El equipo multinacional formado por el estadounidense Mason Earle, el belga Siebe Vanhee y los británicos George Ullrich y Sam Farnsworth han regresado de un fructífero viaje de escalada a Venezuela, donde han conseguido abrir Kids with guns, una gran vía de big wall en el Tepuy Amuri que recorre los impresionantes desplomes situados detrás del Salto Tuyuren. Los números de la vía hablan por sí solos: 21 largos para superar 500 metros con dificultades de hasta 5.13a (7c+), A3, E6 6c.
Los jóvenes escaladores decidieron viajar hasta ese remoto lugar motivados por la actividad que realizaron allí John y Anne Arron en 2008, cuando abrieron Amurita (E7 6b, 600 m) en el mismo tepuy. Entonces ya comentaron que podía tratarse de uno de los big walls más desplomados del planeta, y desvelaron también el enorme potencial que albergaban sus paredes. De hecho, ese potencial ha sido explorado al mismo tiempo que Earle, Vanhee, Ullrich y Farnsworth, por un equipo belga con Nico Favresse, Sean Villanueva, Stephane Hanssens y Jean-Louis Wertz, quienes estuvieron abriendo una línea situada un poco más a la izquierda que Kids with guns.
100 m de desplome
Los cuatro escaladores se encontraron en el aeropuerto de Caracas a finales de enero, para emprender un viaje en avioneta hasta Yunek, pequeña población de los indios Pemon cercana a la zona de escalada. Desde allí, un duro trayecto a pie de tres días abriéndose paso entre la maleza les llevó hasta el pie del Salto Tuyuren, donde montaron su campamento. Por encima de ellos, 500 metros de pared con un desplome que estimaron en unos 100 metros y apenas ninguna repisa visible.
“Elegimos intentar una línea situada justo en el medio del muro, afrontando la roca más desplomada y varios techos gigantes”, cuenta Mason Earle en su blog, quien apunta que “por supuesto, esperábamos escalarlo todo en libre”. Y de ese modo progresaron durante la mitad del trayecto, superando en cinco días uno tras otro los largos desplomados que se les iban planteando, con una dificultad máxima de 5.13a (7c+) en una travesía a la que Siebe Vanhee le pintó el punto rojo.
Sin embargo, en los tres días siguientes no consiguieron hacer apenas ningún progreso. La creciente dificultad de la escalada, así como la acuciante escasez de víveres recomendaban cambiar de estrategia. Esas circunstancias “nos obligaron a dejar de lado nuestro objetivo de escalar en libre, para poder centrar toda nuestra energía en alcanzar la cumbre”.
Unos pocos días más de escalada artificial de hasta A3 les llevaron al fin hasta la cumbre, de donde emprendieron los rápeles. Al final, fueron 15 jornadas totales de escalada, 12 de ellas consecutivas vivaqueando en hamacas en la pared, para abrir su nueva vía Kids with guns. En total, colocaron media docena de parabolts (cuatro de ellos en reuniones). Tanto Earle como George Ullrich especifican en sus respectivos blogs que “toda la vía saldría, casi con toda seguridad, en libre”, aunque Ullrich advierte de “salvajes pasos clave en algunas secciones de techo protegibles per inciertas”.
George Ullrich quiere dar las gracias al BMC, MEF y Jeremy Willson Charitable Trust por el apoyo prestado a la expedición, así como a sus patrocinadores Prana, Metolius y Evolve.