La liberación de grandes vías del Capitan ha sido desde casi siempre uno de los grandes objetivos de los escaladores más ambiciosos del valle de Yosemite. Historias como la ascensión de The nose por Lynn Hill, la de Free rider de los hermanos Huber o la más reciente del Dawn wall por Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson entre otras han motivado e inspirado a varias generaciones de roqueros.

Mason Earle y Brad Gobright se reconocen entre ellos. Su atención se posó en la Heart route de la cara suroeste del Capitan. Una vía cuya primera ascensión correspondió a Chuck Kroger y Scott Davis en 1970 y que recorre los más de 900 metros de altura de la pared de abajo hasta arriba. El tramo superior de la vía formó parte de la famosa variante Golden gate de Alex Huber y Max Reichel (2001), cuya parte baja transita por Salathé wall.
Los dos estadounidenses empezaron a trabajar en la liberación de Heart route hace cinco años, esforzándose por liberar todos los largos y aportando algunas variantes que permitieran esquivar las fisuras rellenas de vegetación por las que transita el itinerario original. El proyecto quedó en suspenso durante dos temporadas, debido a que ellos mismos dudaban de que fuera posible.
Finalmente, la vía en libre incluye nueve largos de 5.13 (entre 7c+ y 8b) y otra docena de 5.11 (entre 6c y 7a). El movimiento técnicamente más difícil se encuentra en el sexto largo y es la clave para encadenar la vía. Se trata de un largo dinámico lateral hacia abajo, muy morfológico. De hecho, la cordada liberadora advierte que es necesario medir 1,80 m para alcanzar las presas desde las que realizar ese movimiento con cierta seguridad. Así y todo, Mason Earle se produjo una subluxación de hombro en uno de sus intentos.
Cotación de vía y bloque
Para él, el grado de ese movimiento dinámico sería de V10 por sí mismo, es decir 7C+ de bloque. El resto de ese largo tendría una dificultad de vía de 5.13b (8a). Mason Earle ha optado por mantener ambos grados para cotar el citado largo, lo que podría traducirse como un largo de 8b si se prescindiera de la escala bloquera.
En referencia al estilo seguido por la escalada, Mason Earle y Brad Gobright emplearon el sistema habitual en Yosemite de alternar largos de primero durante la ascensión. Sin embargo, sólo el primero de ellos consiguió completar la vía hasta arriba, ya que Gobright no fue capaz de hacer el difícil dinámico clave. Se quedó, pues, a escasos tres metros del encadenamiento.