Los textos que a continuación publicamos, han sido redactados por uno de los miembros de la expedición rusa al Picu Urriellu, Atatoly Moshnikov. El autor retraza su viaje épico, desde las interminables horas al volante de su viejo coche hasta el momento mágico que significó pisar la cumbre del Urriellu por su vía más dura.
Descripción de la región de la ascensión
El Picu Urriellu, llamado también «Naranjo de Bulnes», es una de las cimas más conocidas de España. Cuenta con una altura de 2519 metros. Se encuentra cerca del pueblo Arenas de Cabrales, en la Cordillera Cantábrica (región de los Picos de Europa), en el Principado de Asturias al norte del país. Esta región es muy popular entre los montañeros españoles, ya que la zona es muy accesible y está equipada con un buen sistema de refugios. Pero lo más importante de todo es que el macizo cuenta con paredes que, con multitud de rutas de todas las categorías, van desde los 50 hasta los 700 metros de desnivel.
El Picu Urriellu es una cima de forma piramidal con paredes verticales en todas sus vertientes, de todas ellas la más famosa y difícil es la cara oeste que tiene 500 metros de desnivel. En total existen 68 rutas al «Picu», abiertas desde el año 1904 hasta el año 1998.
La ruta más difícil de la pared Oeste, «Sueños de invierno», la abrieron los escaladores murcianos José Luis García Gallego y Miguel Díaz Vives en el año 1983. durante 69 días (del 1 del Marzo hasta el 8 de Mayo) los dos montañeros permanecieron en la pared de forma ininterrumpida. Estos escaladores fueron muy populares en el ámbito internacional. al ser los primeros no americanos que abrieron una ruta en «El Capitán» de Yosemite, así como nuevas rutas en las Torres del Trango (Pakistán).
Cuando se abrió esta ruta estaba muy en boga la escalada libre en España, por lo que las críticas a los escaladores murcianos eran bastante habituales. Al finalizar la ruta y preguntado José Luis por la graduación de la misma, modestamente dijo que podría haber algún A4. La primera cordada que repitió la vía elevó la graduación hasta el A5 en algunos lugares.
Desde el año 1983 la parte de la vía «Sueños de invierno», que va desde la base hasta la repisa de Rocasolano fue repetida sólo 2 veces en verano, en los años 1984 y 1993, y en 1998 fue realizado un intento de repetirla en invierno, alcanzando por la ruta original solamente el tramo que llega hasta esta repisa. Que los escaladores intentaran tan pocas veces esta ruta durante periodo tan largo de tiempo, está provocado por la alta dificultad de la misma así como los escasos lugares existentes para montar reuniones y puntos de soporte artificiales, ya que el relieve es muy escaso.
Aproximación a la Montaña: 2 horas de carretera desde Oviedo hasta el pueblo Arenas de Cabrales y luego 21 km. valle arriba hasta el pueblo de Sotres (1045 m), para continuar por una pista de tierra hasta el lugar llamado Pandébano donde finaliza el camino (1212 m.) La subida desde Pandébano hasta el moderno refugio de la Vega de Urriellu situado a los pies de la pared, puede emplear todo el día si vamos con carga y la nieve es poco consistente. El refugio cuenta con guarda durante todo el año. De todas maneras, en caso de estar cerrado por alguna circunstancia extraña, fuera hay un amparo que no cierran en ningún caso. La subida desde el refugio hasta el comienzo de la ruta pasa por una pendiente de roca no muy escarpada pero cubierta de nieve, en la que se emplean entre 15 y 30 minutos, dependiendo de la calidad y dureza de aquella.
Las condiciones atmosféricas de esta región se caracterizan por los frecuentes cambios del tiempo, acompañados por fuertes vientos, que en ocasiones llegan a ser huracanados. En invierno las ascensiones son más difíciles por culpa de las bajas temperaturas. Las rocas están cubiertas de hielo y nieve, lo que complica la búsqueda de fisuras para asegurarse.
