Siete victorias en el Rock Master de Arco. Se dice rápido, pero hasta ese punto sólo ha conseguido llegar Ramon Julián, Ramonet, quien el pasado fin de semana se convertía en el escalador con mayor número de victorias en la competición de competiciones, el certamen escalador más reconocido del mundo y que, dejando aparte los grandes Campeonatos del Mundo y Campeonatos de Europa, es la prueba más importante del calendario internacional. (En realidad Ramón Julián «Ramonet» ha ganado otra vez en Arco, pues también ganó el Campeonato Mundo de Escalada 2011, que se celebró también en esta localidad italiana, en el mismo rocódromo del Rock Master; en 2011 el formato de competición en Arco no fué el habitual de Master entre los mejores escaladores del mundo invitados por la organización, sino Campeonato del Mundo de Escalada).
Hasta antes de comenzar la edición de 2013, Ramon Julián y Angela Eiter tenían las mismas victorias en el Rock Master de Arco: seis. Lynn Hill, la mítica escaladora americana, les seguía en este ranking al haber vencido en cinco ocasiones.
Ramonet ha vuelto a ganar y ya van siete, convirtiéndose en el escalador del mundo que mas veces ha ganado esta competición. Lo que ha conseguido es muy importante: en el Rock Master de Arco sólo participan los mejores escaladores del mundo por invitación expresa de la organización.
«Cada año me pongo a prueba, veo que estoy allí arriba, que puedo…»
¿Qué significa haber ganado siete Rock Master?
Satisfacción. Para mí es casi la competición más importante de todo el año. Es un evento especial y ganar una vez, una vez más, otra vez más… Me siento muy bien, es una cosa indescriptible. Cada año me pongo a prueba, veo que estoy allí arriba, que puedo, y seguiré luchando.
¿Cuánto tiempo hace que vienes a Arco?
Desde 2002 y siempre ha habido muy buen ambiente, un público excepcional, la gente es muy amable… me da buen rollo. Me quieren mucho aquí en Arco.
Es una competición que se te da especialmente bien, ¿por qué?
Realmente no lo sé. Es una competición en la que la forma que tienen los equipadores de equipar me va bien, el rocódromo también es de mi estilo, porque hay relieves en el panel y si hay algún paso excesivamente largo tengo opción de llegar con las formas que hay en el panel… Una combinación de todo esto.
En la vía trabajada de la competición, utilizaste una estrategia con la que desconcertaste a todo el mundo: todos los escaladores subieron probando toda la vía, pero tú te quedaste en la mitad estudiando mucho un paso pero tampoco sin probarlo mucho…
Cuando probé la vía, fui bien hasta la mitad, donde me atranqué en un paso. Me puse a probarlo, intenté mirar soluciones, pies… no me salía muy bien. Al final más o menos lo resolví, vi que lo tenía que hacer de una determinada manera, que no lo podía hacer de ninguna otra forma. Luego subí un poco más, y al inicio del techo me tiré mucho rato, porque no veía la forma de hacerlo, y pensé que si no pasaba ese paso, ¿para qué iba a tirar para arriba? Si no lo llegaba a hacer, me iba a caer y no conseguiría nada. Estuve mucho rato y se me acababa el tiempo; llevaba el reloj pero me quedé allí, probé y probé hasta que más o menos lo tuve claro. Luego me quedó muy poco tiempo y corrí hasta arriba del todo cogiendome a las cintas y a todo para ir mirando cómo eran los agarres. Pensé que si pasaba el tramo difícil ya subiría los siguientes pasos, casi a vista, porque no había probado los pasos. En la última parte de la vía trabajada solo me quedó tiempo para subir de cinta en cinta tocando los agarres para mirar si eran buenos o no.
¿Esta es tu forma habitual de trabajar vías, es decir cuando llegas a un paso si no lo logras hacer no continúas para arriba?
