La isla de Mallorca se encuentra en una interesante fase de desarrollo desde la perspectiva de la escalada. Inicialmente fue noticia por el psicobloc y el famoso Es Pontàs de Chris Sharma; luego llegó Iker Pou y elevó el nivel deportivo descubirendo el potencial de la roca mallorquina; hace unos días hablábamos con Neus Colom, que acaba de encadenar su primer 8c; y ahora son dos escaladores locales, Pau March y Xavi González, quienes dan la campanada subiéndose al 9a.

Ambos han dado el salto en la misma vía y con pocos días de diferencia. Se trata de Clepteropa original, en el sector de la cueva del Museo, que Iker Pou convirtió en el primer noveno de la isla al encadenarla en marzo de 2016. Xavi González realizó la primera repetición el 21 de marzo y Pau March lo siguió una semana después.
Los dos estuvieron trabajando la línea conjuntamente e incluso estuvieron a punto de hacerla el mismo día. Los paralelismos no acaban ahí, sino que ambos comparten una pasión parecida por la escalada en roca, que los llevó a dejar las competiciones y centrarse en la roca. Pau March (29 años) nació en Tarragona, aunque de padre mallorquín, y vive en la isla desde que hace tres años le ofrecieron un puesto de trabajo como informático en Palma. Xavi González (23 años) nació en Mallorca y, aunque vivió cinco años en Lleida, reside en Esporles, un pueblecito de la sierra de Tramuntana y trabaja en el rocódromo Es Cau de Palma.
Hablamos con los dos para conocerlos un poco mejor y que nos cuenten los detalles de su salto al 9a.
¿Cuándo comenzasteis a escalar y con quién?
Pau: Con mi padre quien siempre me ha alimentado la pasión por la vertical y de muy pequeño, a los seis o siete añitos. Solíamos ir los fines de semana a las escuelas de Tarragona más cercanas y clásicas como Mont-ral, La Mussara o La Riba.
Xavi: Si no recuerdo mal, todo comenzó en 2007 o 2008, cuando el club de montaña de mi pueblo (Ermassets) montó un rocódromo. Enseguida me picó la curiosidad y, casi sin querer, pasaba todas las tardes allí. Enseguida me apunté a un curso que en aquel momento llevaba Alex Mañana y se podría decir que a partir de allí ya empezó todo. Un año más tarde, también empezó mi hermano Jordi y los dos junto a otros amigos no podíamos pensar en nada más que no fuera escalar.
¿Cómo ha sido vuestra evolución desde entonces?
Pau: Durante los años que llevo escalando he pasado por etapas diferentes en las que el nivel de implicación no ha sido el mismo. Durante mis años de adolescencia mi nivel se disparó pasando a formar parte de los centros de tecnificación de escalada deportiva de Cataluña CTEEC y el estatal donde aprendí a entrenar y crecí como escalador. Estuve centrado en el circuito de competiciones entrenando para ello de forma planificada y metódica hasta los veinte años cuando abandoné las competiciones para centrarme en mis estudios. Desde entonces escalar siempre ha sido una actividad que me apasiona y que de cierto modo orquestra mi vida. Ha habido años en los que he tenido más tiempo y he vuelto a planificar entrenos y otros en los que me lo he tomado con más calma bajando un poco el listón. Hay que reconocer que desde que vine a vivir a Mallorca vuelvo a tener una actividad bastante frenética ya que aquí tengo buenos muros a pocos minutos de casa y tengo la suerte de poder conciliar muy bien el trabajo con mi tiempo personal.
Xavi: Unos años más tarde la Federación Balear me dio la oportunidad de participar en todo el circuito de competiciones nacionales, sin duda una experiencia inolvidable y enriquecedora a nivel personal, pero enseguida me di cuenta que no me atraía para nada este mundo. Tenía claro que a mí lo que me gustaba era escalar en la roca… y dejé por completo la competición. A los 18 años decidí ir a estudiar en el INEFC de Lleida, lo que me permitió conocer sitios nuevos y gente increíble con quien compartir días de escalada. Sin duda echo mucho de menos Lleida, y es como si fuera mi segunda casa; allí fue donde ya empezó todo este fanatismo y motivación que me persigue a día de hoy.
¿Seguís un entrenamiento planificado en rocódromo o solo escaláis en roca?
