Anna Stöhr empezó a competir en 2002, cuando tenía 14 años, y ese mismo año empezaron a llegar sus medallas. Tras pasar de Juvenil a la categoría Absoluta, no tardó en ganar su primer Campeonato del Mundo de Boulder, en concreto en Avilés (Asturias), en 2007.
Podemos decir que desde aproximadamente 2006 a 2015 la austriaca dominó con soltura el circuito internacional de escalada de competición, siempre en modalidad Boulder.
Ganó el oro de la Copa del Mundo de Escalada en cuatro ocasiones (2008, 2011, 2012 y 2013), así como la plata y el bronce otros dos años. Ganó también dos veces el Campeonato del Mundo de Escalada (2007 y 20011) y fue subcampeona otros dos, e igualmente tiene un doble título de Campeona de Europa (2010 y 2013).
Tras llegar a lo más alto, en 2017 (con 29 años) anunció su retirada del mundo de la competición, dedicándose desde entonces a conseguir nuevos retos en roca. Cuenta con bloques de 8B+ encadenados en distintas zonas, como “New base line” en Magic Wood (Suiza) o “Penrose Step”, en Leavenworth (EEUU).
El verano pasado sus motivaciones cambiaron y decidió perseguir un nuevo reto en la vía “Alí Babá” de 250 metros, ubicada en la pared Dérobée de Aiglun, en los llamados Alpes Marítimos franceses.
Sus ocho largos tienen una dificultad muy mantenida, con un par de largos de 7b y 7b+, y los otros seis entre 8a y 8a+. La equipó Philippe Mussatto; la primera ascensión femenina de la vía corresponde a la suiza Nina Caprez en 2010, y la segunda fue para la francesa Florence Pinet en 2012, haciendo cordada con Gérome Pouvreau, que la resolvió a vista.
La película “Evolution”, producida por Salewa, su principal patrocinador, relata su experiencia en la escalada pero también cómo ha vivido Anna Stöhr esta transición desde el mundo de competición, el búlder y las vías de pared. De 25 minutos de duración, está en alemán con subtítulos en inglés.