«Ya estamos más descansados. Hoy (25 de agosto) y mañana los pasaremosen Skardu». Toca descansar por fin , y transformar en crónica la últimalínea abierta en la ChanguiTower (Karakorum) por el trío oscense formado por Cecilia Buil, ÓscarPérez y Néstor Ayerbe: Ojos claros, 1.150 m (400 comunes con Ludopatía,FermínIzco, RubénAramendia y MikelZabalza 1999, 1.200 m, A3/7a+) y largos de hasta 6b+ en libre. Recordarespecialmente, como relata Cecilia, lo concerniente a la última parte de laascensión, la Torre.
«Abrimos 700 metros para después llegar a una línea que nos permitiósalir más directos hacia el collado que forma la pared. A partir de allíencontramos algunos spit, y dedujimos que estábamos en Ludopatía. Losprimeros largos de la Torre pertenecen a esa vía con seguridad. Fueron deartificial, más verticales y técnicos que los de abajo, pero también máslentos. Pasamos cuatro noches en el campo 2, hasta que llegó otra racha de maltiempo. Dejamos cuatro cuerdas fijas en la Torre, y a esperar una ventana de undía y medio que nos permitiera un ataque a cima».
Cima sin vistas
«Esperamos y esperamos; una semana y el sol no llegaba. Se nos acababael tiempo y la paciencia, así que decidimos subir al campo 2 el día 24 con laintención de subir si hacía un día un poco bueno, o de quitar las cuerdas ybajarlo todo en caso contrario, ya que los porteadores llegaban el 28″. El25 de agosto nos levantamos a las 2 de la madrugada. Amaneció nublado y conpinta de nevar, como los siete días anteriores, o peor. Al llegar al collado, alas 4 am, empezó a nevar levemente. Jumareamos los 200 m, y a las 6 de lamañana empezaba Néstor el largo que le tocaba. Nevaba cada vez más, peroninguno dijimos nada de bajarnos, así que seguimos. Yo tiré con el siguientelargo».
«Las nubes iban y venían, a veces la niebla hacia que tuviéramos lasensación de estar en medio de ninguna parte. Hacia frío, pero vimos que nosquedaban dos largos no muy difíciles, así que seguimos. Óscar hizo un largocorto y luego el que faltaba hasta la cumbre. Llegamos a la cima sobre lascuatro de la tarde. Nevaba mucho, y la verdad es que las fotos de cumbrepodrían estar hechas en cualquier lado. No vimos el paisaje, pero estábamoscontentos porque cuando empezamos a escalar ese día, aunque no hubiéramoscomentado nada, ninguno estaba seguro de terminar la pared».
Cena con nieve

«Hicimos los ocho rápeles hasta el corredor con las cuerdas heladas. Enuno la cuerda hizo amago de engancharse, pero finalmente lo salvamos sin repetirel largo. Reforzamos las reuniones con algunos clavos y recuperamos las cuerdas.Llegamos al corredor a las 8 y media, de noche. Las cuerdas estaban mojadas ypesaban mucho, no podíamos bajar todo de golpe. Además había mucha niebla yestaba nevado, por lo que bajamos lentos pero seguros hasta el campo 2. Cenamoscon los copos metiéndose en los sobres de liofilizados».
«Al día siguiente, con un una jornada no mejor que la anterior, fuimosa buscar las cuerdas que faltaban y bajamos hasta el campo base, cansados peromuy contentos. La vía tiene unos 1.150 m, aunque 400 m son comunes con Ludopatía.Se llamará Ojos claros, y tiene largos de hasta 6b+,aproximadamente».
Fuente: ceciliabuil.com