Pau: Cero planificación, ¡anarquía! Yo voy por sensaciones intentando trepar todo lo que puedo o me apetece; al final, no te dedicas a ello, sino que lo haces porque te lo pasas bien. A menudo los días de reposo se hacen largos, pero no hay más remedio cuando la piel y los brazos están destrozados. Los días que tengo más trabajo o en invierno, cuando acortan las horas de luz, voy al rocódromo Es Cau, donde últimamente solo me cuelgo del Moon Board, una herramienta que me es muy eficaz para ganar fuerza específica y trabajar core. Creo que últimamente estoy escalando cuatro o cinco días en roca y uno o dos voy al plafón, pero no hay ninguna planificación.
Xavi: La verdad es que como comencé escalando en rocódromos siempre me ha gustado mucho y lo suelo utilizar mucho para entrenar cuando no puedo salir a roca. Normalmente dependiendo del momento de la temporada sí que igual planifico un poco mis entrenamientos pero voy mucho por sensaciones. Últimamente creo que la clave sin duda han sido las sesiones de Moon Board, en Es Cau, ya que es una forma muy divertida de entrenar con los amigos y jugando parece que al final casi sin querer te pones en forma. Ahora, cuando se alargan los días, casi prefiero salir a roca más días, que es lo que realmente me gusta. Ahora suelo escalar unos 4 -5 días en roca y uno o dos de plafón, en cambio en invierno unos 2-3 días de roca y cuatro días de plafón. El descanso no es mi punto fuerte… Esta temporada ha sido muy motivante ya que, al entrenar y escalar con Pau, cuando uno está cansado o con la motivación baja el otro tira del carro y viceversa. Solo a veces cuesta más.
Habéis conseguido vuestro primer 9a casi a la vez, ¿cómo ha sido el proceso en la vía? ¿Cuándo empezasteis a trabajarla y cuánto tiempo habéis estado en ella?
Xavi: Sí, sin duda ha sido un proceso increíble. Teníamos muy a punto la vía los dos y sabíamos que uno encadenaría antes que el otro, y me tocó a mí, aunque podría haber sido Pau el primero. De hecho, el día que la hice, Pau estuvo realmente cerca de hacerla cayendo en el último movimiento duro a tres pasos de la reunión, hubiera sido brutal hacerla el mismo día. Sin contar la parte común con el 8c+, más o menos me costó unos 6 o 7 días de trabajo entre sacar el bloque y unirlo todo.
Pau: Sí, Xavi encadenó unos días antes y yo fui a rebufo. En mi caso empecé a probar la variante de 8c+ hasta que logré encadenarla y ya tenía aprendida tres cuartas partes de la vía que son comunes con la línea original de 9a. Creo que, sin contar los pegues de la variante, me costó unos 15 intentos encadenar.
-¿Cuál es la historia de esta vía?
Pau: Clepteropa original es la primera ruta que se equipó en la cueva del Museo y de aquí viene el nombre de “original”, dado que luego se equiparon las variantes y el resto de vías vecinas. Estuvo años sin primera ascensión hasta que Iker (Pou) la reequipó y encadenó proponiendo el grado actual y el primer noveno de Mallorca.
Xavi: No hay mucho más que añadir. Dar las gracias a Iker por motivarnos a probarla y por esa primera a la vía cuando parecía imposible.
¿Cómo describiríais la vía?
Pau: Es una línea estupenda que surca toda la cueva del Museo, ubicada cerca del municipio de Calvià, en el extremo occidental de la isla. ¡Es un verdadero “rutón”! Es un recorrido de unos 35 o 40 metros muy extra plomados, incluso en techo, con una plancha final de regletas que te dejan sin respiración. Cuando llegas a la cueva después de una subida muy empinada es la primera línea que ves, la que cruza todo el desplome: ¡las primeras veces impresiona mucho! El recorrido tiene un primer largo de 8a hasta una primera cadena, son unos quince metros muy a bloque hasta entrar en un reposo bueno de rodillas donde recuperas muy bien. Luego tienes otra quincena de metros extremadamente atléticos que cruzan el techo llegando nuevamente a un reposo hasta donde rondará el 8c. Yo llegaba cardíaco, me costaba recuperarme y bajar pulsaciones para afrontar los últimos metros, donde tienes un bloque muy difícil y técnico.
Xavi: Podría decir que lo más difícil es llegar relativamente fresco para realizar el bloque final, que rondará el 7C de búlder. Puede llegar a ser un poco frustrante, ya que escalar cada vez los 35 metros de 8c para llegar al bloque puede resultar un poco pesado, pero al final la vía es tan buena que es imposible aburrirla.
¿Cómo fue el día del encadenamiento?
