Habían pasado 12 años desde que David Tarragó equipó su vía en los 200 metros de desplome del Plàtan del Diable, en la norte de Montserrat. Una pared nada habitual para el emblemático macizo catalán y que el aperturista pensó que podía dar de sí una liberación de grado extremo, incluso noveno. Aquel argumento le ayudó a justificar que sus parabolts distorsionaran de forma significativa vías anteriores de artificial, especialmente la Àrea reservada (280 m, A4+, V+) que había abierto en solitario Jaume Clotet ‘Paca’ en 1997.
La Vía del Tarragó fue finalmente liberada el mes pasado por los hermanos Pou, quienes lo anunciaron ayer jueves en una rueda de prensa en Barcelona. Antes de llevar a cabo la rueda de prensa, tenían intención de haber realizado un vídeo sobre la ascensión en la misma línea aunque, para su sorpresa, alguien se había encargado de eliminar los parabolts del itinerario, que ya no existen para futuras repeticiones.
Hablamos con Iker Pou para que nos cuente los detalles de la vía…
¿Qué ha pasado con la vía?
Pues que 12 años después la apertura, se ha desequipado justo tras escalarla nosotros. Hemos alucinado, pero la vía ya no existe… De todos modos, nosotros no nos queremos meter ni en la cuestión ética ni en follones. Creemos que esto es más cosa de los escaladores catalanes y su historia con Montserrat.
¿Cuál era la historia de esta vía? Porque ya había generado polémica desde su apertura…
Pues sí. La vía fue abierta por David Tarragó con dos variantes: nosotros hemos escalado la variante que cruza la vía del Paca pero que no la toca, aunque la otra variante sí que va directamente por encima de la vía del Paca.
Dejemos de lado este polémico tema, que intentaremos tratar con escaladores locales, y hablemos sobre la escalada. ¿Cómo era la vía?
Pues se trata de una vía atípica para Montserrat, que normalmente es un lugar con un estilo de escalada muy técnica y de regletas. La Vía del Tarragó iba por la zona más desplomada de Montserrat. Tiene un estilo más atlético; es una vía muy buena pero con una roca muy mala, que tiene su ambiente porque nunca vas del todo seguro porque la roca se rompía mucho.
¿Qué equipamiento tenía?
Estaba toda equipada con parabolts, tanto en los seis largos como en las reuniones.
¿Habéis reequipado algo o añadido algún parabolt?
No, nosotros sólo nos dedicamos a limpiarla y escalarla en libre. No tocamos nada ni modificamos nada.
¿Cómo era a nivel de compromiso?
A ver, es una vía de corte deportivo, así que más que de compromiso hablaría del ambiente que tiene, con todo ese extraplomo. La verdad es que es una vía que impresiona una vez te metes dentro, sobre todo por la roca, que es mala y vas siempre tenso, nunca vas suelto y tranquilo. Se trata de un muro muy blanco, con bastante liquen.
¿Recomendable?
Sí, muy guapa y 100 por cien recomendable, muy atlética y física. Algo difícil de encontrar en Montserrat.
¿Cómo fue la liberación? ¿Escalaste tú de primero todos los largos o los alternasteis?
Yo escalé de primero todos los largos y Eneko hizo también de primero algunos de ellos. El día del encadenamiento hicimos toda la vía del tirón, sin caídas.
Por cierto, ¿cuál era vuestra experiencia en Montserrat hasta ahora?
Pues más bien poca. Habíamos escalado de pequeños, y luego yo había venido a hacer algo de deportiva algunas veces, pero hasta este año no había vuelto a hacer vía larga.
En vuestra experiencia de vías largas, ¿cómo situarías la Vía del Tarragó?
Se trata de una vía de corte deportivo, de seis largos, así que no es big-wall ni nada de eso, pero es muy buena y sobre todo es muy mantenida: tiene cuatro largos de octavo grado seguidos y muy apretados, con un máximo de 8b+.
Y ahora, ¿cuáles son vuestros próximos proyectos?
Pues con la rueda de prensa de ayer, terminamos una época que hemos tenido muy fuerte de trabajo, dando conferencias y con compromisos por toda Europa. Nuestro próximo proyecto importante será en Himalaya en primavera, que es el proyecto que teníamos para el pasado otoño cuando Eneko se lesionó. Antes de eso, quiero ponerme fuerte en deportiva y, si finalmente podemos, que todavía no es seguro, nos gustaría ir el mes que viene a Patagonia.