Exacto. Cuando pruebo una vía, me tiene que salir todo. En roca, si estoy trabajando una vía y no me sale un movimiento me bajo de la vía, porque si no hago un paso que está en la parte inferior, ¿para qué voy a trabajar los movimientos de más arriba? Pero en competición es diferente, porque aunque no te salga una vía cuando la estás trabajando, también tienes que trabajar la parte superior, porque quizás cuando salgas a competir te puede salir ese movimiento y vas a tener un problema si no sabes como es el resto de la vía…
«Arriesgué un poco, no tenía más opción».
Realmente, cuando probaste la vía agotaste casi todo el tiempo en ese paso del medio…
Sí, estaba a mitad de la vía y me quedaban solo tres minutos para trabajar el resto. Cuando me dijeron «¡Tres minutos!», hice el paso y subí corriendo a agarrar cintas y a mirar cantos a ver si eran buenos… Arriesgué un poco, no tenía más opción.
¿Alguna vez sales a competir con la preocupación de que los equipadores hayan creado pasos tan largos o tan complicados para tu estatura que no vayas a poder hacerlos?
Sí, siempre estoy con algo dentro pensando que igual me encontraré un paso muy largo o un paso muy difícil que no pueda hacer. En cualquier caso se trata de encontrar opciones y, si no hay más remedio, arriesgar.
Tampoco eres una persona que busque excusas o se queje del trabajo de los equipadores…
No suelo quejarme, aunque en algunas competiciones me da rabia porque entrenas todo el año para unas pruebas específicas y ves que estás fuerte pero no puedes hacer nada, porque te encuentras un paso de envergadura que es imposible para ti. Y eso me da rabia porque me veo que podría ganar la competición pero el equipador que monta un paso así no da opciones a los más bajitos, y ahí te quedas.
«Este año el nivel en el Rock Master de Arco ha subido bastante con respecto a otros años».
En los años que llevas viniendo a Arco, ¿la evolución del grado de las vías de la competición ha ido siempre creciendo o ha tenido picos?
Creo que este año ha subido bastante más con respecto a los otros años. Ha habido algún año que quizás ha sido más fácil. Por ejemplo, el año pasado, la vía trabajada me pareció fácil y la encadenamos Jakob Schubert y yo. Pero este año, al trabajar la vía, pensaba que había «tela», que habían subido el listón muy alto. De hecho, después de haber trabajado la vía, tenía dudas sobre si la podría encadenar.
¿Qué grado le darías a esta vía?
Te diría que 8c+ seguro.
«La vía trabajada es la más difícil que he hecho en competición»
¿Es la vía más difícil que has hecho en competición o ha habido vías más difíciles?
Diría que en cuanto a ruta trabajada es quizás la más difícil que he hecho en todas las competiciones en que he participado.
La que hiciste a vista en esta competición, ¿qué grado tendría?
Tendría un grado de 8b+ más o menos.
«Tener altura es siempre bueno para escalar»
¿Ser bajito es siempre malo o también tiene cosas buenas?
La altura creo que siempre es algo bueno. No te lo digo porque yo sea bajo, pero en una vía de competición en la que haya pasos largos, la gente más alta siempre tendrá mucha más ventaja que el pequeño.
«De momento la edad no me influye»
Comienzas a ser un escalador bastante veterano. En Arco eras el de más edad y compites contra chavales bastante jóvenes…
Sí, soy el de más edad, pero no me veo como un abuelo. Yo me siento bien, me siento joven y creo que para mí de momento la edad no me influye.
¿Te aporta algo la edad?
Me aporta más que nada experiencia. He competido mucho, he podido ver en toda mi carrera deportiva los fallos que tengo… todas las experiencias que he tenido me han servido para mejorar.
¿Hasta cuándo vas a seguir compitiendo? ¿No te cansas nunca?
No me canso porque los resultados de momento van bien. Igual, cuando empiece a bajar el pistón, y no me vaya bien, me cansaré y pararé.
¿Qué es lo que más te gusta de las competiciones?
