Las montañas más famosas de Brasil son el cerro del Corcovado, con su Cristo Redentor en la cima, y el Pan de Azúcar, ambas sobre la ciudad de Río de Janeiro. En las dos existen vías de escalada y en las dos quedan –quedaban– largos por resolver. Un grupo de escaladores brasileños animó a Iker y Eneko a probar suerte en sus proyectos.

Comenzaron con el Pan de Azúcar y su Vía del Totem. “La vía es muy buena, está en un paraje precioso, el barrio de Urca. El cuarto largo, es conocido como “Las lajas te aman”, por lo que se mueven los agarres, y el octavo sigue una arista de granito fantástica”, comenta Eneko. Precisamente con el punto rojo de este L8 (8a) se liberaba por completo la vía, que los alaveses escalaron con el local Ralf Cortes.
Atalio del Diablo
Un par de días después se plantan bajo el cerro del Corcovado para intentar Atalio del Diablo. De nuevo están acompañados por Ralf, que ya había escalado la vía pero sin encadenar el L2. La escalada es “más dura y compleja que la del Pan de Azúcar”, dice Eneko. Iker despeja la incógnita, en dos pegues, y la convierte en 8a+. Luchando en algunos tramos con secciones selváticas y jardines verticales, resuelven el L5, 7c de adherencia. Improvisan un vivac debajo de los dos últimos largos para a la mañana siguiente, tras otros dos largos de adherencia (7c), alcanzar al Cristo Redentor entre el bullicio de miles de turistas.
Las rutas quedan: Pan de Azúcar, Vía del Tótem (250 m, 8a), L1 III, L2 7b, L3: V, L4 6c+/7a, L5 6b, L6 7a, L7 7b+, L8 8a.
Cristo del Corcovado, Atalio del Diablo (300 m 8a+), L1 6b, L2 8a+, L3 7a, L4: 6b+, L5 7c, L6 7a+/7b, L7 7c.
Según nos informan, las vacaciones de los Pou continúan entre playas, fútbol y surf.