Nuestra pequeña expedición, con dos a bordo, Tanja y Andrej Grmovsek,planeó visitar las Qionglai Mountains, en la región china de Sechuan, la pasadaprimavera. Pero el plan se vino abajo a causa de la neumonía asiática (SARS).Nuestra visita quedó así pospuesta para otoño, y la segunda mitad de septiembre llegamos a Rilong, una pequeña ciudad turística al pie de SigunangShan, ya en las Qionglai Mountains.
Buscábamos escalar en libre largas paredes de granito, meternos varios díasen ellas, y que apenas hubieran sido escaladas por los locales. Pero no teníamos demasiada información sobre las montañas de esta zona, apenas un artículo de Tom Nakamuras, con fotos de algunas paredes, publicado en el American AlpineJournal. y además andábamos algo preocupados y alerta por los malos pronósticos meteorológicos, y el poco éxito de algunos escaladores que habíanvisitado la región previamente. Por ello, nos decidimos finalmente por lo contrario: ascensiones alpinas, rápidas y muy ligeras.
Sólo friends
Desde Rilong, cogimos un autobús turístico por todo el valle de ShuangqiaoGou, de 35 kilómetros de longitud e interesantes muros graníticos de más de 1.000 metros, y muchos de ellos inescalados. Además el acceso era muy simple: bajar del autobús, montar el campo base, y andar entre 4 y 7 horas hastala base de las paredes. Tuvimos muy buen tiempo, aunque muy inestable, peromuchos días sin lluvia ni nieve.
El 25 de septiembre «aclimatamos» en un muro fácil y más corto,escalando en el día Don’t fly away (V, VIII/VIII+ obl., 450m, 11largos), en la cara sur de un pico sin nombre (primera ascensión), quebautizamos Tan Shan, en torno a los 4.943 metros de altura. Protegiendo sólo confriends, escalamos algunos tramos bastante serios, sobre todo en el largo másduro, con 15 metros sin asegurar sobre una delicada placa.
Deprisa, deprisa…
Unos días de descanso, y a por el siguiente objetivo. Acompañó la suerteesta vez, la nieve de la cara oeste del Putala Shan 5.428 m había idoderritiéndose en los últimos días, así que cogimos los gatos, algo de ropade abrigo, los sacos de vivac y una pequeña botella de agua. Escalamos tanrápido como pudimos, y al anochecer alcanzamos la cima norte. Después de ungélido vivac en la cumbre rapelamos la pared al día siguiente, dejando, sólocon friends y empotradores como protección, una nueva vía de 1.300 metros (lapared sólo tiene 800), que bautizamos Dalai Lama (VI, VIII-, 22 largos),y sería la primera ascensión de esta montaña.
Después, la meteo cambió y la nieve llegó al valle, así que decidimos darpor finalizada nuestra visita… Eso sí, quedan todavía muchos e interesantesmuros por escalar allí, y seguramente regresaremos en próximos años.
Andrej y Tanja