EN MINAS GERAIS, BRASIL

‘Viaje de cristal’ (900 m, 8a), nueva vía argentina a la Pedra Riscada

Horacio Gratton, María José Moisés, Cintia Percivati e Ignacio Elorza realizan la apertura de un big wall de gran calidad en la misma pared brasileña de The place of happiness que Gratton abrió con Stefan Glowacz, Holger Heuber y Ed Padilha.

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Horacio Gratton es un escalador argentino especialista en grandes paredes que tiene en su haber líneas admirables. Entre ellas, destaca The place of happiness (850 m, 7c) en la Pedra Riscada, un exótico big wall del estado brasileño de Minas Gerais. Se trata de un itinerario exigente, que abrió en cordada con Stefan Glowacz, el también alemán Holger Heuber y el brasileño Edmilson Padilha en 2009.


El lugar se ha convertido en punto de peregrinación para escaladoras en busca de terreno de aventura y el propio Horacio Gratton regresaba el pasado mes de julio para resolver una cuenta pendiente. Nos lo cuenta en este intenso relato:

El viento sacudía las hamacas de pared, despertándonos con algún sobresalto. En la oscuridad de la noche, a 500 m del suelo en nuestro campamento de altura, dos hamacas de pared se zarandeaban con sus cinco ocupantes dentro. Sin embargo, cierta tranquilidad nos envolvía, estábamos en Brasil, lejos de los vendavales a los que estamos acostumbrados en El Chaltén, y confiábamos que en ningún caso podía ser peor que una tormenta patagónica… ¿o sí?

Viaje de cristal

La historia de este Viaje de cristal comienza con la apertura de la vía The place of happiness (850 m, 7c) que hicimos en la arista norte de la Pedra Riscada en el año 2009 junto a Stefan Glowacz, Holgher Heuber y Ed Padilha.

Aquella vía resultó ser excelente en cuanto a calidad de roca y estilos de escalada. Mientras escalaba aquella arista, recuerdo haberme asomado hacia la pared noreste y quedar impresionado  por un gran desplome amarillo que prometía una escalada alucinante y la posibilidad de abrir una vía increíble. Desde entonces, quedé con la idea de volver a la Pedra y abrir aquella línea perfecta.

Junto a mi pareja Cintia Percivati, teníamos la intención de ir a abrir esta vía desde hacía un tiempo, y a principios de este año decidimos que ya era hora de concretar este proyecto. Para empezar, sabíamos que abrir una vía de estas características es una tarea dura, y sería óptimo ser dos cordadas, para ir alternando entre lo que es apertura y los trabajos de pared, como subir petates, agua, víveres, material de escalada, etc.

Enseguida se nos ocurrió que nuestra pareja amiga, Majo Moisés y Nacho Elorza, serían perfectos compañeros para esta aventura, ya que tienen mucha experiencia abriendo vías y en las técnicas de big wall. Además, y muy importante, son grandes amigos. Sólo bastó mostrarles un par de fotos y olieron la aventura, ¡el grupo estaba formado!

Este tipo de aperturas, en una zona relativamente alejada como esta, conlleva numerosos problemas logísticos que fuimos resolviendo a lo largo de tres meses de preparación. Además, había un consenso general en hacer una buena documentación de esta escalada, y Noel Martínez de Aguirre era la persona a reclutar, ya que desde hace mucho se dedica a la fotografía y films de escalada de manera profesional y nos gusta mucho su trabajo. ¡Tampoco costó mucho convencerlo!

Un destino acogedor

Por motivos laborales, hacía tiempo que con Cintia estábamos en Brasil, lo cual nos ayudó a organizar parte de la movida desde allí. Y fue así como un inusual día frío pasamos a buscar a nuestros amigos por el aeropuerto de Sao Paulo, llenar hasta el tope la Fiat Doblo que alquilamos por un mes, y casi haciendo willie partimos hacia el norte.

