Adam Ondra tenía cuentas pendientes en Noruega. Ya había anunciado que, el año pasado, durante el proceso de equipar y encadenar Change, el primer 9b+ del mundo, había comenzado varios otros proyectos de máxima dificultad en la zona. Varios de ellos equipados por él mismo. Después de conseguir su primer 9a a vista con Cabane au Canada en Rawyl, decidió que había llegado el momento de regresar al país escandinavo para intentar resolver alguna de aquellas cuentas pendientes.
Para empezar, 9a/+ en Hell
De camino hacia Flatanger y la ya famosa cueva de Hanshelleren, Ondra realizó una parada técnica en la escuela de Hell, situada cerca de Trondheim, un par de horas y media antes de llegar a Flatanger. Allí, se enfrentó a Purgatory, un proyecto que ya había probado el año pasado durante un día.
La línea en cuestión, para la que ha propuesto un grado de 9a/+, tiene unos primeros movimientos muy duros y a bloque, que por ellos mismos se situarían alrededor del 8B de búlder, según señala UKClimbing.com. Después, la dureza de la vía se reduce sensiblemente, aunque continúa exigiendo bastante hasta el final.
El escalador checo, que ha descrito el itinerario en su scorecard de 8a.nu como “vía perfecta de fuerza resistencia”, resolvió la cuestión pintándole el punto rojo en el segundo pegue que daba este año a la roca caliza de Purgatory.
Malas condiciones en Flatanger
A continuación, Adam Ondra recaló de nuevo en Flatanger y en la cueva de Hanshelleren. Allí se encontró con unas condiciones poco favorables para lograr encadenamientos de alta dificultad. De hecho, topó con fuertes lluvias primero y temperaturas inusualmente cálidas despuós. Así pues, no tuvo demasiadas opciones de encadenar las varias vías que él mismo había equipado el año pasado en la roca granítica del lugar, durante el proceso de equipación y encadenamiento de Change.
Eso sí, en una mínima tregua que le dieron las condiciones, consiguió hacerse con la primera ascensión de otro proyecto del lugar, en este caso equipado por el local Lars Audun Nornes y bautizado como Iron courtain. “Un proyecto menos, ¡a por el próximo!”, escribe el propio Adam Ondra en su scorecard de 8a.nu. Y cuenta cómo necesitó seis días de intentos durante este viaje, además de muchas jornadas de una paciente espera a que llegasen buenas condiciones… o al menos aceptables.
La muestra de que, incluso en el día del encadenamiento, esas condiciones no eran perfectas es el hecho de que en su primer intento del día cayó un metro por debajo de la cadena por culpa de una presa mojada. Descorazonado y cuando ya estaba convencido de esperar hasta el día siguiente, se desató una fuerte ventolera que, además de romper los palos de su tienda, contribuyó a secar las presas húmedas. El checo, como es costumbre, no dejó pasar la oportunidad y se lanzó de nuevo a por un segundo intento a última hora del día, que a la postre fue el bueno.
El desarrollo de una escuela
Con esta vía, Adam Ondra prosigue el desarrollo que ha protagonizado de la escalada deportiva en la cueva de Hanshelleren y en Noruega en general durante el último año. Además de Purgatory 9a/+ y de Iron courtain 9b, su libreta incluye otras tres primeras ascensiones de novenos en el país nórdico: Illusionist 9a, Thor’s hammer 9a+ y Change 9b+, además de otro par de 8c+ Banana ballet y Dharma.
Además, Iron courtain es el séptimo 9b encadenado por Ondra, después de Golpe de estado y La Capella en Siurana, Chaxiraxi y Fight or flight en Oliana y Chilam Balam y La Planta de Shiva en Villanueva del Rosario.