Gorka Karapeto y Unai Mendia no forman una cordada prolífica. De hecho, apenas habían escalado tapia juntos, aunque por separado acumulan un currículum considerable. Amigos y residentes en Navarra, Unai le propuso ir juntos al Eiger y juntaron los pocos días libres que tenían en verano para lanzarse a una aventura importante en la temible Nordwand.
“Unai me comentó la idea”, explica Gorka Karapeto, quien se dejó convencer rápidamente. Ambos habían escalado ya en la cara norte del Eiger: Unai Mendia en varias ocasiones, con La vida es silbar (900 m, 7c+) entre sus principales logros; Gorka Karapeto había hecho Deep blue sea (320 m, 7b+) con Ekaitz Maiz.
En principio, su objetivo común era de máximos: “Queríamos ir a por Odissey o Paciencia”. Se trata de las dos vías más duras de todas las que se han hecho en libre en la Nordwand, pero ambas son muy largas y requieren varios días en pared. “Nosotros disponíamos de poco tiempo y las previsiones meteorológicas solo daban un día bueno antes de que entrara el mal tiempo”, señala Gorka.
Magic mushroom, plan B
Así las cosas, decidieron improvisar y meterse en una vía que pudieran realizar en el día. Magic mushroom se abrió como el deseado plan B. La ruta consta de un total de 20 largos, siendo la primera mitad una sucesión de largos de sexto grado, mientras que la parte superior tiene unos seis largos de séptimo grado. Se encuentra semiequipada con algunos clavos fijos y expansiones, pero tiene unos importantes alejes.
Fue abierta en 2007 por Roger Schaeli y Christoph Hainz, quienes escalaron sus 600 metros en libre excepto dos largos. Stephan Siegrist y Ralf Weber se encargaron de su liberación en 2009, dándole un grado máximo de 7c+. El 17 de agosto de 2011 Roger Schaeli volvió a la vía y se adjudicó la primera ascensión en libre y en el día.
Una jornada de 12 horas
Gorka Karapeto y Unai Mendia comenzaron a escalar a las 7:00 horas de la mañana. Su estrategia como cordada consistió en escalar ambos en libre, alternando los largos de primero. “Estamos contentos por cómo salió, escalando bien y rápido; al final, nos sentimos a gusto y satisfechos por la ascensión”, apunta Gorka.
Hacia las 19:00 horas de la tarde, se plantaban en la seta que da nombre a la vía y que suelen utilizar los saltadores BASE como despegue para sus vuelos. Gorka Karapeto había encadenado todos los largos, con una caída en el clave, que resolvió al segundo pegue. Unai Mendia dejó alguno por el camino pendiente de encadenar.
“Una vía bonita y cómoda… Es más el escenario que la vía”
Valorando su realización, Gorka Karapeto afirma con sinceridad que “es una vía bonita y, si el tiempo es bueno y acompaña, es cómoda”. De hecho, asegura que “no nos pareció que fuera una vía demasiado expuesta, excepto en los primeros largos en los que te puede caer algo, pero luego desploma y está bien protegida. Es más el escenario que la vía. Creo que en Ordesa hay muchas vías más comprometidas y puedes encontrarte más aventura”.
Eso sí, escalar Magic mushroom les permitió comprobar cómo se desenvolvía como cordada en la cara norte del Eiger y ver más de cerca los trazados de Paciencia y Odissey. Ahora solo les queda esperar una nueva ocasión para ir a por ellas. “Este verano ya no nos quedan días, pero quizás volvamos el año que viene”, asegura Gorka, que las mantiene en su lista de tareas pendientes.
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