
«Nunca he pasado tanto miedo en una vía». Ésta fue la respuesta de Iker Pou cuando le preguntamos sobre su primera experiencia en lasparedes del Rätikon. Y es que el gasteizarra acababa de bajarse de una de las vías de pared más duras y expuestas del planeta, Silbergeier, 200metros de caliza perfecta, largos de hasta 8b+, y ‘alejes’ de más de diez metros, incluso en las tiradas más duras, para una vía que lleva el sellodel austriaco Beat Kammerlander.
Comienza la sesión de vuelos
A principios del mes agosto, haciendo caso omiso de las predicciones del hombre del tiempo (recordemos las inundiaciones que afectaron a mediocontinente europeo…), Iker y su hermano Eneko viajaban al Ratikon (Alpes Suizos) con la intención de enfrentarse a Silbergeier. El plan parecíasencillo: 15 días por delante para resolver las siete tiradas de la vía. Nada más llegar pudieron hacerse una idea de lo que les esperaba: Losfranceses Yann Ghesquiers y Olivier Fourbet, dos especialistas del libre en pared, regresaban a la tienda cuando se cruzaron con los hermanos Pou. Fueentonces cuando les contaron que la vía era muy expuesta, tanto que prefirieron retirarse tras completar varios largos y volver más tarde y mejorpreparados… La toma de contacto no podía ser más directa.
Tras el ‘pateo’ de dos horas que conduce a la vía, Iker y su hermano deciden ponerse manos a la obra. Instalan las cuerdas fijas y empiezan aensayar el primer largo, cotado como 8b. Un vuelo, y otro, y otro… el gasteizarra no consigue encadenar y decide retirarse, totalmente extenuado,más por los vuelos que por la propia escalada. ‘El primer día acabé con dolores de espalda a causa de los vuelos: 10 metros no es nada de otromundo, pero 15 vuelos seguidos de 10 metros ya es otra cosa.»
Al día siguiente, sólo le dio tiempo a encadenar el segundo largo (7c+) ya que a la media hora de ponerse el arnés empezó a llover. Y esasería la tónica general del resto del viaje, lluvia y más lluvia. Tras un día de descanso, consiguió encadenar la tercera tirada (8a+), en dos intentos, pero nadamás: de nuevo la lluvia volvía a chafarles los planes.
El cuarto día de trabajo, el único en que pudieron escalar todo el día, se hizo con el cuarto largo a vista (7b), ensayó los movimientos de latirada siguiente (8b+), e intentó lo mismo con el sexto y último largo, un 7c+ que para Iker resultó ser lo más duro de toda la vía. » En laguía pone 7c+, pero fui incapaz de resolver el paso clave entre chapa y chapa, que según los croquis es 7a». Ese día no consiguió llegar a lareunión -situada 12 metros por encima del último seguro- y regresó a la furgoneta, más bien perplejo. ‘O no entendí el movimiento o, como yocreo, se ha roto un canto. A mí ese paso me pareció 7c o 7c+ de Fontainebleau». Está claro que no es normal que un escalador de 8b de bloquecon tanta experiencia en vías de similares características no logre superar un paso de 7a en una hora de intentos…

Para terminar, regresó un séptimo y último día para hacerse con el primer, quinto y sexto largo, 8b, 8b+ y 7c+ respectivamente aunque para Ikereste último le pareció más cercano al 8a+.