NARANJO DE BULNES

Nina Caprez y Sasha DiGiulian se disputan el derecho de intentar Orbayu

Dos de las mejoras escaladoras del mundo han chocado en el Picu Urriellu. Ambas pretendían la primera femenina de Orbayu y al final, la estadounidense renuncia a intentarla este verano.

Adam Pustelnik encadenando el largo clave de “Orbayu” (8c+/9a en la graduación original
Adam Pustelnik encadenando el largo clave de “Orbayu” (8c+/9a en la graduación original
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Nina Caprez y Sasha DiGiulian han abierto uno de los debates clásicos del mundo de la escalada. Se trata del cierre de una vía por parte de un escalador que la intenta y que, mientras tanto, no permite que otros lo hagan también. Una cuestión que no tiene discusión cuando quien cierra el proyecto es el equipador, que quiere reservarse la primera ascensión, pero que presenta unos términos mucho más difusos cuando quien reclama el derecho de reservarse la vía no tiene otro argumento que el «yo la vi primero».

Algo así es lo que ha ocurrido entre la suiza y la estadounidense con Orbayu. Los hermanos Pou abrieron esta línea de 500 metros en 2008 y realizaron la primera en libre en 2009, proponiendo para el más duro de sus 13 largos una dificultad máxima de 8c+/9a. Ese largo, y otros cuatro de entre 8a y 8a+, situaron inmediatamente a la creación de Iker y Eneko como candidata a la vía de largos más dura del mundo. Un estatus del que dudaron sus primeros y hasta ahora únicos repetidores, Adam Pustelnik y Nico Favresse (2011), para quienes lo más duro no superaría el 8c.

El año pasado, Nina Caprez y su pareja Cédric Lachat viajaron hasta el Naranjo para realizar una primera inspección de Orbayu y anunciaron que iba a ser su gran proyecto para este 2014. Desde entonces, se han estado preparando a fondo para poder realizar el encadenamiento en libre, y muy especialmente la primera femenina a cargo de Nina Caprez. Como cordada, tienen una amplia experiencia en tapia extrema: las repeticiones de Hotel Supramonte (400 m, 8b) en Cerdeña y de Delicatessen (150 m, 8b) en Córcega, y las primeras femeninas de Silbergeier (200 m, 8b+) en el Rätikon y de Carnet d’adresse (250 m, 8b+) en el macizo de Chartreuse.

El pasado 1 de mayo, la escaladora suiza colgaba un post en su blog expresando una vez más su enorme motivación por el proyecto Orbayu y lanzando una campaña de micromecenazgo para intentar conseguir fondos para la realización de un vídeo que promete, en el que pretenden utilizar incluso un dron. En lo deportivo, Nina Caprez conseguía la semana pasada encadenar el segundo 8c+ de su carrera después de Mind control (Oliana), con Hélix au pays des merveilles, en Montpellier.

La entrada en escena de Sasha DiGiulian

En medio de todo esto, ha entrado en escena Sasha DiGiulian. La novenogradista estadounidense tuvo el año pasado su primer -y exitoso- contacto con las grandes vías haciendo cordada con Edu Marín en míticos itinerarios de Dolomitas como las primeras femeninas de Bellavista (8c) a la Cima Ovest y de Camillotto Pellissier (8a+) a la Cima Grande. Buscando un nuevo objetivo, de nuevo con Edu como compañero de cordada, se le ocurrió mencionar a algunos medios de comunicación y amigos que intentaría la primera femenina de Orbayu.

Entonces Nina Caprez reaccionó, pidiéndole que no fuera ya que ese era su proyecto. Sasha DiGiulian le ha hecho caso y ha anunciado que no irá este verano al Picu (se habla quizás de WoGü 230 m, 8c en el Rätikon), y ha publicado el siguiente reflexivo post en su blog:

Con la progresión de la escalada y con más gente involucrada en ella, las primeras ascensiones y las primeras ascensiones femeninas se convierten en más raras en las zonas populares. Así que, ¿cómo decidimos quién tiene acceso a esas vías? Está claro que el nuevo desarrollo es crucial, y cuando hay un proyecto equipado y la persona que lo ha hecho lo abre a los intentos de la comunidad, todo el mundo debería tener las mismas oportunidades de intentarlo, ¿no?

