Un día cualquiera del verano pasado, pongamos que el 8 de agosto 2016, el alpinista y escalador austriaco Hansjörg Auer cumplió su viejo sueño de encadenar en Dolomitas tres grandes rutas en solo integral, con la ayuda de un parapente para ir de la una a la otra. Escaló en solo integral las vías Vinatzer-Messner (800 m, VI+), en la sur de la Marmolada; Abramkante (500 m, VII-), en el Piz Ciavazes, y Große Mauer (300 m, VII-) en el Sas dla Crusc. En total, unos 1.600 metros verticales sin cuerda y con una dificultad máxima de VII- (UIAA), lo que equivaldría a 6a+ en la escala francesa.
Sin cuerda, con parapente
Para llevar a cabo su desafío, Hansjörg Auer no gastó demasiado tiempo en hacer el equipaje. Se llevó un pequeño parapente, un ligero arnés de parapente, sus pies de gato, una chaqueta, un par de guantes finos y una bolsa de magnesio. Con todo ello, puso rumbo a la vertiente sur del macizo de la Marmolada y comenzó a escalar la Vinatzer-Messner (800 m, VI+) hasta la cima de la Punta Rocca (3.309 m).
Desde ese lugar donde se suele practicar el speedfly, el escalador austriaco despegó a continuación en su primer vuelo en parapente del día. Las condiciones lo llevaron a aterrizar suavemente en las pistas de esquí que se extienden por encima de la población de Canazei.
La siguiente etapa de su aventura consistió en la caminata a través de la parte baja del cercano macizo del Sella, hasta la base de la ruta Abramkante (500 m, VII-). Escaló sin problemas la vía, una de las más exigentes del Piz Ciavazes (2.828 m), abierta en 1953 por E. Abram y F. Gombocz.
El segundo vuelo en parapente no fue tan sencillo como el primero. Un viento demasiado fuerte no le permitió volar más allá de Corvara. Aterrizó en el refugio Pisciadu, a unos 12 kilómetros en línea recta de su siguiente objetivo, el Sas dla Crusc.
“Ya estaba cansado cuando empecé la larga caminata para alcanzar la base de mi última escalada”, explicaba el propio Hansjörg Auer, quien continuaba diciendo que “la Große Mauer (300 m, VII-) en la cara oeste del Sas dla Crusc me llevó más allá de mis límites habituales. Estuve muy contento de alcanzar mi destino final, la cima del Sas dla Crusc” (2.907 m).
Sólida trayectoria en grandes solos
Esta actividad de Hansjörg Auer no es una excepción en su trayectoria, en la que destacan varias ascensiones en solo integral, algunas de las más notables realizadas en Dolomitas. De hecho, el primer gran solo integral de su carrera fue precisamente en uno de los picos que ahora ha vuelto a escalar, la Marmolada, donde en 2006 escaló Tempi moderni (800 m, 6c) sin cuerda. El año siguiente, regresó al mismo escenario para hacerse igualmente en solo integral con la via Attraverso il pesce (900 m, 7b+). Y en 2015, en el Sas dla Crusc escaló Mephisto (400 m, 6c+).
Fuera de Dolomitas, también ha practicado este estilo de escaladas en solo integral en el Wetterstein, una zona de los Alpes fronteriza entre Alemania y Austria. Allí, ha resuelto vías como Locker vom Hocker (350 m, 7a) o Bayrischer Traum (7a, 400 m)