Marc había creado muchas expectativas en la prueba austríaca Mountain Attack del 13 de enero, uno de de los maratones más duros del esquí de montaña. Más de 40 kilómetros y 3.000 metros de desnivel positivo, seis cumbres y rampas del 70%.
Al exigente recorrido se sumaron las peores condiciones meteorológicas imaginables. Marc tuvo que abandonar: “Tenía las orejas congeladas, el frío y el viento eran insoportables” comentaba el esquiador catalán al dejar la carrera. Era el momento de pensar en la temporada: “tenía problemas musculares y no quería forzar la máquina”.
No había demasiado tiempo para lamentaciones para Pinsach pues dos días más tarde, el 15, debía defender el título de los Campeonatos de España de Esquí de Montaña que había conquistado el año pasado. La cita tendría lugar en el Valle de Boí.
Se caen los esquís
Mala suerte. No puede explicarse de otra manera. “Tenía el podio asegurado –comentaba Pinsach— estaba luchando con Marc Solà por la segunda plaza cuando se me cayeron los esquís de la mochila”. El esquiador catalán se vio obligado a retroceder para recuperar la carga perdida, y todo ello, en el último tramo de la carrera.
El percance privó a Marc Pinsach de subir al podio y se vio relegado a la sexta plaza de la clasificación y quedaba así muy lejos de su objetivo inicial de revalidar su título de Campeón de España. Tocaba pensar en positivo, “se aprende más de la derrota que de la victoria” decía el esquiador, “no he tenido problemas musculares y he estado con los mejores”. Kilian Jornet, ganador de la prueba, y el propio Marc habían impuesto un ritmo fuerte desde la primera subida, mostrando sus credenciales para los grandes compromisos.
Copa del Mundo, no hay lugar para el error
Una semana después tocaba centrarse en la Copa del Mundo, que se celebraba el 21 y 22 de enero en Arcalís. Ya no había margen para el error ni la fatalidad: Marc Pinsach quería estar con los mejores.
El primer día de la Copa, el sábado, Marc Pinsach había recuperado las sensaciones y el ritmo en el mejor escenario posible: la Font Blanca Arcalís, una de las pruebas más duras y emblemáticas del calendario de la Copa del Mundo de Esquí de Montaña en la que los participantes recorren los 17 kilómetros de un itinerario que alcanza las crestas más altas de Vallnord, como el pico de Creussans (2.682 m) y el de Pereguils (2.702 m).
El esquiador catalán estuvo luchando con los mejores a lo largo de toda la subida. De hecho, excepto el ganador Kilian Jornet, las diferencias entre los corredores fueron mínimas.
Con este resultado Marc recuperó la confianza, “estoy muy contento porque he vuelto a encontrar mi camino” manifestaba al terminar la carrera. Una carrera que se ha caracterizado por la pendiente constante desde la salida hasta la llegada al Port Negre, con un total de 950 metros de desnivel positivo.
Al día siguiente, el 22, todos los esquiadores iban a tener otra oportunidad en la Individual, el plato fuerte del fin de semana. Los mejores se enfrentaban a cinco subidas, con dos tramos a pie con crampones, cinco bajadas y un desnivel acumulado de 1.721 m.
Los mejores especialistas de la disciplina volvieron a demostrar la gran igualdad existente, y entre ellos, Pinsach, aunque no estuvo a la altura de los mejores. En el tramo final, Marc se quedó rezagado en un segundo grupo y no pudo pasar de la decimocuarta posición. Y en la categoría sub 23, Marc es muy joven, se quedó a una plaza del podio.
Pinsach fue muy regular a lo largo de todo el fin de semana pero es consciente de que tiene que mejorar, “debo entrenar duro para estar más adelante” argumentaba el catalán. La próxima cita serán los Campeonatos de Europa en Pelvoux (Alpes franceses) del 4 al 10 de febrero. Veremos si es cierto.
Entrevista Marc Pinsach
En la Mountain Attack tuviste que abandonar por un problema muscular ¿Podrías explicar un poco mejor la naturaleza de esos problemas?
Los problemas de la Mountain Attack fueron totalmente fortuitos y excepcionales, todo tiene una explicación. El origen de los problemas musculares fue que llevaba toda la semana, junto con Mireia Miró, haciendo actos de promoción con nuestro sponsor, Dynafit. Esto supone muchas horas de pie, en el monte o dentro del coche viajando, con lo cual no descansas bien y en una carrera tan dura como la Mountain Attack no perdona. Aparte de que se me congelaron las orejas por el frío, pero esto ya es otra cosa. Sin embargo, la promoción es necesaria si queremos que nuestro deporte evolucione, que cada vez más gente lo practique y que sea cada vez más conocido. También son encuentros muy positivos tanto para la marca como para nosotros en los que se intercambian conocimientos para enriquecer la marca y a nosotros mismos. Asimismo aprendes muchas cosas sobre publicidad, marketing y organización de una gran empresa.
