Seb Bouin viajó durante el mes de enero a la zona del Cabo Espichel, a unos 45 minutos en coche al sur de la capital, Lisboa, donde permaneció durante tres semanas disfrutando de sus acantilados de caliza.
No tardó en ponerle el punto rojo a una la vía más dura de Portugal hasta la fecha: Filipino, 9a. Se trata de una explosiva línea de unos 18 metros, ubicada en el sector Meio Mango y equipada por Mike, que solo contaba con la primera ascensión de André Neres en enero de 2019. Fue el segundo 9a de Portugal, tras Peixe Porco de la zona de Sagres, que Leopoldo Faria encadenó en 2013, con la repetición de André Neres en 2017. Tanto Faria como Neres son grandes pioneros de la escalada de dificultad de Portugal.
Su siguiente objetivo fue el proyecto Mar de Bering, en el mismo sector. Encontrar una presa clave mojada no fue impedimento para su encadene, tras el que declara: «Es difícil pronunciarme sobre el grado debido a las condiciones. Me pareció más difícil que Filipinos, pero no creo que llegue al 9a+ si tiene los cantos secos. Propongo 9a/+».
Esta misma línea le dio la opción de aumentar aún más el nivel, tal y como cuenta Seb: «Hay una entrada a la izquierda, saliendo desde el mismo final de la cueva, que añade mucha resistencia antes de unirse a Mar de Bering (de un modo similar a Jumbo Love Direct). La roca es increíble y la vía es una kingline».
De nuevo se llevó el encadene con esta variante (también equipada por Leopoldo Faria) y volvió a subir con ello la máxima dificultad del país, proponiendo 9a+/b para la nueva línea Rei de Bering.

Todavía le quedaban dos días de viaje, con lo que se decidió a «buscar una línea aún más futurista para mi próxima visita». Encontró una cueva con mucho potencial y equipó una vía por su centro: «La calidad de la roca es increíble. Se parece un poco a la roca de Flatanger, pero es caliza».
En su último día estuvo intentando la vía y cuenta que, aunque estaba cansado, consiguió resolver casi todos los pasos, dejándola pendiente para la próxima ocasión: «¡Estoy entusiasmado por volver aquí pronto!», asegura.
Durante su estancia se llevó también, entre otras, dos primeras ascensiones: el 8b Tensao Nuclear que hizo a vista, y el 8c Nessum Dorma, que hizo al segundo intento, ambos en el sector Atlantida. Todo un productivo viaje que abre nuevas posibilidades para la escalada de dificultad en Portugal.
Seb no escatima los elogios sobre la zona: «Tiene de las mejores roca caliza que he visto nunca. Las vías empiezan prácticamente desde el agua. Escalar aquí depende mucho de las condiciones, si hay olas grandes puede ser realmente peligroso, y hay días de mucha humedad, que está mojado. Es increíble escalar junto al océano, añade una atmósfera especial. Es un elemento poderoso y bonito. Los colores son únicos y hay veces que puedes ver algún delfín al final del día. Uno de mis viajes favoritos sin duda».