Tipo de roca: Las rocas son calizas, parecidas a las de Crimea (Costa de Mar Negro). En la parte inferior de la ruta, es descompuesta y de mala calidad.
Preparativos para la ascensión
Los miembros del equipo practican el alpinismo desde hace muchos años y han tomado parte en multitud de competiciones y campeonatos. Durante los últimos años trabajaban como guías de alta montaña y han realizado ascensiones tanto en las montañas de la ex-URSS como en extranjero. El montañero español Fernando Begega (se conocieron durante las ascensiones al Pico Korgenevskaya y al Elbrus) les propuso realizar la ascensión invernal al «Picu» por una de sus rutas más difíciles. Al estudiar la foto y el croquis hechos por los franceses en 1998, decidieron realizar esta ascensión en invierno, no teniendo previsto emplear más de 16 días para una cordada de cuatro alpinistas.
La tarea principal antes de partir para la montaña fue probar y elegir el material, tanto individual como el de grupo, así como resolver los problemas de organización y estudiar la información de las condiciones atmosféricas de la zona de Picos de Europa.
Para superar los largos más problemáticos de la ruta fueron preparados un surtido de empotradores de diferentes formas y tamaños. Especialmente elegimos 40 pequeños «stoppers», con formas geométricas variadas y construidos en materiales de dureza dispar (del blando aluminio hasta titanio). Además de «friends» de tamaño pequeño, llevamos pequeños «sectors Abalakov», los cuales trabajan muy bien en las pequeñas oquedades de la roca caliza. También llevamos clavijas de diferentes formas y tamaños. Entre los «ganchos habituales», se encontraban las uñas de acero, «bong-bong» para colocar la hamaca, «copperheads», y unos cuantos tornillos cortos para ponerlos en las grietas cubiertas de hielo.
El resto del material para la ascensión y organización de las noches en la pared fue el «normal» del alpinismo contemporáneo. Sólo una cosa chocaba para lo que es una ascensión invernal, portábamos un petate con 6 garrafas de plástico de 5 litros para el agua, ya que la peculiaridad de esta montaña, hace que en los primeros dos tercios de la ruta, sea imposible encontrar el líquido elemento.
El realizar la ascensión durante la segunda semana de febrero fue debido a los compromisos de los expedicionarios durante los meses de diciembre y enero. La fecha límite para estar nuevamente en casa venía marcada por el campeonato invernal de escalada en Rusia.
Dado que todos los miembros del equipo suben anualmente cimas de más de 7000 metros, decidimos no hacer salidas de aclimatación previas, ya que considerábamos que la altura de la montaña no podía ocasionar problema físico alguno.
Como medida de seguridad el equipo llevaba dos teléfonos móviles, con el objeto de contactar con el grupo de rescate local en caso de necesidad.
Acciones tácticas del equipo
El 11 de Febrero, tras varios días de viaje atravesando toda Europa, llegamos en coche a Pandébano (1212 m), era el final del camino por carretera. Este mismo día realizamos el primer porteo hasta el refugio de la Vega de Urriellu (1953 m), al pie de la montaña. Por primera vez podíamos ver la pared de cerca. El 12 de Febrero terminamos de subir el material hasta el refugio, llevando además parte del mismo hasta los pies de la pared. La proximidad al desplome de «La Bermella» nos permitió hacer un primer reconocimiento de la ruta. Durante los dos primeros días estuvimos embarcados en distintas tareas, como conocer las posibles vías de descenso, probar los teléfonos móviles, indagar en detalles de la vía, anotar la hora del amanecer y el atardecer, así como medir el régimen de insolación de la ruta y entablar relación con el guarda del refugio.
Para progresar por la pared empleábamos la siguiente táctica:
Durante los primeros largos, en cabeza trabajaba una cordada. Su tarea principal era superar el tramo designado y colocar las cuerdas fijas para el resto del grupo. La segunda cordada subía el material, limpiaba y enderezaba las cuerdas fijas, y ayudaba al primer escalador a orientarse en la ruta.
