Jonathan Siegrist ha completado de la mejor manera su última estancia en Santa Linya. El escalador estadounidense de 37 años ha conseguido encadenar su proyecto Stoking the fire 9b, que considera lo más duro que ha escalado hasta la fecha. Y lo ha hecho “finalmente, la pasada noche; el último día, en el último intento”, tras haberse esforzado al máximo y más allá durante las últimas semanas.

Límite mental
Nadie podría aventurarse a pensar que Jonathan Siegrist no se conozca bien como escalador en vías duras, cuando ya han pasado más de doce años desde su primer 9a. A pesar de todo, asegura que Stoking the fire le ha permitido conocerse todavía mejor:
Estas últimas semanas me he exprimido mucho más allá de lo que yo pensaba que era mi límite mental. Sinceramente, esta experiencia me ha llevado a territorio desconocido para mí. He deseado profundamente dejar de hacer intentos muchísimas veces, pero alguna fuerza en mi interior me impulsaba a intentarla una vez más… una y otra vez.
Esto me ha conducido a lugares oscuros, y también a otros verdaderamente inspiradores. Al final, ha llevado mi rendición hasta un límite que no había sentido antes.
No soy el más fuerte de los escaladores –ni mucho menos–, pero me enorgullezco de dar siempre la cara e intentarlo con todas mis fuerzas… hasta la muerte. La experiencia intentando Stoking the fire ha puesto a prueba esta parte intrínseca de mí a un nivel nuevo.
Tal como habían ido las cosas, ni él mismo apostaba por terminar su viaje con el encadenamiento. Sin embargo, así fue, cuando ya no había margen para más pegues.

Su vía más dura
Tras todo este razonamiento, Jonathan Siegrist apunta que Stoking the fire es la vía más dura que ha encadenado y la califica de “9b duro”. Antes, ya había realizado otras cuatro vías en el grado. Se estrenó con la repetición de Jumbo Love en Clarke Mountain, en mayo de 2018. Lo hizo de nuevo en mayo de 2019, con La planta de Shiva en Villanueva del Rosario.
Tras el obligado paréntesis del año de la pandemia, recuperó el ritmo con la primera repetición de Peruvian necktie en la Poptire Cave en mayo de 2021, que para él es 9b a pesar de que James Litz la situó en un prudente 9a+ tras la primera ascensión en 2013. Y no faltó a su cita en mayo de 2022, con la primera ascensión de Event horizon en el 5G Wall, para la que propuso también 9b.
Seis ascensiones
Jonathan Siegrist ha firmado la que es la quinta repetición deesta vía,equipada por el checo Tomáš Mrázek en 2003 y que encadenó por primera vez Chris Sharma diez años más tarde. “Tiene muchísimas secuencias duras y complejas sin reposos”, detallaba entonces el californiano, que la tuvo de proyecto durante años. El hecho de que fuera una vía dura en su grado no ayudó a popularizarla y pasaron tres años hasta su primera repetición. Fue Adam Ondra su protagonista, que en una entrevista detallaba que era “un 9b durísimo que no te permite reposar, darte magnesio y casi ni chapar”. Después llegaría el turno de Jakob Schubert (2018), Sachi Amma y Stefano Ghisolfi (ambos en 2019).
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