ACTUALIZACIÓN 4/12/2014.-La asociación Escalando Fronteras ha lanzado una campaña internacional de crowdfunding para apoyar la creación de un rocódromo y centro juvenil en Monterrey, donde se calcula que un millar de jóvenes en riesgo de caer bajo la influencia del crimen organizado podrán aprender a labrarse otro camino. Según lo describen sus promotores, las donaciones a este proyecto sirven para «dar a esos jóvenes un espacio para el desarrollo y para convertirse en fuentes positivas de cambio en la sociedad».
Noticia publicada el 30/05/2014
Escaladores de la talla de Dani Andrada, Lynn Hill, Said Belhaj o James Pearson se cuentan entre los embajadores internacionales de Escalando Fronteras (Climbing Borders). El proyecto nació en 2013 a iniciativa del experto en desarrollo internacional y apasionado escalador estadounidense Rory Smith, en colaboración con el antrópologo social y también escalador sueco Nicklas Karlsson. El objetivo es ayudar a los niños a salir del crimen organizado y las pandillas a través de la escalada.
Escalando el Crimen Organizado y las Pandillas en México
“No tenemos que participar en grandes acciones heroicas para participar en el proceso del cambio. Acciones pequeñas, multiplicadas por millones de personas, pueden transformar el mundo.” (Howard Zinn)
En México hay más de 30.000 jóvenes que han sido coaccionados para que trabajen como niños soldados para los cárteles. Millones más viven en condiciones de pobreza y marginación, lo que los hace propensos a involucrarse en el crimen organizado como niños sicarios o como víctimas de la trata de personas. El problema de los niños soldados es causa de muchas preocupaciones en México, impactos que el escalador Rory Smith reconoció mientras hacía su tesis para la maestría en Monterrey (a 45 minutos de Potrero Chico) en 2013.
Mientras realizaba su investigación sobre los jóvenes en las pandillas y el crimen organizado, encontró que muchos mexicanos con edades entre los 5 y los 18 años estaban involucrados en ambas modalidades delictivas. Fue entonces cuando se le ocurrió una idea: ¿podría ser que la escalada ayudara a estos jóvenes y niños?
Smith consultó y colaboró con pandilleros, jóvenes vinculados con el crimen organizado, jóvenes encarcelados, líderes de las comunidades, políticos y jóvenes progresistas de México y muchas partes del mundo. A continuación, Smith y su amigo Nicklas Karlsson de Suecia – también un escalador apasionado y con mucha experiencia en investigaciones y trabajo con poblaciones de jóvenes en riesgo – iniciaron el proceso de cambio en Monterrey.
Ambos fundaron Escalando Fronteras (Climbing Borders), que se define como una organización sin fines lucrativos que utiliza la escalada para animar a los jóvenes a salir de las pandillas y del crimen organizado y enrolarse en actividades que les ofrecen oportunidades de un futuro mejor. Se lanzó en 2013 y, desde entonces, han estado investigando cómo la escalada se puede usar como herramienta para cambios positivos en zonas en conflicto en el mundo subdesarrollado.
“La escalada encaja perfectamente con las necesidades de los jóvenes en riesgo en Monterrey”, dice Smith. “La escalada es una manera natural para confrontar y reemplazar las cosas negativas de esta población, como los valores negativos, la autoestima muy baja, la violencia y la miríada de riesgos que toman, con un estilo de vida más sano que apoya y promueve vidas más positivas y con más oportunidades.
La organización actualmente trabaja con comunidades de jóvenes vulnerables en los barrios más precarios en Monterrey. La escalada se usa como una herramienta de desarrollo muy importante para fomentar la disciplina, la concentración, la confianza en otros, el compañerismo, el liderazgo, la autoestima y para reducir el estrés y la agresividad.
“El programa expone los jóvenes a la naturaleza donde pueden escalar en el Potrero Chico, el Salto y la Huasteca y donde pueden estar afuera del barrio”, dice Smith. “Es una parte de la vida que normalmente nunca experimentarían (los jóvenes casi nunca salen de los barrios y menos la ciudad). Los efectos de todo esto para la mente y para el cuerpo son muchos”
Smith, Karlsson y Nadia Vázquez (quien ha trabajado con niños soldados en el Congo y quien es la coordinadora del proyecto en Monterrey) creen que la escalada inevitablemente produce relaciones muy cercanas y fuertes entre los que practican el deporte. Por las interacciones positivas y constantes entre los instructores y mentores de la escalada y los jóvenes, la confianza, la comunicación y los valores positivos se promueven. Lo demás ocurre orgánicamente ya que los jóvenes van reduciendo, poco a poco, las limitaciones autoimpuestas o que les han sido impuestas por otros, como los padres abusivos.
“Estamos en el proceso de recaudar fondos para poder construir un espacio dedicado a la escalada y la cultura para los jóvenes en el centro de la ciudad, una zona que muchos han abandonado por la ola de violencia que dominaba la ciudad”, dice Smith. Este espacio nos dejaría llegar a miles de jóvenes, dándoles un espacio seguro y permanente durante el día y la noche (cuando la mayoría de la violencia ocurre), donde tendrían acceso a la escalada.
“Con este espacio, Escalando Fronteras va a poder llevar a cabo talleres que ayuden a los jóvenes con otros problemas que enfrentan, como el embarazo en las adolescentes, el SIDA, la violencia, el estrés postraumático, y la violencia intrafamiliar”, añade.
Aunque está en la primera etapa, Escalando Fronteras, con la ayuda de psicólogos, maestros, mentores e individuos inspiradores/embajadores, pretende llegar para finales de 2015 al menos a 1.000 jóvenes en riesgo de enrolarse en pandillas y crimen organizado. Algunos escaladores profesionales, embajadores del proyecto, son: Dani Andrada, Lynn Hill, Paige Claassen, Said Belhaj, JoeKinder, Jonathan Siegrist, James Pearson, Matt Wilder, Jimmy Webb, María Fernanda Rodríguez y Diego López Montull.
“Pretendemos seguir trabajando en Monterrey por mucho tiempo, hasta que el problema de los jóvenes en riesgo no exista más. También en el futuro queremos extender el programa a otras zonas de conflicto en América Latina, como Caracas por ejemplo,” afirma Smith y apunta que «después de relacionarnos con estos jóvenes, entablar amistades con ellos, y pasar mucho tiempo en las mismas calles que ellos, creemos que son una fuente potente e ilimitable de ideas, creatividad, multiculturalismo, y promesa».
Más información:
-Página de Facebook
-Página web de Escalando Fronteras
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- Etiquetas: México
3 comentarios
Sierra mountain club es un club disenado para gestionar acceso a una zona de escalada dentro de los limites de Monterrey, asi, las personas de todos los sectores sociales podran escalar dentro del area metropolitana , sin necesidad de tener un auto, podrian transportarse en bicicleta , llegar en un camion 10 pesos, y escalar en una zona que tiene potencial para ser de las mejores zonas de escalada deportiva de America, contactenos en facebook , joel guadarrama, todas las nacionalidades son reci
corrigo quize decir parque nacional cuevas del indio o la guairita y la otra en la lagunita
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