Ramon Julián está preparando a conciencia la inminente temporada de competiciones internacionales. El escalador catalán pretende recuperar el título de Copa del Mundo que el año pasado le arrebató el austriaco Jakob Schubert y, a medida que se acerca la primera cita mundialista, va demostrando que su estado de forma es óptimo, casi se diría que mejor que nunca.
De hecho, Ramonet encadenó el viernes la vía más dura de su carrera, a tenor de la cotación que ha propuesto para ella. Se trata de la versión completa de Catxasa (R1+R2) en Santa Linya, para la que ha sugerido un inédito 9a+/b.
Se trata de un encadenamiento con nota curiosa. Ramon Julián se había anotado la primera repetición de Catxasa 9a+ el lunes de la semana pasada, en una jornada de calor asfixiante. El viernes regresó a la vía con el fotógrafo Carlos Pérez, para realizar una sesión de fotos sobre la misma línea. Según explica el propio Ramonet en su blog, “en una de las sesiones, fui subiendo por Catxasa con el resultado inesperado de que volví a encadenarla hasta la primera reunión; a partir de allí, me motivé y me animé a seguir hasta la segunda reunión, y la sorpresa más grande fue que también encadené!”.
El propio Carlos Pérez detalla que Ramon Julián consiguió realizar “la extensión que nadie había hecho, en un pegue de 58 minutos, a casi 40 grados, mientras yo le hacía fotos… Este hombre es inhumano”. La mencionada extensión enlaza con La enmienda, cuya cadena es la R2 de la versión larga de Catxasa.
También Nit de bruixes 9a+
Pero como Ramonet no vive del pasado y continúa motivado y mirando siempre hacia delante, un par de días después de ese histórico encadenamiento –o sea, ayer domingo-, puso rumbo a Margalef para intentar aprovechar la jornada nubosa y de fuerte bajada de temperaturas que auguraban las previsiones meteorológicas.
“El objetivo era Nit de bruixes 9a+ en el sector El Balcó de l’Ermita”, señala el propio Ramon. Se trata de la vía equipada en 2006 por el prolífico Jordi Pou y que se había quedado en proyecto hasta el pasado 2 de enero, cuando Iker Pou consiguió hacerse con la primera ascensión.
Después de calentar en un par de vías, Ramonet se metió de lleno en Nit de bruixes. Aunque tuvo buenas sensaciones y veía que no se cansaba como en otras ocasiones, se le atragantaba un dinámico a mitad de vía en el que no acertaba un bidedo. Dos caídas en ese punto le obligaron a replantear la secuancia. “Al cabo de un rato de descansar, el cielo se ha puesto negro y ha empezado a llover un poco, lo que ha hecho decidirme a que era la hora de subir ya”, cuenta el protagonista en su blog, añadiendo que “le he metido a muerte a la vía y he pasado el dinámico, de seguido el paso clave de monodedos y con rapidez me he plantado en la reunión”.