«Fue una decisión difícil pero creo que es una decisión sabia. Acabo de hacer mi equipaje y estoy de camino a Canadá, ¡he dejado atrás mi traje de alas! El año pasado, 28 personas han muerto volando en traje de alas, yo casi fui uno de ellos. Todos los que yo conocía tenían más experiencia que yo. He pasado momentos increíbles y he experimentado el vuelo humano. Hacerlo más divertido, lo hace más peligroso. Hasta que pueda encontrar una razón lo suficientemente buena para justificar por qué lo hago, cosa que ahora mismo no puedo hacer… estoy fuera. Vuelvo a mis raíces, llevo una mochila llena de material de escalada y un lote completo de motivación. Es momento de ponerse fuerte.»
Ese fue el mensaje que escribió Tim Emmett en su perfil de Facebook la semana pasada. El escalador británico cifra en 28 los fallecidos practicando salto BASE y vuelo en traje de alas durante el último año, aunque la última muerte, la de Sean Leary, fue la que colmó el vaso de su persistencia. La personalidad de Stanley, como era conocido por sus amigos, lo hacía una persona extraordinariamente apreciada, de forma muy especial por aquellos que habían compartido actividades con él.
Tim Emmett y Sean Leary habían realizado varias expediciones conjuntas, en las que habían compatibilizado la escalada y el salto BASE. Una de ellas quedó inmortalizada en el vídeo adjunto a esta noticia, en el que los dos escaladores viajaron hasta los Montes Mackenzie, en los Territorios del Noroeste de Canadá. En el mítico Cirque of the Unclimbables, escalaron juntos la Lotus Flower Tower con la intención de realizar el primer salto BASE desde su cumbre y volar en traje de alas. Una vez allí arriba, no tuvieron reparos en considerar que el salto no era posible y se bajaron rapelando, sólo para encontrar una alternativa que les quitara el gusanillo, saltando desde un helicóptero y así poder sobrevolar un paisaje impresionante.
Escalada y salto BASE
Lo cierto es que no resultan extrañas las noticias sobre accidentes mortales en salto BASE con traje de alas. Precisamente el pasado verano se vivió un auténtico carrusel de fallecimientos protagonizados por expertos saltadores. Con pocos días de diferencia perdieron la vida Mario Richard (marido de Steph Davis) en Dolomitas, con unos 2.000 saltos a sus espaldas; Mark Sutton en el Valais (Suiza), quien había hecho de James Bond en el salto de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012; y Álvaro Bultó también en Suiza, en un salto que había realizado anteriormente.
Ante este panorama, Tim Emmett ha decidido volver a dedicarse en cuerpo y alma a la escalada, disciplina deportiva en la que ha cosechado grandes éxitos. No en vano obtuvo una nominación a los Piolets d’Or 2007 por su apertura a vista del Pilar Sureste del Kedar Dome (India) con Ian Parnell. En roca, suya fue la primera ascensión de Muy caliente!, el primer E10 de Gales (8b expo). Y en hielo, se le conoce por haber descubierto junto a Will Gadd el hielo spray en la cueva de las Helmcken Falls, donde con Klemen Premrl completó Spray On (WI10, M9+) y abrió Wolverine WI11.
Así pues, quedan apartados de su agenda de futuro proyectos como el que emprendió en 2012 con Liv Sansoz, que combinaba escalada y salto BASE en el Trango.