Me gusta la sensación de estar allí y controlar toda la situación que conlleva la competición: los nervios, la presión, todo. Es una sensación que me gusta y hasta que no me canse seguiré estando allí.
«Tienes que saber lo que quieres y, si quieres ganar, tienes que trabajar»
¿Qué es lo más duro de competir?
Lo más duro para mí es sobre todo el sacrificio de entrenar. Aunque te guste mucho entrenar, llega el día en que dices “estoy cansado”; te vas al panel y te encuentras sin ganas, sin la motivación de cuando comenzaste a competir. Eso es duro, pero tienes que saber lo que quieres y, si quieres ganar, tienes que trabajar.
¿Cuántas horas diarias entrenas ahora mismo? Además, lo haces solo…
Sí, entreno solo, aunque a veces viene algún amigo a entrenar al panel. Un día típico me levanto a las siete de la mañana, a las ocho y cuarto estoy en el panel, entreno normalmente hasta mediodía, me voy a casa a comer, descansar un poco y me vuelvo al panel. Por la mañana siempre hago el tema de escalar y por la tarde el físico (tracciones, etc.).
«Soy mi propio entrenador porque soy el que mejor me conozco…»
Eres tu propio entrenador y parece que funciona…
Sí, soy mi propio entrenador, soy el que mejor me conozco…. Estuve bastantes años entrenando con David Macià, aprendí mucho y desde finales de 2005 me puse a entrenar yo solo. Al principio fue duro, porque pasar de entrenar con gente a estar solo se hace duro, pero me acostumbré y de momento no me ha ido nada mal.
Entrenar solo, sin nadie que te dirige, puede hacer que caigas en la inercia de trabajar lo que más te gusta…
Es difícil, porque si entrenas solo, en vías o búlder siempre haces los movimientos que se te dan mejor, en cambio cuando lo haces con gente, se intentan pasos que igual a ti no te salen o no te imaginas que podrían salirte. Eso es lo que más echo en falta al entrenar solo.
«Cuando escalo en roca y regreso al plafón noto que he perdido resistencia…»
Roca y resina, ¿cómo lo combinas?
Cuando estoy una semana o dos escalando bastante en roca, que no toco el panel, lo noto. Cuando voy al plafón noto que he perdido resistencia… no estoy tan en forma como cuando estoy entrenando en panel y luego me voy a la roca. Pero normalmente, cuando estoy de vacaciones, en verano, me voy unos días a escalar en roca y tampoco pierdo mucho.
¿Cómo ves tu futuro? ¿Has pensado qué harás cuando acabes la época de competiciones?
No lo tengo muy claro, pero me gustaría algo relacionado con la escalada, que es lo que más me apasiona.
Tenemos un problema en nuestro país a nivel de competición, ya que ahora mismo sólo estás tú. ¿Cómo lo ves? ¿Hay otra generación detrás de tí? ¿Hay suficiente apoyo institucional?
Las federaciones ya apuestan. En el Centro de Tecnificación de Cataluña hay chavales fuertes, por ejemplo está mi sobrino Roger Jiménez a quien estoy entrenando yo y de momento ya ha pasado a la final en su primera competición. Luego también hay el Centro de Tecnificación del País Vasco donde Mikel Linacisoro está muy fuerte. Hay bastante gente joven que sube fuerte, pero en competición es diferente a estar fuerte en roca. Si conseguimos que sigan motivados, creo que pueden llegar a competir internacionalmente en los primeros puestos.
«Los nervios es lo que no permite escalar bien en competición a todos los escaladores»
Danos un secreto, un consejo, algo en lo que veas que la gente acostumbra a fallar en competición…
No creo que la gente cometa errores en competiciones, pero la competición es diferente y creo que lo que influye mucho en la gente son los nervios y eso es lo que no permite escalar bien a todos los competidores. Es algo que yo tengo bastante asumido. Cuando estoy en una final y salgo el último, yo también paso nervios porque siento que llevo muchos años, que la gente espera mucho de mí… y no puedo fallar. Siento un poco de presión. Pero suelo mantenerla a raya.
