En Brasil, los estados que todavía tienen mayor potencial para abrir rutas largas son Minas Gerais y Espírito Santo. Hay muchas montañas de granito, paisajes increíbles y gente muy hospitalaria.
Yo (Ed Padilha) y mis compañeros de escalada Valdesir Machado y Willian Lacerda vivimos en el sur de Brasil y recorrimos 1400 kilómetros para llegar a la ciudad de Afonso Cláudio, en el interior de Espírito Santo, que está rodeada de montañas de granito.
Una vez allí, hicimos un recorrido con un escalador local que nos mostró diferentes posibilidades de líneas, ya que hay muchas paredes y muy pocas vías. Cuando vimos la cara suroeste de Pedra da Lajinha, se nos iluminaron los ojos y también fuimos recibidos muy amablemente por el personal de la finca que da acceso a la muralla.
Nos instalamos en la propiedad y al día siguiente abrimos un sendero de acceso que tomó una hora y abrimos 280 metros de vía. Dejamos cuerdas fijas y bajamos a la comodidad de la finca, y cuando llegamos, los dueños nos habían dejado huevos y fruta fresca de regalo.
Al día siguiente, refrescados por unas caipirinhas y un buen sueño, abrimos otros 180 metros. Descansamos al día siguiente, porque se pronosticaba lluvia. Sin embargo, el otro día, cuando pretendíamos llegar a la cumbre, llovió. Nos refugiamos en un agujero gigante en la R7 y esperamos a que dejara de llover. Allí preparábamos café, dormíamos e hacíamos música. De repente paró de llover y subimos por las cuerdas fijas hasta la R9.
Comencé el tramo en artificial, con la pared goteando, pero a mitad de camino pude calzarme los pies de gato y salir en libre por una secuencia de agujeros alucinante. Y así avanzábamos, con el tiempo alternando entre un viento fuerte y frío y un calor abrasador. Por fin conseguimos llegar a la cima pasadas las ocho de la noche.
Felices, comimos puré de patatas y nos desmayamos en los restos de un antiguo edificio, al abrigo del viento helado. El otro día, mucho café y bajamos por el sendero. Dos días después repetimos la ruta en un largo día de escalada para confirmar los grados de cada largo y disfrutamos mucho de esta hermosa línea.
En esta región todavía hay mucho por explorar, ya que Pedra da Lajinha, que es una montaña inmensa, tiene sólo dos rutas, la que abrimos y otra de 1150 metros de largo. Y, en los alrededores, hay innumerables muros sin vías.
El nombre de la ruta O Trem da Minha Vida, proviene de una de las principales canciones populares de Brasil, llamada Romaria. El compositor pide a la santa que lo proteja: “ilumina la mina oscura y profunda, el tren de mi vida”.
Datos prácticos:
- Ubicación: Pedra da Lajinha, ciudad de Afonso Cláudio, estado de Espírito Santo
- Afonso Cláudio: la ciudad tiene buenos restaurantes y hoteles, además de mercados para comprar alimentos. Entre sus montañas mas conocidas están Pedra da Lajinha y Pedra dos Três Pontões.
- Aeropuerto: Vitória, ES (distancia 156 km)
- Dónde alojarse: Sítio Lajinha Família Bragatto (Airbnb)
- Acceso: 20 minutos caminando desde Sítio Lajinha.
- Sendero Wikloc.
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