La crónica de los encadenamientos de noveno grado de los primeros días del mes de octubre viene bien surtida, y encabezada por una vía en mayúsculas conseguida por uno de los escaladores más completos del momento. Daniel Woods venía de un verano intenso blocando en Mt. Evans problemas de hasta 8c Fb cuando se dejó caer por la costa este para participar en una competición (quedó tercero) y subirse hasta la cadena de Jaws II en Rumney. Esta vía tiene una larga historia. De hecho, la primera ascensión de la línea fue para Dave Graham –amigo de Woods y también veraneante bloquero del Mt. Evans- allá por el lejano año 2000. La llamó Jaws y la propuso como 8c+, aunque posteriores repetidores como Luke Parady la decotaron hasta 8c. Sin embargo, el baile de números y letras no terminó ahí, por culpa de la rotura de varias presas que provocaron un sensible incremento de la dificultad. La nueva vía recibió una nueva primera ascensión por parte de Vasya Vorotnikov en 2007, quien le cambió el nombre por Jaws II y la valoró en 9a+. Respecto a esta cuestión, Woods ha señalado que “al principio pensé que sería un 9a, pero después de caer dos veces en la segunda secuencia clave y habiendo luchado en buenas condiciones, pienso que puede ser más duro”. Desde entonces, nadie había conseguido repetirla. En lo deportivo, los movimentos claves de la vía consisten en dos pasos de bloque de 8a+ Fb y 7c+ Fb separados por una sección de escalada algo más sencilla.
También en Rumney
Espoleado quizás por el éxito de Woods en una vía hasta entonces sólo escalada por él, Vasya Vorotnikov se ha ofrecido la segunda repetición de otra de las grandes vías de Rumney, The China glide 9a. Se trata de una vía que empieza en China beach (8c) y enlaza con el paso clave final de Livin’ astro (8c+).
Vorotnikov había escalado años atrás ambas rutas, y ha dedicado un total de cinco días en completar The China glide, una vía con primera ascensión de Pete Kamises en 2008. Sólo la había repetido hasta el momento Mike Foley, a principios de este mismo verano.
Novenos en Europa
Pero no sólo las escuelas de Estados Unidos han visto estos días encadenamientos de noveno grado. También en Europa hay un par de ejemplos de dicha dificultad. El primero de ellos, la clásica de Frankenjura Action directe 9a, que pasa a formar parte de la libreta de Adam Pustelnik. El polaco es el tercer escalador que se ha subido a la cadena de la precursora línea de Wolgang Güllich, después del italiano Gabriele Moroni y del alemán Jan Hojer. La vía cuenta con las muescas también de Patxi Usobiaga (2008) e Iker Pou (2000), entre otros escaladores de talla mundial. Por otra parte, Yann ‘Diego’ Ghesquiers incorpora una nueva propuesta de 9a al catálogo creciente de vías duras con la primera ascensión de La prophétie des gernouilles en el Rocher des Brunes (valle de Fournel). A sus 38 años, el escalador francés promulga esta ‘profecía de las ranas’ que nace en Une arquée pour le criquet 8c, atraveisa un largo techo, cruza la vía Espoir karsherisé y termina saliendo por La croix de to loose. Un impresionante recorrido que saca partido a esta pared de la zona de Briançon. Un catálogo que también se nutre con la nueva obra de Adam Ondra en la cueva checa de Býcí Skála. Tras regresar de Madagascar, el campeón de la Copa del Mundo de Búlder 2010 y de Dificultad 2009 ha realizado la primera ascensión de Echolokace, que considera un duro 9a. Ondra ha calificado esta vía como “el problema de búlder más extraño de la historia”.