Resumen de lo acontecido por días
13 de Febrero: Primer día de escalada. La primera cordada la forman Klenov-Volodine. Durante la noche comenzó a nevar no parando hasta el catorce después de medio día. La cordada Klenov-Totmianine pudieron continuar la progresión después de las 15´00 horas.
15 de Febrero: Klenov -Totmianine siguen equipando los largos, Volodine baja a Pandébano a por alimentos, mientras Moshnikov filma y ayuda a orientarse a la cordada sobre la ruta.
16 de Febrero: Volodine-Totmianine equipan los largos, mientras Klenov -Mosnikov preparan la hamaca y los petates para subirlos por la pared.
17 de Febrero: Klenov-Volodine-Moshnikov terminan de equipar la ruta hasta el cuarto largo y suben la hamaca y parte de los petates hasta la reunión R3. Totmianine baja hasta Pandébano a por alimentos y garrafas vacías para el agua. Tras 5 días de trabajo en la pared se cubre la primera etapa. El siguiente paso sería el «despegue» de la tierra de todo el equipo.
18 de Febrero: A media mañana el tiempo empezó a empeorarse, la nieve y la niebla hacen su aparición. La cordada Klenov-Volodine sube hasta el fin de las cuerdas fijas e instalan la hamaca (el vivac N1). La segunda cordada sube los petates hasta la hamaca, bajando sus dos componentes hasta el refugio. La noche da paso a una mejoría del tiempo. Deja de nevar y el cielo se despeja. Durante esta jornada la cordada avanzada equipa parte del largo número cinco y se quedan a pasar la noche en el vivac número uno que habían colocado en la reunión cuatro durante la tarde. Klenov-Volodine terminan de equipar el 5º largo (el primero y más largo de A4), mientras Moshnikov-Totmianine suben por las cuerdas fijas con el resto de la carga y van retirando las de la parte inferior a su paso. Tres cuerdas de las ocho que llevan las arrojan hasta la base de la pared.
20 de Febrero: Volodine-Totmianine progresaron por el 6º largo (el segundo de A3). Al concluirlo Moshnikov toma la cabeza y resuelve el 7º largo.
21 de Febrero: la cordada Moshnikov Totmianine concluye el 8º largo. La segunda cordada desmonta el vivac y traslada toda la carga hasta la 7º reunión. Se produce el relevo en la cabeza, Klenov-Moshnikov avanzan hasta el final del 9 largo, mientras Totmianine y Volodine por las cuerdas fijas arrastran la hamaca hasta la R9, donde la fijan para pasar la noche.
22 de Febrero: la cordada Klenov-Volodine trabaja hasta la repisa de rocasolano, equipando un largo más por encima de este punto. La cordada Moshnikov-Totmianine traslada el vivac a la repisa.
23 de Febrero: el equipo pasa los últimos largos de la ruta y alcanza lacumbre. Como cabeza de cordada va A.Klenov. A las 16:00 inician el descenso por la ruta «murciana», la cual está equipada con tinglados. Klenov baja el primero, luego con el mismo seguro bajan Volodine y Moshnikov. Totmianine desciende el último, por la cuerda doble.
En total realizan 12 rápeles de 40-50 m tardando 3 horas en llegar hasta el refugio.
A causa de la dificultad del itinerario, se emplearon las cuerdas fijas durante toda la ruta a excepción de la arista cimera. El día daba comienzo con el ascenso del largo equipado la víspera, esto ayudaba a preparar el organismo para el trabajo e iniciar la escalada a pesar del frío. Durante las noches la temperatura bajaba hasta los -7 – 10 ºC.
