El proyecto, que Adam Ondra fue probando en alguna ocasión durante estos casi dos años, volvió a entrar en escena el pasado mes de febrero, cuando Stefano Ghisolfi también le puso el punto rojo a Queen Line. Desde entonces, el escalador de Turín ha ido trabajando en este ambicioso objetivo, todavía sin completar.
Ubicada en el las paredes de Laghel, King Line añade 15 metros y algunos movimientos realmente extremos a una vía que fue catalogada como “un 9b duro” por ambos escaladores, los únicos que hasta la fecha la han encadenado.
En los últimos meses, Ghisolfi ha sido el que más tiempo ha pasado en esta nueva tirada y afirma haber resuelto todos los movimientos de forma individual. El nuevo crux lo componen un paso de 9a segundo de un incómodo reposo de encaje de rodilla y otro paso que solo ha podido realizar en una ocasión y que prevé de 9b.
Respecto a la dificultad de la ruta ha hablado en varias ocasiones, llegando a afirmar que “hará que Perfecto Mundo [9b+ de Margalef que repitió en 2018] parezca un paseo en el parque”. Una afirmación sugerente que invita a pensar que será una de las vías más difíciles del planeta.
«¿Un posible 9c en Italia?»
“¿Un posible 9c en Italia? Tal vez. Ni siquiera sé qué significa realmente 9c, pero me estoy enamorando de la ruta y el proyecto en sí, no importa lo difícil que sea, me gusta porque es demasiado difícil para mí, así que necesita convertirse en un escalador mejor y más fuerte para lograrlo”, valoró hace unos días en sus redes sociales.
Además de Ondra, que comenzó a probar la vía hace casi dos años, en las últimas semanas ha sido el alemán Megos también ha sido invitado a conocer este interesante proyecto, aunque todavía se está recuperando de una lesión. El trabajo en King Line, sin embargo, se encuentra ahora temporalmente detenido. El italiano y el checo se encuentran en plena gira asiática de la Copa del Mundo que está a punto de concluir.
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