«Sentía la presión de encadenar hoy», contaba en redes sociales Felipe Camargo el pasado sábado 20 de abril, «El tiempo empeoraba desde mañana a la semana siguiente y los cámaras se iban a marchar pronto, podría haber sido la última oportunidad para encadenar con ellos y quién sabe, quizá la última oportunidad que tenía antes de volver a Brasil»
«Soñé con David Lama anoche, me desperté muy triste y estuve pensando en él todo el día… No tenía ninguna presión por encadenar, había puesto las cosas en perspectiva y sentía que realmente no importaba si encadenaba o no, al menos no hoy», continua Felipe.
«Le di un buen primer intento pero se me rompió una presa de pie y caí. En mi segundo intento el viento se paró, conseguí superar el crux, llegué al empotramiento de rodilla y por primera vez no sentí ninguna presión. Todo lo que pensaba era en lo bien que escalaba David Lama. Recordé algunas de las Copas del Mundo que le había visto ganar, escalando confiado y bien… El viento volvió a soplar y fui a por ello, sin dudar, escalando rápido ¡y encadené! Chapé la reunión e inmediatamente empecé a llorar… Es un momento que nunca olvidaré«.
El bon combat es una línea de 25 metros que surca la Cova de l’Ocell (Barcelona), equipada por Martí Iglesias. Con su tercera ascensión, Felipe deja la propuesta de grado en 9b, un punto intermedio entre el 9b/+ que sugirió Chris Sharma con su primera ascensión en marzo de 2015, y el 9a+ que le pareció al austriaco Jakob Schubert tras la primera repetición en diciembre de 2018.
Es la vía más dura para Felipe Camargo hasta la fecha, quien recordamos fue el primer brasileño en subir al 9a+ con «Papichulo» en Oliana en abril de 2017 y repitió grado con «Gancho perfecto», Margalef, el pasado diciembre.
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