Xavi: Sabía que la vía estaba cerca, así que decidí descansar tres días seguidos para intentar hacerla. Fue un horror estar tres días pensando en ella descansando y más cuando sabes que la puedes hacer. Llegué al sector un poco nervioso, la verdad, cosa poco habitual en mí. Cuando la vi no pude esperar más y le di un pegue para calentar y, cuando me di cuenta, estaba chapando la reunión. Fue brutal, como un sueño hecho realidad.
Pau: Hacía calor y no esperaba hacerla tan rápido, sabía que podía y que estaba cerca, pero estaba saliendo de una gastroenteritis que la semana anterior me había dejado bastante débil. Ese día subí sin presión, me acompañaba mi chica, quien siempre me motiva mucho y me hace vibrar en positivo. Escalé más rápido de lo normal hasta la secuencia final, donde llevaba días cayendo; estaba obsesionado con ese paso, ¡incluso lo reproduje en el rocódromo! Ese día no pensé mucho, tomé aire e hice los movimientos hasta la cadena y… ¡zas! ¿Eso es subirse por un 9a? Ni me lo creía… brutal sensación.
¿Qué representa para vosotros haber subido al 9a?
Xavi: Como un sueño hecho realidad, nunca en mi vida me hubiera imaginado llegar a hacer alguna vía así. Ha sido como el final de un camino de muchos años hasta llegar aquí. Aunque no hay que olvidar que al final es solo una vía más, lo más importante es disfrutar del camino y de todo lo que la escalada te aporta dejando un poco de lado los números y las dificultades. Siempre lo he dicho: cuando disfrutas haciendo lo que más te gusta los resultados vienen solos, y esto ha sido lo que ha pasado. Sin duda este año hemos hecho un grupo increíble de amigos con los que disfrutamos de la escalada día a día y sin ellos seguro que nada de esto hubiera sido posible.
Pau: Para mí es un plus más en mis marcas personales y me ilusiona para probar otras vías difíciles. En la escala francesa que nosotros usamos la cifra mágica es el nueve pero si se lo cuentas a un americano tal vez te dirá que es 5.15a, que es más difícil todavía… Es inevitable pensar en los números, pero hay que intentar no obsesionarse demasiado. Sigo siendo el mismo escalador que intenta volver a casa feliz de haber estado colgado por una pared, de tener los brazos cansados y las manos sin piel haya o no apuntado algo en la libreta.
Hace unos días hablábamos con Neus Colom y ahora vosotros… ¿cuál es el potencial de la escalada mallorquina?
Pau: ¡Menuda máquina está hecha Neus, aquí en Mallorca es una referencia! Mallorca tiene muchísima roca con un predominio de los desplomes de caliza con bolas, chorreras y estructuras separadas de la pared, hay paredes impresionantes. La problemática reside en que hay mucha propiedad privada y nos encontramos con casos donde puedes escalar incluso en alguno pagando entrada pero existen otros sitios donde la propiedad no quiere escaladores. Además el plan de regulación prohíbe la escalada en muchos sitios de la Sierra donde en realidad escalamos igual, todo el mundo lo sabe. No hay mucha iniciativa des del govern balear para fomentar esta actividad aquí en la isla y más bien ponen palos en las ruedas. Deseo que el gran número de personas que se están sumando a escalar cada año y a practicar esta actividad hagan que esto cambie. Creo que hay que fomentar otros turismos aquí en Mallorca como el del deporte, esta isla tiene un potencial muy grande para escalada, ciclismo, deportes náuticos y esto ayuda a desestacionalizar la oferta turística.
Xavi: Neus es una máquina y siempre es un placer compartir días de escalada con ella, ha hecho historia en Mallorca y seguro que le queda muchísimo que demostrar. Tal y como comenta Pau, esta es la realidad, nos encontramos con muchos problemas para escalar en muchos sectores, ¡en algunos hasta pagamos para ir! Quitando esto, Mallorca es un paraíso para la escalada, con tranquilidad, variedad de sectores y clima perfecto… ¿qué más se puede pedir?
¿Cuáles son los próximos objetivos?
Xavi: Seguir disfrutando de la escalada y los amigos como hasta ahora. Salir un poco de la zona de confort y tratar de explorar nuevas paredes por la isla, tenemos algunas ideas en mente, ¡a ver que sale! Seguir viajando, conocer lugares nuevos y me gustaría mucho cerrar un proyecto pendiente por la zona de Lleida que sin duda también me hace mucha ilusión.
Pau: Yo tengo ganas de abrir alguna vía de largos des de abajo. Hace tiempo que con Xavi tenemos una pared en la mente donde puede salir algo realmente bonito y difícil aquí en la isla.
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