Esta es una controversia que puede ocurrir más a menudo que antes.

Las productoras necesitan filmar a escaladores para producir vídeos de escalada. Y además, las tramas de las historias son importantes para el éxito de los vídeos.

Cuando escaladores profesionales deciden un proyecto para filmar, esto es, al menos para mí, una experiencia única de encontrar lo que es estéticamente inspirador, un desafío físico y tiene ese factor extraordinariamente especial a mis ojos. Este factor extraordinario incluye que la línea no se haya hecho antes, o para mujeres, que no haya sido hecha por otras mujeres. Primeras ascensiones y primeras ascensiones femeninas son un orgullo porque esencialmente abren las puertas al resto -prueban que una serie de movimientos enlazan y que la escalada es posible-.

He hablado con varios medios y amigos acerca de mis planes de intentar la vía de Iker Pou, Orbayu en el norte de España con Edu Marín, mi compañero de cordada de Bellavista. Iker Pou abrió la vía hace varios años y desde entonces ha habido unas pocas ascensiones y ninguna femenina. Habíamos organizado medios e involucrado a nuestros patrocinadores con la propuesta de proyecto, y entonces esta mañana recibí un mensaje de una amiga mía de Suiza, Nina Caprez, informándome de que este ha sido su proyecto soñado y que su novio, Cedric Lachat, y ella tienen planes de equipar la vía con cuerdas estáticas y equipo para el equipo de filmación en junio, y luego estarán en el muro e intentarán completarla hacia agosto.

Tengo un respeto tremendo tanto por Nina como por Cedric como escaladores profesionales. Debido a este respeto, he decidido que no voy a entrometerme haciendo esta vía este verano porque su agenda de filmación ya parece cerrada, pero quizás si estás haciendo una película sobre algo, tienes tiempos designados a filmar y no filmar, y escalar al mismo tiempo. Los proyectos de varios largos son difíciles porque la gente no puede hacer la vía al mismo tiempo, pero puede haber ventanas de oportunidad como una solución, quizás. Entonces, quizás proyectos como este son verdaderos duelos… quien hace la primera ascensión hace la primera ascensión (femenina).

Nadie debería tener el derecho de reclamar la primera ascensión si es un proyecto abierto; pero ¿en qué punto una petición se ha desarrollado suficiente hasta el punto de que entre escaladores profesionales respetes el proyecto de filmación de esa persona y te vayas a otra parte a intentar una vía diferente?

Dicho esto, tengo el mayor de los respetos por el equipador inicial. Creo que si él o ella quiere tomar posesión o hacer reserva de la línea que ha equipado y limpiado durante un cierto tiempo, es algo completamente válido. No obstante, las líneas se vuelven borrosas cuando otra persona ha abierto la vía y la deja abierta que cualquier la pruebe.

Comentarios
22 comentarios
  1. Nina hubiera sido mucho más elegante si hubiera invitado a Sasha a participar en su proyecto. Vale que ya lo tendría todo en marcha, pero podría haber hecho una readaptación del guión. Lo otro que no me gusta demasiado es que se apodere de la vía… Que estés escalando un itinerario no quiere decir que no puedan entrar en él el resto de escaladores. Cuando hay dinero de por medio, la amistad, el compañerismo y todo eso… Se deja fácilmente a un lado…

  2. Ambas posturas respetables (17)? Pues no veo claro, en dos meses no hay hueco para que le den las dos? En fin, cosas suyas. Me gusta la postura de Sasha: respeto al betado del equipador o primer intento en libre, pero no a las repeticiones.

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