La cabeza de la escalada iba encordada en doble (1+1). Para realizar la ascensión el equipo utilizaba el material más moderno posible: Cuerdas Beal, juego de fisureros de 3 hasta 80mm, mecanismos de seguro, jumars. etc. La presencia en la vía de reuniones con «bongs-bongs», las cuñas de madera y «copperheads» con cuerdas rotas, ayudaban a orientarse en la ruta, pero dificultaban la progresión artificial y el aseguramiento, ya que este material antiguo a veces invadía todas las grietas y agujeros.
El régimen del día durante la ascensión fue el siguiente:
8:00: La cordada se levantaba.
9-10:00: salida a la ruta.
19:00: descenso al vivac del último expedicionario.
Utilizaban alimentos preparados. Tenían reserva de gas y comida para caso de mal tiempo, así como reserva de agua para 2-3 días. En la repisa Rocasolano no había problemas para conseguir líquido, ya que las fisuras y chimeneas estaban cubiertas de hielo.
El equipo siguió el plan establecido, saliendo a la cumbre en la fecha prevista.
Apreciando objetivamente las dificultades técnicas de la ruta, se puede declarar que este itinerario de 500 m contiene importantes dificultades. El escalador debe poseer una buena técnica de escalada, así como ser capaz de trabajar con puntos artificiales de soporte en paredes extraplomadas y con presas escasas. Debe controlar las distintas técnicas de escalada artificial y tener una gran resistencia tanto física, como psíquica.
Saliendo de los largos de categoría 6, la ruta corresponde a la categoría de dificultad 6B (la escala rusa).
Descripción de los largos de la ruta
R0-R3 Parte extraplomada de la ruta. Las rocas son frágiles. El relieve prácticamente es para los empotradores pequeños y medianos.
R3-R7 Rocas verticales con presas pequeñas y fisuras cortas. Necesitan un buen surtido de empotradores.
R7-R8Travesía a la izquierda hasta la grieta larga, y por la grieta (una parte de la cual está llena de hielo), progresión hacia arriba. Necesita «friends» de tamaño grande.
R11-R15 Rocas empinadas, las cuales en la parte de arriba se pasan en libre. Hay pocos sitios para los puntos intermedios de seguro y «puntos artificiales del soporte».
Lógica de la ruta: la parte de abajo de la pared pasa a lo largo del eje del extraplomo a la derecha de la gruta (peculiar formación de gran tamaño con forma de herida abierta). La parte media y la de arriba se suben de forma directa.
Tanto para el ascenso como para el descenso es necesario llevar cuerdas no más pequeñas de 50 metros.
A lo largo de toda la ruta se pueden encontrar cuñas de madera, que sirven para orientarse.
Nota: La actividad en la pared oeste del Picu Urriellu, vía «sueños de invierno», fue merecedora del tercer lugar en el campeonato de Invierno Ruso de Alpinismo. El oro lo obtuvo la apertura de una ruta en Siberia a una montaña de 2500 metros de altura con temperaturas de -40 ºC. Sobre su dificultad técnica no sabemos nada aún.
El segundo lugar fue para una ascensión en Yarydag (Daguestán) también de 2500 metros. En el Yarydag Anatoly posee dos rutas abiertas y me comenta que allí no existe ninguna vía, ni hay posibilidad de abrirla, con la dificultad que impone el extraplomo de La Bermella; un extraplomo que le sorprendió tanto por sus dificultades técnicas como de aseguramiento. ¡Pero ya se sabe! Los jurados a la hora de emitir un veredicto lo hacen condicionados por infinidad de factores: calidad de la documentación presentada, fotografías, y otros hechos que a veces no tienen nada que ver con la misma ascensión.
Fernando Begega Alonso
La aventura del sueño ruso no termina aquí, pues en otro artículo, Atatoly Moshnikov, uno de los miembros del equipo, nos relata su viaje épico desde Rusia hasta la cima del Urriellu.
También os ofrcemos información detallada sobre los croquis de ascensión.Atatoly Moshnikov.
Traducción: Lisa Sapozhkova.
Adaptación: Fernando Begega.