La trilogía alpina realizada por Iker y Eneko Pou este año es, quizás, la actividad más destacable protagonizada por escaladores de nuestro país. Los hermanos se llevaron Solo per vecci guerreri (150 m, 8c) en julio, Pan Aroma (500 m, 8c) en agosto y Zahir (300 m, 8b+) en octubre, completando un trío de vías bastante reseñable. También en la cordillera alpina, tuvo lugar la actividad que recibió el premio FEDME de alpinismo europeo, la primera ascesión a vista y en el día de Divine providence (7b+, 900 m) al Pilier de l’Angle a cargo de Manu Córdova y Oriol Baró.
En el interior de nuestras fronteras, destaca la liberación por parte de Javier Cano de Los manjares di la mia mama, un 8b de autoprotección que se postula como lo más duro de Gredos. Mientras que Dani Andrada le daba un tiento a las vías largas en Ordesa, donde nunca había escalado y de donde se llevó la clásica Zaratustra (8a/+) a vista.
Entre los nuestros, reseñar también la impresionante realización de Sílvia Vidal en el valle indio de Kinnaur, donde invirtió 25 días para abrir en solitario la vía Naufragi (1050m, A4+) al Kailash Parbat.
Alpes
Curiosamente, Pan Aroma recibió, poco antes de la llegada de los Pou, la primera repetición, a cargo de Hansjörg Auer; y Helmut Kotter también la escaló ese mismo mes de julio. El alemán, además, sumó otra clásica alpina Bellavista 8b+ a su currículum. Una Bellavista que también disfrutó David Lama.
El austriaco también escaló la Voie Petit y, junto con Jorg Verhoeven, consiguió liberar el impresionante techod e la cara oeste del Monte Brento, con Brento Centro (8b, 1.100 m). Pero no todo fueron cosas buenas para Lama, que ha estado en el centro del huracán de la polémica provocada por los parabolts y el material abandonados en la vía del Compresor del Cerro Torre (Patagonia), que fracasó en su intento de liberación. A pesar de sus excusas y disculpas, Rolando Garibotti tuvo que actuar a finales de año para cortar varios de esos parabolts, en un intento de devolver el aspecto original que Maestri dio a la vía.
Otros lugares
También ha habido vida escaladora más allá de los Alpes. Mucha y variada actividad se ha desarrollado en Yosemite, aunque seguramente lo más relevante ha ocurrido lejos de Europa y de América. Concretamente ha sido en Madagascar, donde viajó Adam Ondra para escalar Tough enough (380 m, 10 largos, 8b+) y Mora Mora (700 m, 12 largos, 8c) en libre y en el día.
También Sonnie Trotter dejaba una nueva creación en Squamish, Sugar daddy (5.14/8b+), mientras Stefan Glowacz y Holger Heuber abrían Behind the Rainbow (16 largos, 8b) en los Tepuis venezolanos. Este viaje interconintal tiene también parada en Noruega, donde el local Sindre Saether liberaba en agosto los 37 largos de hasta A4+ de Arch Wall.
En femenino
Antes de terminar, no hay que olvidarse de Nina Caprez, una de las escaladoras más activas en duras paredes del ámbito internacional. Los encadenamientos más interesantes de la suiza este año han sido Hotel Supramonte (400 m, 8b) en Cerdeña junto a su pareja Cédric Lachat y Ali baba (250 m, 8a+) en Aiglun.