Sheffield, Reino Unido. 20 de junio, tres de la madrugada. Cuando todavía nohan puesto ni las calles, JohnArran y Shane Ohly conducen rumbo a Wharncliffe Crags. ¿Para qué? Bueno,para escalar claro…, alrededor de unas 500 vías en el día, cada uno. Habéis leído bien: quinientas por cabeza.
La idea está bien definida: necesitaban muchas líneas (relativamente)cortas -puedes pasar un mundo en alguna de ellas-, y no hay mejor mediopara sumar vías rápidamente como el característico gritstone del PeakDistrict… Eso sí, olvídense de la cuerda, esta vez será el auténticoconvidado de piedra. Por delante, dieciocho horas de veraniega luz solar, unavía cada dos minutos, y la intriga de comprobar si las fuerzas aguantarán talsobredosis de roca, y el coco tal presión psicológica: jugársela 500 vecessobre el vacío…
4 de la mañana, Wharncliffe Crags, comienza el festival. Hay que zamparseunas cien rutas antes del desayuno, y a eso de las siete, pulir otras 150 en lazona de Birchen Edge. «Conocemos muy bien Birchen, donde somos capaces decorrer por sus vías, aunque quizá nos estuviéramos moviendo demasiado rápido:Shane tuvo tres caídas hasta el suelo, aunque afortunadamente desde muyabajo. No hay problema, «se las tomó a risa, afirma Arran, «comosugiriendo que así sería un escalador mucho más divertido de contemplar,puesto que podía caerse en cualquier momento».
Vendaval inoportuno
«Hubo momentos duros al mirar en la guía como íbamos de una vía aotra», añade Arran. Siguiente (y rápida) parada en Baslow Edge, zona donde sumar otras 60 vías, aunque apunto de arruinar el proyecto: «un auténtico vendaval amenazaba con volarnos literalmente desde la reunión de cadavía». Ración doble de esfuerzo mental y psicológico, pero clave y bienrecompensado. «Si no hubiéramos sumado todas esas vías a la cuenta, nohabríamos continuado adelante».
Sumaron y siguieron en Burbage North (fisura anchas y «arrastrados»mantles) durante cuatro horas, hasta media tarde (19:30 h). Arran estabaa 17 largos del medio millar, Shane todavía a 64, es decir, «lejostodavía de certificar que lo lograría antes del anochecer». Stanage, elorgullo del Peak District, fue el escenario final, con la fatiga haciendoestragos, en forma de aceptar grados más bajos para seguir sumando vías. Como compensación recibieron la ayuda de Ian Purnell, quien actuó como director de esfuerzos: «estábamos muy contentos de seguir instrucciones solamente y continuar nuestro esfuerzo con el piloto automático», añade Arran. Aunque ya en rutas para principiantes, Shane conseguía encadenar sus 500 vías,cuando el sol empezaba ya a esconderse.
Momento de hacer números: 536 vías para John Arran (4.897 metrosescalados), 502 para Shane Ohly (4.574 m), para un total de 1.038 vías en una jornada entre ambos. ¿Los grados? «El día no iba sobre grados, sino sobre el esfuerzo, y en su enorme cantidad». Sus líneas más duras rondaron el E4 6a (7a)en Wharncliffe, y (encantados con ello) E3 5c (6c) tras 400 vías y E1 5b (6a+)tras 500. Ufff…