda la ruta descrita se puede hacer en btt.