Durante una semana de septiembre, Stevie Haston (52 años) se anotó un par de rutas duras: una de estilo tradicional en Craig Dorris (Gales) y un 9a en Ariege (Francia). Stevie ha regresado a la escalada tras un largo parón después de unas lesiones producidas por un accidente de snowboard en 2003. Tras mudarse a Ariege, una zona con muros y vías de categoría internacional, después de un par de años de recuperación, ha vuelto a la escalada en roca. Ya no viaja por todo el mundo para hacer alpinismo, escalada en hielo o himalayismo, ahora el inglés ha encontrado tiempo por primera vez para concentrarse en la escalada en roca. Como él mismo dijo: “Me he quedado sin patrocinador, así que no tengo dinero pero sí un montón de tiempo para escalar cerca de casa”.
‘El 9a no me hace feliz, pero sí me pone contento’
Alentado por los escaladores locales Philippe Girard (el “maestro” de la zona) y Eric Triay y las excelentes vías de la Gruta de Sabart y otras paredes de Ariege, Stevie vio que había llegado el momento de trabajar duro en el gran desplome de la cueva. Primero, encadenó Descente en Enfer (8c+) el invierno pasado y, después de un pequeño parón debido a una indisposición por pasarse con su dieta, en primavera estaba de nuevo a pie de vía. Así que, después de un verano enclaustrado en la cueva, mucho entrenamiento y dieta estricta, consiguió su sueño con el encadenamiento de Descente Lolita, una combinación que Stevie propone como 9a
No pretende compararse con Patxi Usobiaga, ni con Ramón Julián, por no mencionar a muchos otros, está claro. “Para mí, 9a es un logro interesante, al igual que para un joven de 14 años. No digo que el 9a me haga feliz, pero sí que me pone contento. Lo que me hace feliz es escalar rutas excelentes, en la roca me siento como un pez en agua cristalina… ¿Me explico?”.
Entusiasmado con su escalada, piensa volver a Gales para intentar algunas rutas de estilo tradicional. Ha sido una buena experiencia y le va a hacer volver con más ganas, tal vez quede aún combustible en el depósito. ¡No está nada mal para un abuelo! Es posible que durante los próximos meses lo encontréis probando una vía en alguna escuela.
Laurence Gouault