Hace apenas un mes que Mikel Linacisoro celebraba en Baltzola su segundo encadenamiento en el noveno grado, con la repetición de Obaba 9a. Unas semanas que ha dedicado a otra vía de la cueva, que ha terminado anotándose también. Se trata de Il domani 9a, una línea con un sabor especial para él.
Mikel Linacisoro tiene 20 años de edad y suma tres ‘nueves’ en la página correspondiente de su libreta, que estrenó en 2016 con Begi puntuan 9a de Etxauri. En 2017 Mikel también se llevó 4×4 8c+/9a en Sagasta (Atxarte), que hizo en cuatro intentos, firmando la quinta repetición a esta vía con primera de Rubén Díaz en 2015. Y el verano pasado, sumó Tas tas 8c+/9a, en Baltzola.
Una buena cosecha de vías duras para un escalador que ha focalizado principalmente su actividad en el plafón y que se ha visto empujado a la roca debido a las restricciones.
Hablamos con él sobre el encadenamiento de Il domani y sus próximos proyectos.
“Desde que era pequeño he tenido esta vía en mente”
¿Qué representa para ti haber escalado Il domani?
Una gran alegría; desde que era pequeño he tenido esta vía en mente. Hace muchos años, veía la línea y soñaba con el día de encadenarla. Es una vía con mucha historia. Fue abierta y encadenada por Patxi Usobiaga en 2003, encadenada a vista por Adam Ondra en 2014… el encadenamiento y el trabajo de Ander Lasagabaster en la vía me motivaron mucho, y así empecé a probarla con Joxean Mulas hace años. Todo esto hace que sea una vía muy especial para mí.
¿Cuándo decidiste ir realmente a por esta vía y cuánto tiempo e intentos te ha llevado?
La probé hace unos cinco años, allá por 2015, pero todavía me quedaba un poco grande. Desde entonces, no la había vuelto a probar hasta este año cuando, después de hacer Obaba, decidí intentar la vía. No me acuerdo del número de pegues que le di hace cinco años, pero me acordaba bien de las secuencias y gracias a eso he podido hacerla bastante rápido, tras probarla este último mes.
“La encadené al tercer pegue del día, cuando más cansado iba”
¿Qué te ha resultado lo más difícil?
Lo más difícil de la vía es el bloque central. Es como un 7C+ de bloque que hay que encadenar después de escalar unas diez cintas. Es el punto clave de la vía.
¿Cómo fue el día del encadenamiento?
Bien… La encadené al tercer pegue del día, el pegue en el que más cansado iba, pero en el que me salió todo perfecto. Estuve a punto de irme a casa después del segundo pegue, pero como llevaba una semana confinado en casa y tenía ganas de escalar, decidí darle un último intento… y menos mal que se lo di.
“Ya se empiezan a echar de menos las competiciones”
Por estas fechas, deberías haber estado en el Campeonato de Europa, ¿qué pasa por tu cabeza al no poder haber estado?
Me da mucha pena no poder estar ahí luchando con los demás competidores. La verdad es que estoy muy contento y a gusto por poder escalar más en roca, pero después de un año así ya se empiezan a echar de menos las competiciones y los viajes con el equipo. Estoy impaciente por que empiece la siguiente temporada.
¿Cuáles son tus próximos proyectos y sueños en la escalada?
Mientras siga esta situación, seguiré escalando en roca y, quién sabe, puede que prueba alguna vía más dura. Por el contrario, si la situación va a mejor y las competiciones vuelven, quiero centrarme y hacer un buen año en competición. Estoy motivado para entrenar duro y poder tener unos buenos resultados en la Copa del Mundo del año que viene.