El escalador vitoriano ha decidido retirarse de su intento en solitariode hacer la primera repetición de la vía del Pilar Oeste, más conocida como’vía Piola’, de la Torre Sin Nombre del Trango, después de permanecerdiecisiete días en la pared, de los cuales, el mal tiempo le mantuvo retenidoen el interior de su hamaca once días. Madinabeitia ya ha regresado alcampamento base, donde se encuentra en perfecto estado, aunque cansado, tras undescenso complicado técnicamente, debido a la longitud de la vía, y no exentode peligro, ya que lo tuvo que efectuar bajo un fuerte temporal de nieve yviento, con temperaturas bajas y visibilidad escasa.
Madinabeitia, que comenzó la escalada de la vía el pasado 25 de julio,consiguió ascender los catorce primeros largos de la misma, aprovechando losescasos días de buen tiempo, además de cortos espacios de bonanza en losmuchos días malos, once de diecisiete.
En solitario, más difícil
Entre esos catorce largos, que le condujeron hasta más de la mitad delrecorrido abierto en 1987 por la cordada franco suiza de Michel Piola, se ha enfrentado a dificultades de hasta 6c en libre y A4 en artificial, cotaciones a las que hay que añadir la enorme complejidad que supone escalar ensolitario.
En esta técnica, el montañero prácticamente repite tres veces cada largo,ya que tiene que escalarlo con autoseguro, descender en rápel, ascender por lacuerda fija instalada para retirar el equipamiento utilizado para seguridad yprogresión, y ascender para subir los petates de material.
Escalando en equipo,un miembro de la cordada escala asegurado por otro, otro asciende por la cuerdafija para retirar el material, y el trabajo de ‘petateo’ se reparte entre todoslos miembros de la cordada.
El mal tiempo ha sido una constante en el Karakorum durante las últimassemanas, con una sucesión casi constante de frentes procedentes del suroeste,de carácter monzónico, que han descargado intensas precipitaciones de nieve,lluvia y granizo sobre el macizo del Trango.
Precisamente la acumulación de días malos, junto con la larguísimapermanencia en la hamaca de reducidas dimensiones colgada sobre el vacío endistintos emplazamientos de la pared, empujaron a Madinabeitia a tomar la»dolorosa» decisión de abandonar la escalada el pasado día 10. A medida que avanzaban los días de inactividad o de mínimo trabajo, forzadospor el tiempo, las posibilidades de completar el itinerario se reducían, y los riesgos para su propia seguridad aumentaban.
Complicado descenso
Una vez tomada la decisión, la labor no fue fácil. Madinabeitia se encontrabaen la reunión 11, y tenía cuerdas fijas instaladas hasta la reunión 14ª, que tenía que desmontar, en tres largos de gran dificultad. Estetrabajo, ya de por sí complejo, se vio dificultado por la acumulación de nieve en la pared y por el frío y las precipitaciones, ademásde la escasez de las reservas de agua del escalador, que tenía dificultades para fundir hielo, ya que la reunión en la que se encontrabaestaba situada bajo un tramo desplomado. Ayer día 11, Madinabeitia comenzó el descenso en medio de una fuerte tormenta de nieve, bajando un total de más de seiscientos metros verticales, divididos en ocho rápeles, con la dificultad añadida de tener que arrastrar en el descenso más de ochenta kilos de material, lo que complicaba y hacía sumamente arriesgado el proceso, especialmente al atravesar tramos de grietas, pasajes no totalmente verticales, e irregularidades de la roca, además de cada uno de los puntos en los queterminaba un rápel y comenzaba el siguiente. En total, este trabajo le llevó más de once horas.
Decepción
Es una pena que tanto esfuerzo no haya sido recompensado con la terminación de la ruta, pero dadas las condiciones en la que he estado escalando me he sentido luchando contra una fuerza que me impedía avanzar, y haber seguido podía haber supuesto el sobrepasar los límites de seguridad y fuerza física», ha declarado Madinabeitia.
Los miembros de la expedición Trango 2004 volverán a casa el próximo día27 de agosto.
Fuente: mendiaketaherriak.com