Laura Rogora protagonizaba la semana pasada el primer 9a femenino de 2019. Lo hacía el 2 de enero, justo el primer día del año que la italiana dedicaba a escalar. “Primer día de escalada de 2019 y primera cadena. Esclatamàsters 9a”, escribía ella misma en sus redes sociales.
Se refiere a la vía más prestigiosa de la escuela catalana de Perles, que llevaba desde 2015 en el olvido. Su historia se remonta a Semana Santa de 2006, cuando Ramon Julián realizó la primera ascensión de este proyecto pionero equipado por Salva Serrano a principios de los años ’90. La vía fue sumando repeticiones, desde las primeras de Dave Graham y Patxi Usobiaga (2007), pasando por las siguientes de Said Belhaj, David Gambús o Gorka Karapeto.
En 2015, algunos de sus repetidores, como Magnus Midtboe, cuestionaron el grado de 9a y sugirieron decotarla a 8c+. A esta línea se adscribió Florence Pinet cuando la encadenó en abril de aquel año, a pesar de que hubiera sido el primer noveno de su trayectoria (todavía no ha chapado ningún noveno). Sin embargo, la rotura de una presa ese mismo verano la convirtió en algo más difícil y la siguiente repetición, la de Mar Álvarez, volvió a ser propuesta como 9a.
Desde entonces, no ha habido otras repeticiones que confirmaran o rebatieran esa nueva opinión. En este sentido, Laura Rogora no muestra ninguna duda y se anota Esclatamàsters de 9a. Se trata de una vía de resistencia, de unos 40 metros de recorrido, que cuenta con una primera parte desplomada muy física, de chorreras y muchas bicicletas, común a Sin perdón 8b+, un buen reposo, y una segunda parte en placa ligeramente desplomada.
Segundo noveno de su libreta
Esclatamàsters es la segunda vía de 9a para Laura Rogora, que se estrenó en el grado con Grandi gesti 9a en Sperlonga en febrero de 2016, cuando tenía 14 años de edad. A pesar de que aquella vía fue posteriormente decotada a 8c+/9a, la escaladora italiana no ha dejado de sumar vías duras a su currículum. En la escuela de Collepardo, de la que es local, ha realizado dos primeras ascensiones de vías cotadas como 8c+/9a: La Gasparita en enero de 2016 y Sitting Bull en abril de 2018.
Aunque su línea más dura hasta la fecha (y de momento nunca discutida como 9a) es Joe-cita en Oliana, de la que realizó la primera y única femenina en febrero de 2017.