Parece que el mes de febrero ha traído algo más de acción al granito de Patagonia. Después de un enero marcado por las tragedias, con la muerte de tres escaladores y varios operativos de rescate, las cortas ventanas de buen tiempo de este mes están siendo muy bien aprovechadas por los necesitados trepadores patagónicos.
Un ejemplo de ello son los eslovacos Ondrej Húserka y Jozef Kristoffy, que han podido realizar no una, sino dos actividades remarcables, meteorología mediante. Vale la pena tener en cuenta que ambos son escaladores de alto nivel en su país. Jozef Kristoffy se anotó la liberación de Corona 8c, la vía de largos más dura de los Montes Tatras.
Primer acto en el Cerro Torre
Ondrej Húserka y Jozef Kristoffy llegaron a Patagonia a mediados de enero y, después de un infructuoso intento a la Aguja Poincenot, tuvieron que aguantar 10 días consecutivos de mal tiempo antes de regresar a las montañas. Entonces se fueron a por una de las líneas más emblemáticas, el Filo Sureste del Cerro Torre, conocida así desde la desaparición de los clavos de Maestri de la antigua Vía del Compresor.
Ambos escaladores apuntaban en sus redes sociales que para ellos era “un sueño hecho realidad” el haber tenido la oportunidad de ascender “una de las vías más bonitas del alpinismo mundial actualmente”.
El cronista patagónico Rolando Garibotti señalaba algunos detalles de la ascensión en las redes sociales de Patagonia Vertical: “Partieron del Col de la Paciencia, llegando al largo más duro (7c) pasado el mediodía. Intentando hacerlo en libre, uno de ellos rompió una presa y arrancó dos clavos que estaban in-situ. Entonces decidieron escalar la fisura Haston, vivaqueando al pie de las Torres de Hielo. La mañana siguiente hacía mucho calor, caían pedazos de hielo por todos lados y gran parte del headwall estaba mojado. A pesar de estas malas condiciones lograron escalar la variante Lama, alcanzando la cumbre a las cuatro de la tarde”.
Segundo acto en El Mocho
Días más tarde, se les presentó una nueva oportunidad en forma de ventana de buen tiempo, que decidieron intentar aprovechar en El Mocho. Allí, escogieron la línea Bizcochuelo (400 m, 6b, A1), escalada por primera vez por los italianos Gian Carlo Grassi, Roberto Pe y Mauro Rossi en diciembre de 1986, según los registros de PataClimb.com. Aunque esta es la única ascensión reseñada, existen dos variantes de la misma, de Monica Malgarotto, Alberto Rampini y Maurizio Venzo (Via di Sinistra, 1987) y de Mason Earle, Nico Favresse y Sean Villanueva (Jingus variation, 2009).
Los dos eslovacos siguieron el recorrido original y consiguieron escalarlo todo en libre, con dificultades máximas de hasta 7a+.