En el Campeonato de España en el Valle de Boí se te caen los esquís. ¿Qué te pasó por la cabeza en ese momento? ¿Que te perseguía la mala suerte? ¿Que no se puede prever todo?
Me dio mucha rabia porque a pesar del cansancio acumulado de la Mountain Attack y del viaje, estaba luchando por la segunda posición con Marc Solà, pero las carreras se terminan en la meta y si se me cayeron los esquís fue porque alguna cosa no hice bien. Seguramente hubiera tenido que fijarme más en cómo tenía el material. Todo esto ayuda porque te da toques de atención en qué cosas tienes que mejorar… Las derrotas, aparte de ayudarnos a saborear más las victorias, también nos enseñan nuestros puntos débiles para saber dónde tenemos que mejorar.
Por fin, la Copa del Mundo en Andorra. Arañas unos cuantos puntos pero quedas en decimocuarta posición en individual y décimo en la carrera vertical. Al acabar la Copa, definitivamente ¿te sientes más a gusto en las carreras verticales?
Ahora mismo no creo que sea así, hace unos años seguramente hubiera respondido con un sí esta pregunta. Pero últimamente he dado un paso adelante técnicamente, tanto subiendo como bajando y creo que, con todo el respeto y humildad que se requiere, puedo tratar de tú a tú a mis rivales en una individual. Lo que pasa es que el nivel es muy alto y las diferencias son muy pequeñas y son pequeños detalles los que hacen la diferencia. En la Copa del Mundo de Andorra también hay que tener en cuenta que algunos corredores se reservaron el sábado, día de la Vertical Race, para el domingo, día de la Individual.
Toca hacer balance, ¿qué aspectos crees que puede mejorar de tu estilo, de tu estrategia o de tus entrenos para acercarse más al podio?
A ver, este mes de enero he hecho un entreno más de cantidad que de calidad, con lo cual noto que me falta un punto para estar más arriba. Espero estas dos semanas sin competición afinar un poco más mi forma con un trabajo específico de intensidad que me dé esta punta de explosividad que te permite subir muchas posiciones en la clasificación. Ahora es momento de pulir detalles tanto de forma física, como de cambios, técnica y estado mental.
¿Qué errores no vas a volver a cometer en las próximas competiciones?
Espero seguir progresando a nivel físico y sobretodo coger confianza mental. Esto me llevará a estar más concentrado en carrera haciendo mejor los cambios, preparando mejor el material y sabiendo sufrir más y mejor.
Próxima cita, Pelvoux y los Campeonatos de Europa del 4 al 8 de febrero. En total, seis pruebas. ¿En cuál piensas ganar más puntos?¿Cuál preparas con más esmero?
Aún tenemos que terminar de hablarlo con el seleccionador, Oriol Duxans, pero yo tengo la intención de correr la carrera por Equipos, la Vertical Race, la Individual y los Relevos. La verdad es que no me preocupa preparar o fijarme más en una u otra. Ahora mismo yo me tengo que concentrar en mí mismo, entrenar bien para terminar de coger un buen nivel físico, técnico y mental para poder competir en buenas condiciones. Si preocupándome de mí consigo lograr ese nivel, seguro que los buenos resultados llegarán…
El hecho de tener que competir contra monstruos como Kilian ¿Es una desgracia pues sabes que la victoria es casi imposible o un aliciente pues sabes que si te pegas a él puedes ser casi como él?
Estar con una persona como Kilian nunca es una desgracia. Aparte de su calidad humana, que lo hace un muy buen amigo, a nivel deportivo es un lujo poder aprovecharse de todo lo que él lleva consigo. Sin lugar a dudas, Kilian es una referencia para muchos de nosotros; lo miramos para aprender de él y sobre todo para motivarnos y así ser más competitivos. Si algún día te crees que estás muy fuerte y la autocomplacencia se apodera de ti te vas a entrenar con Kilian y seguro que todo lo relativizas mucho más. Llegas a casa y dices: “Vale, vale, lo que soy está muy bien, pero aún queda mucho por hacer”. Creo que se puede afirmar con rotundidad que si no fuera por Kilian, ni yo, ni gente como Mireia Miró tendríamos el nivel que tenemos ahora.