Eres una persona muy familiar que siempre vas acompañado a las competiciones en las que participas…
Me gusta que vengan conmigo mis padres, mi novia, mi sobrino… porque me apoyan mucho. Veo que les gusta verme allí dando caña. Si gano, mejor que mejor, pero sólo saber que están ellos allí es como una motivación adicional.
¿Cómo fueron tus inicios en la escalada? Con tu padre, ¿verdad?
Sí, empecé a escalar a los 13 años, pero al segundo día de escalar me rompí el pie en una caída y volví a empezar a los 14 con mi padre. Escalaba yo y él me aseguraba, hasta que al cabo de los años empecé a conocer a más gente y salir más con otros compañeros, aunque mi padre siempre me ha seguido, me ha apoyado mucho y me ha venido siempre a asegurar cuando no tenía a nadie con quien escalar.
¿Cómo fueron esos inicios?
A mi padre siempre le ha gustado mucho la montaña. Su deporte favorito es el ciclismo, pero también tenían un grupo con el que iban siempre a la montaña. Por eso me introdujo a mi, luego conocía a gente que escalaba y un día encontramos a unos amigos suyos en una zona que hay cerca de mi casa, me dejaron probar y dije “este es lo mío”.
Tú que conoces tantas vías y conoces tan bien Siurana, ¿cómo es Estado crítico, el 9a que hizo a vista Alex Megos y que fue el primero de la historia?
Yo lo hice en 2004 y me acuerdo de la vía, pero sé que hace unos años se rompieron cantos en el medio y no sé qué tal es ahora. Pero que es una vía dura, está claro y es impresionante lo que ha hecho.
¿Cómo ves la escalada a vista? Para ti debe ser muy complicado encontrar vías en Cataluña que no hayas visto nunca y luego no ver fotos, vídeos y que nadie te cuente nada de ellas…
Hoy en día, con internet y las redes sociales, salen muchos vídeos. Igual quieres hacer una vía y han salido ya cinco o seis vídeos, información, fotos… Es un poco difícil, porque si quieres hacerlo a vista no tienes que tener nada de información.
O sea, que un escalador a vista tiene que vivir casi aislado de la información del mundo…
Exacto, no puedes saber nada, porque hoy en día en todos los sitios sale información de todo el mundo.
Da la impresión de que a ti te gustan más las vías trabajadas, ¿no?
Sí, quizás es lo que mejor se me da, pero me gusta también mucho escalar a vista.
¿Lesiones has tenido alguna vez?
Sí, he tenido varias. He tenido tendinitis en los dedos, en 2009 tuve una lesión entre el dedo pequeño y el cuarto de la mano que me impedía bajar el dedo pequeño y estuve todo un año compitiendo fatal (no podía coger bidedos), no rendía, la motivación ya no era la misma, pero seguí tirando hasta que al cabo de tres meses me fui a un fisio en Barcelona y fue mi remedio. Desde entonces, voy asiduamente al fisioterapeuta a que me descargue, a que me mire los dedos… Si veo que me hace daño algún dedo, me voy directo con él.
¿Qué planes tienes ahora?
Seguir con la Copa del Mundo. Ahora voy segundo, faltan seis pruebas e intentaré remontar y estar en primera posición, porque me veo en forma y sé que puedo hacerlo.
Es muy larga la Copa del Mundo, ¿no?
Tampoco son muchas pruebas, pero a final de año acabas cansado, porque entrenar y viajar tanto para las competiciones cansa. Pero se me da bastante bien.
Durante todo este tiempo, la roca la vas a tocar poco, ¿no?
Sí, ahora la voy a tocar poco, porque me vienen bastantes competiciones seguidas. Sólo podré escalar algún fin de semana que no haya competición, pero ahora vienen todas apretadas, a muerte.