El italiano Stefano Ghisolfi cerró el 2019 con un notable encadenamiento en Santa Linya (Lleida), Stoking the Fire. “Sí, 9b con agarres húmedos es posible. Es cierto que no existen malas condiciones, es sólo debilidad, ahora ya no tengo excusas”, explicó. En 8a.nu, dio más detalles: “Probé la ruta tan pronto como llegué aquí. Los primeros cuatro días el clima fue increíble y probé muy bien las secciones y me sentí cómodo inmediatamente. Después del cuarto día me di cuenta de que podía hacerla rápido y quería dar algunos intentos en los próximos días. Llovió mucho, pero pensé que en la cueva debería ser posible escalar de todos modos, pero estaba equivocado, el agua se filtró y cuando dejó de llover estaba todo muy muy húmedo. La mayoría de las agarres se secaron más tarde, pero algunos todavía estaban rezumando agua, así que las sequé primero y luego las protegí con papel de aluminio”.
Se trata de la quinta ascensión de la vía equipada por el checo Tomáš Mrázek en 2003 y que encadenó por primera vez Chris Sharma 10 años después. “Tiene muchísimas secuencias duras y complejas sin reposos”, detallaba entonces el californiano, que la tuvo de proyecto durante años. El hecho de que fuera una vía dura en su grado no ayudó a popularizarla y pasaron tres años hasta su primera repetición. Fue Adam Ondra su protagonista, que en una entrevista detallaba que era “un 9b durísimo que no te permite reposar, darte magnesio y casi ni chapar”. Después llegaría el turno de Jakob Schubert (2018) y Sachi Amma (2019).
Con la repetición de Ghisolfi, Stoking the Fire 9b se sitúa como una de las vías más repetidas en su dificultad. Solo Fight or Flight 9b en la cercana Oliana cuenta con una ascensión más. Curiosamente, esta segunda vía también fue encadenada por Sharma y repetida en primera instancia por Ondra, Schubert y Amma. Matty Hong (2018) y Piotr Schab (2019) son sus otros repetidores.
Séptimo 9b o más para Stefano Ghisolfi
Con el encadenamiento de Stoking the fire, el escalador de 27 años suma ya siete vías de 9b o más en su libreta. Su periplo por el 9b comenzó con Lapsus en Andonno en 2015. Desde entonces, sus citas con la dificultad más extrema han ido llegando con cierta regularidad, ya sea en las escuelas catalanas o italianas.
El segundo 9b de Stefano Ghisolfi fue First round first minute en Margalef en 2017, mismo año en el que llegó la repetición de One slap en Arco. El azzurro volvió a estrenar el año 2018 en Cataluña, donde encadenó La capella en Siurana, y lo cerró con su encadenamiento más duro hasta la fecha, la primera repetición de Perfecto mundo 9b+ en Margalef.
La misma dinámica se ha repetido este 2019, que arrancó muy bien con Queen line y ha terminado con Stoking the fire. Por el camino, sus progresos en el proyecto King Line, un posible 9c en Arco, y mucha dedicación invertida en la competición: fue el quinto en la Copa del Mundo de Dificultad (22º en la combinada) y se quedó a las puertas de Tokio 2020 en el preolímpico de Toulousse. Su última oportunidad tendrán lugar en marzo en el Europeo que se celebrará en Moscú.
Antes, seguramente, le veremos disfrutando en la roca. Ya ha anunciado que está trabajando en una variante de Stoking the fire que añade una variante difícil al final, (probablemente 9a, en lugar de una salida 8b+) No entendí nada sobre los movimientos, pero parece que “Podría ser mi próximo superproyecto”, sugiere.
- Etiquetas: Stefano Ghisolfi, Stoking the fire
Probar o Escalar una via mojada no es una temeridad? si hubiera roto una chorrera o canto clave ¿Que opinaría el resto de la comunidad? No conozco la dureza de la roca en esa escuela pero en otras de caliza durante 20 años escalando he tenido la precaución de dejar secar las vías para evitar roturas…. ¿Soy el único??? Al margen de esto ¡Acojonante el encadene!!! está fortísimo el tío, eso es indudable 😉