Hablábamos de la cordada polaca formada por Lukasz Dudek y Jacek Matuszek a principios de julio, cuando realizaron la primera repetición de Brento Centro (900 m, 8b) en el Monte Brento, enmarcada en un proyecto de grandes vías que han dado en llamar Alpine Wall Tour. El proyecto consiste en ampliar la famosa Trilogía Alpina (End of silence, Des kaiser neue kleider y Silbergeier) hasta convertirla en Pentalogía Alpina, con Brento Centro y Pan aroma.

Anteriormente, ya se habían anotado End of silence (350 m, 8b+) en el Feuehorn y Des kaiser neue kleider (300 m, 8b+) al Wilder Kaiser, en 2013 y 2014, respectivamente. Después de Brento Centro, Lukasz Dudek y Jacek Matuszek viajaron directamente a Suiza para enfrentarse a Silbergeier (200 m, 8b+).
Silbergeier se resiste
Sin embargo, la obra maestra de Beat Kammerlander en el Ratikon no les puso las cosas nada fáciles. O quizás sería mejor hablar de las condiciones, extraordinariamente calurosas, que convirtieron los partes meteorológicos de sol y buen tiempo en una trampa. No consiguieron su objetivo a pesar de los intentos y dejaron los deberes para más adelante.
Regresaron otra vez a principios de agosto, y esta vez sí consiguieron llevarse el gato al agua. Aunque en realidad habría que decir que Lukasz Dudek consiguió llevarse el gato al agua, puesto que él fue el único que consiguió encadenar la vía, yendo de primero en todos los largos, mientras Jacek Matuszek no pudo con el largo clave después de que la afilada roca dañara sus yemas a copia de darle pegues.
De esta manera, Lukasz Dudek se convierte en el segundo polaco en encadenar Silbergeier, después de Adam Pustelnik. Aunque ha escalado las tres vías que conforman la Trilogía Alpina, él niega merecer dicha realización puesto que las dos primeras rutas las hizo en estilo cordada, alternando largos de primero con Matuszek, mientras que esta última la ha hecho yendo siempre él de primero.
Aventura en Bellavista
A continuación, Lukasz Dudek y Jacek Matuszek emprendieron nuevamente camino hacia Dolomitas, para empezar a familiarizarse con la roca de la Cima Ovest de Lavaredo, donde se encuentra el último de sus objetivos del Alpine Wall Tour, Pan aroma. En lugar de esta ruta, no obstante, eligieron comenzar con Bellavista (500 m, 8b+), abierta igualmente por Alex Huber pero sensiblemente más asequible.
«Sientes escalofríos sólo con ver la cara norte, es realmente impresionante», asegura Lukasz Dudek sombre la Cima Ovest de Lavaredo. El primer día, se dedicaron a probar los cinco primeros largos (L1 7b, L2 6c+, L3 6a+, L4 7a, L5 7a+), antes de la enorme travesía de techo que marca las mayores dificultades de la vía (L6 8b+ y L7 8a, 7c para ellos) antes de enlazar con la Cassin hasta la cumbre. Después de una jornada de descanso, regresaron para continuar trabajando los largos duros de la ruta.
No pensaban terminarla ese día, pero las cosas fueron mejor de lo previsto. Tras superar los largos del día anterior sin problemas, se metieron en los largos duros de Bellavista. Allí, el tiempo comenzó a apretar mientras iban cayendo los intentos. Cuando ya tenían asumido que tenían que empezar a pensar en descender, sin embargo, llegó el encadenamiento y con él, el punto de no retorno. Eran las cinco de la tarde pero había que continuar para arriba por la Cassin hasta la cumbre, es decir, otros 15 largos mayoritariamente situados en grados V-VI que tuvieron que resolver sin friends.
A falta de una cuarta parte de ascensión, se les hizo de noche, pero continuaron iluminados por los frontales hasta alcanzar la cumbre. Se perdieron varias veces, y llegaron a la cruz hacia medianoche. Descartado el vivac en la cumbre por el frío extremo, el descenso fue otra odisea, que les llevó cinco horas en lugar de las dos habituales.