Iker Pou hace balance de sus últimos encadenamientos de su particular temporada de escalada deportiva. “Lo más importante para mí ha sido la realización a vista de Flash over 8b+, una gran vía equipada por Andoni Pérez”, señala el escalador alavés en su blog. De hecho, este encadenamiento tiene mayor importancia por el hecho de contribuir a que el escalador vitoriano aumente su grado a vista, que hasta el momento estaba en el 8b, con varias vías de esa dificultad.
Flash over se encuentra en el sector Racó de la Finestra de Margalef. En la misma escuela tarraconense, Iker ha sumado otras tres vías de 8b en el mismo estilo a vista –Chiquiteta, El mañaneo y Apreté como nunca y fracasé como siempre-, que demuestran bien a las claras que el alavés sigue siendo uno de los escaladores punteros de este país. De hecho, sólo los tres campeones españoles en pruebas de la Copa del Mundo de Dificultad, Ramon Julián, Patxi Usobiaga y Edu Marín, han sido capaces en algún momento de encadenar un grado superior a 8b+ a vista.
Sin salir de Margalef, Iker Pou también comenta de forma destacada en su blog que ha conseguido encadenar Eh sukarra 8c+: “Esta vía la equipé hace un par de años en el sector Racó de la Finestra. Muy corta y explosiva, de apenas 15 metros. La verdad es que me ha hecho mucha ilusión. Encadenar las vías está muy bien, pero si además las has equipado la sensación que te queda es mucho más gratificante, de inicio a fin es tu obra”. La primera ascensión de la vía corresponde a Ramon Julián, quien la encadenó en septiembre del año pasado.
Nina Caprez en una mega-vía de 60 m
Mientras tanto, Nina Caprez acaba de encadenar una de las vías más emblemáticas de la zona francesa de Verdon, Tom et je ris 8b+. Se trata de una pavorosa línea de 60 metros sobre chorreras abierta por Bruno Clément y que ya habían encadenado anteriormente Martina Cufar y Charlotte Durif. La escaladora suiza, que hace unas semanas estuvo encadenando duro en Oliana, cumple así uno de sus sueños de escalada.
Otro de sus sueños, sin embargo, de momento se le resiste. Se trata de su intención de escalar Delicatessen (150 m, con 4 largos: 8b, 7c, 7c+, 8a) en Córcega, una ascensión que estuvo intentando unos días pero que tuvo que abortar por culpa del mal tiempo. De todos modos, asegura que volverá en breve para seguir trabajando en un muro que la seduce.
A vueltas con Santa Linya
Por otro lado, Víctor Fernández informa en su blog de la reproducción de algunos de los recurrentes problemas de convivencia entre arqueólogos y escaladores en la Cova Gran de Santa Linya. Según indica el escalador y equipador catalán, los responsables del yacimiento arqueológico han hecho público su malestar por la presencia de los escaladores en la cueva con una serie de denuncias a las autoridades de patrimonio y cultura de la Generalitat de Catalunya, dejando de lado el acuerdo alcanzado con la mediación del Ayuntamiento de Les Avellanes-Santa Linya.
De hecho, la propia alcaldesa del municipio donde se encuentra la cueva de Santa Linya, Carme Gaarrofé, salió al paso de dicha denuncia del equipo arqueológico, asegurando una vez más que “escalada y arqueología son compatibles en este entorno según está pactado por convenio”.
Un nuevo episodio en el largo contencioso por los usos en la cueva de Santa Linya, una de las escuelas más internacionales de escalada de máximo nivel.