Sébastien Bouin ha empezado el 2020 con la misma contundencia que terminó el 2019. Y es que si hace tres días anunciaba el encadenamiento de Joe Mama 9a+ en Oliana, ayer se hizo con un nuevo objetivo en tierras catalanas: Catxasa 9a+, en la cueva de Santa Linya, en la que solo ha empleado dos jornadas. “Es un estilo diferente, mucho más desplomado. Me gusta este estilo. He utilizado rodilleras y creo que puede ser un poco más fácil de esta manera. Quizás es el momento de probar algo más duro. Veremos cómo va”, apunta el francés que se ha llevado la octava ascensión, anotándosela de 9a.

Tras el encadenamiento de Joe Mama, Bouin había anunciado que su plan pasaba por seguir haciendo vías «no tan duras» para acabar de coger la forma. Como él mismo ha confirmado, “el entrenamiento está funcionando”, por lo que se encuentra más cerca del que es su verdadero objetivo, La Dura Dura 9b+ en Oliana, que hasta la fecha solo han encadenado Adam Ondra y Chris Sharma (ambos en 2013). “Tenía las betas perfectas, sin embargo, no fue posible sacar los movimientos duros (después de 30 minutos en frente de los agarres). Necesito continuar mi período de entrenamiento para volver más fuerte. Esta ruta es realmente poderosa, y si quiero volver algún día tengo que mejorar mi fuerza”, comentaba el pasado 8 de febrero.
Catxasa fue equipada por Dani Andrada, que encontró una variante de inicio para La fabela 8c+, cambiando una entrada de 8a por una sección mucho más dura, de resistencia. Línea dibujaba 45 metros en la Cova Gran de Santa Linya. En 2011 llegó su primer encadenamiento a cargo de Chris Sharma y es que la vía, como se resaltó entonces en DESNIVEL.COM, “había resistido al asedio de varios escaladores de gran nivel como los checos Tomász Mrázek y Adam Ondra, o el mismo Andrada”.
Al año siguiente, a 39ºC de temperatura, Ramón Julián realizó su primera repetición. No se quedó saciado el prolífico escalador de Manlleu (Barcelona) y una semana más tarde amplió la ruta hasta la cima de la cueva, con Catxasa R2, para la que propuso 9a+/b y que todavía no tiene repeticiones. Después llegarían las muescas de Sachi Amma (2015), Jakob Schubert (2018), Piotr Schab (2018), Jakub Konecny (2018) y Adam Ondra (2019), el último que la había encadenado hasta Seb Bouin.
Recordamos que el galo, que recientemente propuso a los mejores escaladores del mundo que visitaran sus ‘unrepeated lines’, es uno de los escaladores más en forma del panorama internacional. Solo en 2019 sumó hasta cuatro vías con un grado de 9b o más: Mamichula 9b en Oliana, Move 9b/+ en Flatanger, La Rage d’Adam 9b/+ en La Ramirole y en diciembre The dream 9b en Brar, estos dos últimos primeros y únicos ascensos hasta la fecha.