“Jumbo Love” no es un 9b más. Esta línea futurista equipada por Randy Leavitt en el Monastery de Clark Mountain (Nevada) a finales de los noventa, recibió su primera ascensión de manos de Chris Sharma el 11 de septiembre de 2008, tras más de cien intentos repartidos a lo largo de varios años.
Originariamente se trataba de una sucesión de tres largos cotados de 7b, 8c+ y 8c, que Sharma unificó en un enorme itinerario de 80 metros con un desplome mantenido de unos 40º, proponiendo el primer 9b de su trayectoria y la vía más difícil de EEUU. Por entonces ya existían en el mundo varias propuestas de 9b, pero todas rodeadas de cierta controversia: Akira de Fred Rouhling en Eaux-Claires, Chilam Balam de Bernabé Fernández en Villanueva del Rosario y el híbrido vía-bloque Ali-Hulk sit start extension de Dani Andrada en Rodellar. Entre ellas, Jumbo Love sobresalió como el primer 9b de la historia que fue aceptado de forma general y sin fisuras.
La repetición tardó en llegar siete años, y lo hizo de manos del también estadounidense Ethan Pringle el 16 de mayo de 2015, tras una largo romance con la vía que duró años y cientos de pegues.
La dificultad de la vía no está solo en sus movimientos, también en lo remoto del lugar. Hay que conducir por pistas de tierra con 4×4 unos 20 km, y luego caminar hasta pie de vía algo más de una hora. El mismo Sharma lo recordaba esta mañana, en su felicitación a Jonathan: “Claro que es 9b y todo eso, pero esta escalada es mucho más que un número. Es una de las líneas más hermosas en una ubicación remota del desierto. Escalarla requiere mucho más que simplemente la habilidad física. Uno tiene que comprometerse en todos los aspectos… Agradecido por todo el aprendizaje y crecimiento que esa vía me aportó, e imagino que Ethan y Jonathan probablemente sientan lo mismo”.
“Traté de evitar el sentimiento de que ‘merezco’ el encadene”
“Escalar esta vía ha sido un proceso diferente para mí. Realmente traté evitar el sentimiento de que ‘merezco’ el encadene. Lo que de verdad era importante para mí era simplemente abandonarme para escalar esta increíble vía, independientemente de cuánto esfuerzo requiriera”, escribía Jonathan Siegrist tras encadenar Jumbo Love, ayer 17 de mayo. Es el primer 9b para el norteamericano de 32 años quien, además de una veintena de novenos (entre ellos, varios 9a+ como las imprescindibles Biographie, La Rambla o Pachamama), cuenta con un buen puñado de bloques duros y también le da al big-wall (fue uno de los compañeros de cordada de Tommy Caldwell en el Dawn Wall).
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Ante todas las dudas de su ascensión, Bernabé creo que lo tenia fácil: podía repetir el encadene con más testigos y/o registrando un vídeo. Yo no es que no le crea… Pero proponer una dificultad estratosférica, cuando nadie ha visto la ascensión, el asegurador no se sabe quien es, está desaparecido… Compartirás, NU, que se sospeche nada bueno. Y que Álex pensara y dijera lo que dijo… No son dos cojones. Son dudas, como mínimo, bastante razonables. La primera ascensión del Cavall Bernat se puso en duda. Y sus ascensionistas, fueron y la repitieron delante de todos.
Como dijo Alex Huber con NUESTRO Bernabé: » Si no hay vídeo no me lo creo y por lo tanto es mentira y por lo tanto miente.» Así, con 2 cojones.