Un objetivo escasamente visitado -resulta difícil de encontrar en cualquier mapa- pero no menos ambicioso: abrir vía en la ChanguiTower (5.820 m), mole granítica enclavada en el valle de Nanghma, pleno Karakorum,donde el big wall navarro ya dejó su impronta en 1999 con ‘Ludopatía’ (1.200m, A3/7a+), tercera vía de la montaña abierta por Mikel Zabalza, Fermín Izcoy el recientemente fallecido Rubén Aramendia.

Con estas ‘inquietudes’ aperturistas y el siempre pesado periplo aéreo hasta Islamabad, partió la expedición navarra formada por Juantxo Cisneros, Iñaki Araiz e Iñaki Garreta el pasado verano. Tras haber reunido los 400 kilos de material de la expedición (la mitad fueenviado a Pakistándos semanas antes), y alcanzar Kande (vía Skardú), última población delvalle de Nanghma donde contrataron 15 porteadores y un sidhar, Juantxo, y los ‘Iñakis'(Araiz y Garreta) pusieron rumbo a la Changui Tower, con idea de dedicar el mesvenidero a completar su listado de ascensiones con una nueva muesca.
La seducción del Amin
Como les sucedió a sus colegas navarros en 1999, una vez instalado elcampamento base, la cara sur del Amin Brakk ejerció su poderoso influjo sobreel trío pamplonica, pero como el propio Juantxo admitía en la crónica de la expedición, ese mismo día -30 de junio- ‘nos dimos cuenta quenuestro primer objetivo sé venia abajo por ser una pared muy expuesta a lacaída de piedras y estar muy alejada del lugar donde los porteadores te puedenacompañar’. De regreso al campo base ‘fuimos vislumbrando lo que podía ser unanueva vía en la Changui Tower, segura de peligros objetivos y más cerca delcampo base’. Después de un día de descanso, para terminar perfilar la nuevaruta, comenzaron los porteos.
Por delante esperaban un primer muro difícil y técnico, que tras alcanzarun campo de nieve, continuaba por un espolón más sencillo que conducíadirectamente a una de la cimas secundarias de la Changui Tower, separada de laprincipal por una gran cornisa de nieve y otra pared poco atractiva y ademáspeligrosa. Mientras Iñaki Araiz completaba su aclimatación, Juantxo e IñakiGarreta completaban los porteos (cinco días) que se vieron sobresaltados el 7de julio, San Fermín, por una avalancha de lodo y agua proveniente del Glaciarque corona el valle, que inundó todo el campo base. Aunque salvaron la tiendacomedor y sacos ropa y documentación, la riada se llevó dos tiendas.
Vivir en pared
Reubicado el campamento, el trío navarro se centró en fijar los primeros300 metros de cuerda, antes de meterse de lleno en la pared. Con 80 litros deagua (confiando en el campo de nieve intermedio como eficiente manantial) y undía entero dedicado a subir e instalar las hamacas, Juantxo y los ‘Iñakis’emplearon otras seis jornadas (incluidos días de mal tiempo) en culminar los650 metros de ‘Itxoiten’ -‘Esperando’ en euskuera- en estilo Big Wall. El 24 dejulio coronaban el espolón rocoso, dejando tras de sí reuniones equipadas conparabolt de 10 mm, y una comprometida travesía que supuso el largo mas expuestodurante su apertura (A3+). Su regreso a Kande y el vuelo de regreso desdeIslamabad cerró una de las aperturas premiadas por el Comité de Actividades deAlto Nivel de la FEDMEen 2001.
‘Itxoiten’ conforma la cuarta vía de la Changui Tower, tras las aperturas de»Just a Quickie»(VI, 5.10,A0) a su cara este, por el neocelandés NedNorton y el australiano Paul Weber, y «Excess de Bagage»(VI,5 10+,A2),por neozelandés Nicola Woolford y los australianos Vera Wong y Abby Watkins, enagosto de 1998. La primera alcanzaba la cumbre norte, mientras la segunda, 20metros por encima, hollaba por primera vez la cima principal. Un año después,Izco, Aramendia y Zabalza trazaban su ‘Ludopatía’ en la misma vertiente este dela Changui Tower.