La actividad que ha realizado Ana Alonso Rodríguez es un acontecimiento inédito y para el que tienen que concatenarse, además de buenas condiciones de nieve, una capacidad técnica, física y mental como la que ostenta la granadina.
Alonso cuenta que “fue una jornada brutal y que no se puede realizar cualquier día ya que depende mucho de las condiciones de nieve que te encuentres, tener unas cualidades técnicas bastante altas, al igual que un buen nivel físico ya que es una actividad muy larga. También un buen ejercicio mental, ya que es importantísimo tener la mente fría al poder encontrarte con situaciones que pueden ser bastante expuestas. Hay que estar muy preparado para ello”.
La actividad la realizó junto con el granadino Pablo Ruiz de Almirón Lanz, y el canadiense Kayl Davis. “Con Pablo llevo mucho entrenando juntos, compitiendo y evolucionando al comprobar que podemos hacer este tipo de retos y ver también la progresión que hemos llevado durante este tiempo. A Kyle no lo conocía personalmente, aunque sí sabía que era un gran esquiador. Transmite muchísima seguridad”. Ana subraya que en las zonas más expuestas fue precisamente Kyle el que abrió camino. «Fue genial, la verdad”.
Una experiencia increíble, sobre todo teniendo en cuenta la fecha en la que se encuentra la temporada, a finales de abril, y en la que los tres deportistas coincidieron con unas condiciones espléndidas en el Veleta. “Allí nos encontramos con una nieve pefecta, fresca y en polvo recién caída –explica Alonso-. Esa bajada la disfrutamos muchísimo. En el Mulhacén fue todo lo contrario, con una primera parte muy dura y expuesta. Ahí sí que tuvimos cierta incertidumbre, porque incluso pensábamos que en la Alcazaba las condiciones serían muy similares”. A pesar de ello, “no tuvimos miedo en ningún momento, pero sí que son zonas en las que tienes que ir al máximo de concentración en tu esquí para no cometer ningún fallo”.
“Cuando coronamos la Alcazaba me encontraba bastante cansada porque estoy poco acostumbrada a andar con crampones y se me hizo muy largo. Pero como no tuvimos mucho tiempo para descansar ya que teníamos una nube ahí acechando, rápidamente quitamos las pieles y empezamos a bajar, encontrándonos todo tipo de nieve. Al final la pudimos esquiar entera, sin tener que montar rapel”, subraya.
«Mi padre fue el primero en bajar la Norte del Veleta junto con Pepe Martín y Víctor Costa»
“Estoy súper feliz al haber llevado a cabo esta actividad que llevaba muchos años queriéndola hacer. Sabía las dificultades que tenía, pero no si iba a estar yo a la altura para poder llevarla a cabo. Al final ha podido ser, sobre todo también al equipo. Gracias a ellos, porque al final lo bonito de todo esto es con quien lo compartes”, dice Ana, quien recuerda que “mi padre –Gerardo Alonso- fue el primero en bajar la Norte del Veleta junto con Pepe Martín y Víctor Costa, y yo he conseguido ser la primera en bajar la Alcazaba y las tres Nortes en el mismo día. Es seguir con el legado y seguir sus pasos, lo que me enorgullece”.
Enhorabuena por la pedazo de actividad!!!
Enhorabuena por el artículo. Muy completo. Por fin alguien se atreve a hablar claro sobre un tema controvertido y dar una opinión con datos basándose en la ciencia.