Si este año has decidido que quieres probar otras actividades de nieve para complementar el esquí, hay más opciones de sacarle partido a los Pirineos de Cataluña con las botas puestas o con raquetas si la nieve es abundante. Te proponemos unos planes para que ,además de deporte, disfrutes de las vistas de los parajes naturales más interesantes de los Pirineos Orientales.
Magia en El Cinquè Llac
Las nevadas en esta ruta no son muy intensas, por lo que no hay excusa para evitarla. El valor añadido de esta ruta es que te descubrirá el lado mágico del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Está dividida en cinco etapas, cada una de ellas bautizada con el nombre de una leyenda de los Pirineos. Son 102,3 kilómetros circulares con un desnivel acumulado de 12.963 metros. Las vistas de postal están garantizadas.
Setau Sagèth
Recorrido por la historia de Arán
La Val d’Aran cuenta con paisajes de gran belleza y gana en atractivo cuando la recorres a pie. Una manera de hacerlo es conociendo los pueblos y paisajes que integran la ruta Setau Sagèth. Es un recorrido por la historia del valle a través de los pueblos, riberas y puertos de montaña que han visto pasar mineros, pastores de la transhumancia y comerciantes, con la ayuda de mulas. La travesía consta de cinco etapas que recorren los caminos que tiempo atrás unían los pueblecitos de la Val d’Aran.
La cara norte de los Pirineos de Cataluña
A diferencia del GR-1 que recorre el sur de los Pirineos, el GR-11 se abre paso por la cara norte de los Pirineos de Cataluña. Se trata del sendero de gran recorrido más montañoso de todos los que hay en territorio catalán, por lo que durante el invierno sólo podrás recorrer algunas de sus etapas con raquetas de nieve o con esquís. Atraviesa el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, el Parque Natural del Alt Pirineu, el de la Albera y el de Cap de Creus.
De ruta por los alrededores del monasterio de Sant Pere de Rodes
El inicio de la ruta es el monasterio de Sant Pere de Rodes en pleno Parque Natural del Cap de Creus. De este conjunto arquitectónico destaca la iglesia románica que, al principio o final del recorrido, no te puedes perder. Son 17 kilómetros de ruta circular y 559 metros de desnivel. Es una ruta difícil que se puede hacer durante todo el año. El tramo más largo y con más pendiente es el de retorno al monasterio. Las vistas del Mediterráneo y del paisaje que inspiró a Dalí compensan el esfuerzo.
Tras los pasos de los hombres buenos
Una buena ruta a elegir si en el trabajo te deben unos días de vacaciones y puedes juntarlos con un fin de semana largo. Y es que caminar los 200 kilómetros del Camí dels Bons Homes (Camino de los Buenos Hombres), con un desnivel acumulado de 5.530 metros, te llevará entre 9 y 10 días. Esta ruta, llamada , cruza el Parque Natural del Cadí-Moixeró y llega hasta Francia. No es especialmente difícil y es un buen pretexto para rememorar el exilio de los cátaros occitanos, llamados buenos hombres y buenas mujeres.