Como el camino es largo y por momentos nada sencillo, paramos dos veces en sectores de escalada que nos quedaban de camino. De esta manera, no sólo hacíamos más ameno el viaje, sino también nos poníamos a tono para la escalada en la Pedra. Fue así como pasamos unos días entre Sao Bento do Sapucai  y Serra do Cipo.

El pueblo que queda más cercano a la Pedra Riscada se llama Sao Jose do Divino, y nuestro contacto allí era Edemilson Duarte. Edemilson es propietario de una estancia a pocos kilómetros de la Pedra, donde tiene además una posada que funciona en los meses de verano. Ed nos recibió con los brazos abiertos y puso a nuestra disposición el Recanto Pedra Riscada, una posada que queda convenientemente a unos 7 km del comienzo de nuestra vía.

Durante el viaje había estado preocupando a mis compañeros por el estado de los caminos para acceder a la Pedra, les contaba historias de machetazos y zanjas y todo tipo de peripecias que habíamos tenido que sufrir la última vez. Pero ahora, para nuestra sorpresa y agrado general, los caminos de auto están impecables, ¡y señalizados para los escaladores!

Resulta que la vía que abrimos hace seis años se convirtió en un exigente clásico brasilero y además atrajo la atención de escaladores de todo el mundo, quienes a su vez fueron abriendo otras vías.

Es por eso que Ed se encargó de que los sucesivos intendentes vieran la importancia turística que representa la Pedra y han puesto manos a la obra y están dispuestos a ayudar a desarrollar la escalada en la zona. ¡No creo que haya muchos sitios en el mundo donde el escalador se sienta tan bienvenido!

Una línea directa

Una vez acomodados en nuestro campo base de lujo, nos fuimos a ver la pared y estudiar la línea. Visualmente, la línea perfecta era casi una recta desde la base a la cumbre, pero por supuesto no sabíamos si era factible. Por suerte, al final la línea siguió el recorrido planeado en ese día de estudio.

Decidimos entrar por los primeros largos fáciles de The place of happiness y luego continuar recto. En el primer día de escalada nos enfrentamos al mayor peligro: ¡abejas! Desde el bosque salieron miles de ellas en una nube densa y ruidosa, pasaron a escasos metros de nosotros, que por suerte pasamos desapercibidos. Hace poco, una cordada brasileña sufrió el ataque de abejas, uno de los escaladores murió y el otro se salvó por poco.

De ahí en adelante decidimos salir ‘armados’ con buenas dosis de dexametasona inyectable, por las dudas… Al día siguiente, más o menos a la misma hora de la mañana, me encuentro jumareando en punta, mis compañeros vienen más abajo, de repente empiezo a escuchar el zumbido aterrador… segundos mas tarde, la nube densa se dirige hacia mí. ¡Mantener la calma! Intentando moverme lo menos posible, saco los jumars ,pongo la placa y desciendo unos metros, intentando poner distancia y a la vez moviéndome lo más sigiloso posible… segundos de tensión. La nube que pasaba se queda estática a metros de mí, como dudando si ir a por mí o seguir camino… deciden continuar… en pocos segundos las pierdo de vista, como si quisieran recuperar el tiempo perdido. Suspiré aliviado… Por suerte, solo las vimos en dos oportunidades, y luego ya no volvieron a aparecer.

El primer día logramos ya instalar el primer relevo de nuestra vía, luego de cinco largos por The place of happiness, nuestra ruta continua al recto. Luego vendrían días de intenso trabajo que consistían en jumarear, abrir, escalar, izar petates, fijar cuerdas… Para esto, arrancábamos bien temprano en la madrugada y volvíamos a la base ya de noche.

La escalada no paraba de sorprendernos por la calidad. Luego de unos días de apertura en que fijábamos cuerdas y retornábamos a la base, decidimos que era hora de instalarnos en la pared. A 500 metros acomodamos dos hamacas de pared y desde allí continuamos la apertura. Ahora se repetía la rutina pero desde mas arriba! Además, habíamos comenzado a liberar los largos mas duros de la vía.

La primera noche en las hamacas nos avisó de cómo serían las cosas de allí en adelante: al caer el sol comenzaban fuertes vientos que amenazaban la integridad del campamento, pero de a poco aprendimos a relajarnos, ya que siempre paraba hacia el amanecer. También tuvimos noches de lluvia que se prolongaron hasta media mañana, lo cual retrasaba la apertura… ¡al mismo tiempo que nos daba una oportunidad para dormir un ratito mas! Luego de varios días seguidos en la pared, el cansancio empieza a pasar factura y los madrugones cuestan cada vez más. Pero la motivación estaba bien arriba, ya que la vía siempre iba a mejor.

Dos días de trabajo nos llevó superar el desplome amarillo, que quedó con largos de 7c+ y 8a de alta calidad. El fin del desplome nos depositó en una gran columna vertical de 200 m que resultó más fácil técnicamente pero de gran ambiente y roca optima.

Un largo después de terminar esta columna alcanzamos los últimos largos fáciles de The place of happiness. Me invadió una gran emoción volver a encontrarme en aquellos tramos finales… ¡grandes recuerdos! La Hormi va en punta y como yo conocía bien ese tramo final por haberlo abierto, le indico por dónde encarar: «dale recto, supera ese resalte y seguro hay una chapa ahí». Intento tranquilizarla, ya que va mas de medio largo sin poder asegurar… veinte metros mas arriba la veo hacer pasos delicados con mi relevo como única protección. En eso, me grita que ya vio la reunión… ¡quince metros a la derecha de donde se encontraba! Bueno, grandes recuerdos… pero un poco borrosos, parece. Luego de una travesía fácil pero delicada, ¡la Hormi llega al relevo luego de sesenta metros sin seguro!

Otro larguito más, las chicas van en punta y las escuchamos gritar en la cumbre! Uno a uno fuimos subiendo hasta estar los cinco festejando, y admirando la vista desde ese lugar mágico.

A la bajada nos encontramos con amigos de Brasilia que estaban terminando de repetir The place of happiness, los felicitamos y continuamos con nuestro trabajo de limpiar la vía. Unos días mas tarde, luego de haber limpiado la pared, nos despedimos de Edemilson y de la Pedra Riscada, de los amigos de Sao Jose do Divino y de este lugar increíble. Ahora el destino es Rio, a por mas escaladas y surf, pero esa ya es otra historia.

 

Ficha técnica:

La Pedra Riscada se encuentra a unos 20 km de Sao Jose do Divino, un pueblo al norte del estado de Minas Gerais. La mejor época para escalar es desde mayo a fines de agosto.

El mejor campo base que se pueda imaginar es el Recanto Pedra Riscada de Edemilson Duarte.

Esta zona de grandes morros y big walls se está consolidando como una de los mejores lugares, al menos de Sudamérica, para el estilo deportiva en pared. Aunque queda mucho por abrir, ya son varias las líneas abiertas, que bien vale la pena ir a repetir, como The place of happiness, Onde o vento faz una curva, O planeta dos macacos en el vecino morro Filiote, y por supuesto Viaje de cristal son vías de alta exigencia en estilo big wall.

Equipo:

Para repetir Viaje de cristal hacen falta 19 cintas express, 1 set cams, .4-3, 1 set stoppers, 2 cuerdas 60 m.

En toda la vía no existen repisas donde vivaquear, así que, a menos que se logre en el día o se instalen cuerdas fijas, recomiendo llevar portaledges (en el largo 10 existen emplazamientos para hamacas). De esta manera se hace mas amena la escalada y da la oportunidad de probar los largos mas duros.

Agradecimientos:

Queremos agradecer a The North Face, Rupal, Black Diamond Argentina, Edelweiss Francia, Edemilson Duarte, Arieli Marcondes y gente de Sao Jose do DIvino, por el apoyo y la ayuda a esta expedición.

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