La escalada deportiva de alto nivel en España, a nivel histórico, tiene tres nombres imprescindibles (Ramon Julián, Dani Andrada y Patxi Usobiaga), que son una referencia para todos y los únicos que acumulan 20 vías o más encadenadas en el noveno grado. Patxi fue el quinto escalador español en hacer 9a, con la primera ascensión de Il domani de Baltzola en 2003. Y fue el tercero en subirse al 9a+, cuando en 2006 resolvió La Rambla de Siurana.
Además, entre sus grandes logros en roca figura el primer 8c+ a vista del mundo, Bizi euskaraz en Etxauri, en 2007. Tuvieron que pasar cuatro años hasta que otro escalador lo emulara, ni más ni menos que Adam Ondra y también en Etxauri con Kidetasunaren balio erantsia. El destino quiso que el checo llegara a ser el más destacado de los pupilos de Patxi Usobiaga en su cada vez más importante faceta como entrenador.
Más allá de los titulares la carrera roquera del escalador eibarrés, vale la pena fijarse en algunos detalles que también son interesantes: como que media docena de sus 20 novenos corresponden a primeras ascensiones. O que, además del 8c+ a vista, su libreta incluye un 8c/+ a vista como Home sweet home en Pierrot Beach (2008) y cinco 8c’s a vista (entre 2005 y 2010).
Patxi Usobiaga desarrolló esa facilidad por la escalada a vista en su otra gran faceta como escalador de competición. Centrado en el circuito internacional, fue capaz de ganar todos los títulos, basando su éxito en una gran regularidad. Fue campeón de la Copa del Mundo en 2006 y 2007, años en los que se subió seis y cinco veces al podio respectivamente. Fue campeón de los World Games (una especie de Juegos Olímpicos para deportes no olímpicos) en 2005. En 2008 venció el Campeonato de Europa y en 2009 logró el Campeonato del Mundo, después de haber sido subcampeón las tres ediciones anteriores (2003, 2005 y 2007). También cosechó buenos resultados en competiciones nacionales, aunque no siempre participó en ellas si ello podía afectar su preparación para las internacionales. Se adjudicó los Campeonatos de España de 2004, 2005 y 2009, así como la Copa de España de 2005.
Probablemente, su carrera competitiva hubiera sido más larga de no haber mediado un accidente de tráfico en 2010 que derivó en unas engorrosas dolencias cervicales que no le permitieron rendir al máximo a partir de ese momento. Decidió tomarse un paréntesis de la escalada, y en el último par de años ya ha demostrado sobradamente que ha vuelto por sus fueros: en 2014 hizo su primer noveno con Celedon 9a en Ilarduia; a finales del año pasado repitió con Seta total 9a en Cuenca; y ahora, más fanático que nunca, ha logrado superarlo con la primera ascensión del 9a/+ de Patxitxulo en Oliana.
«Esta vez he tomado la estrategia de no centrarme en una vía, sino probar cinco a la vez»
¿Qué sensación tuviste al encadenar la vía? ¿Cómo fue el día del encadene?
Esa sensación de flow, concentración, ausente en solo un fin, escalar… Es decir, el estado mental perfecto, que se dice como perfect mindstate.
¿Por qué elegiste esa vía? ¿Qué te atrajo de ella?
Es una vía conexión que apareció en el proceso de estar trabajando las vías que hay en el mismo sector: Papichulo, Pachamama, Joe mama y Power inverter. Tengo muchos problemas con la piel y era una manera de escalar a tope y no frustrarme en intentos a los objetivos que realmente son los principales.
¿Cómo ha sido el proceso y la progresión? ¿Cuánto tiempo y pegues te ha llevado?
Llevo escalando en Oliana desde diciembre (parando para trabajar, entrenar con clientes, y dar workshops en varios sitios), y desde entonces voy probando todas las vías que he mencionado. Esta vez, he tomado una nueva estrategia, en vez de centrarme en una, voy probando todas a la vez… a ver si me lleva a buen puerto.
«Verme encadenando algo más duro de 9a es muy importante»
Llevabas bastante tiempo sin encadenar esta dificultad. ¿Es especial para ti?
A principios de diciembre, conseguí encadenar Seta total, un 9a en Cuenca. Sin embargo, el verme encadenando algo más duro que 9a, en este caso 9a/+, o tener cerca vías como Papichulo 9a+ o Joe mama 9a+ ya es algo muy importante.
¿En algún momento pensaste que no volverías a este nivel?
La verdad es que llegué a pensar que estas dificultades ya se habían terminado para mi… pero parece que no ha sido así; se me han metido entre ceja y ceja, y lo daré todo para encadenarlas.
Físicamente, tuviste una lesión y te recuperaste… ¿ha habido también una recuperación mental?
Aún sigo con las secuelas, el estrés, el trabajo, el entrenamiento… Sin un buen control y tratamiento, no podría seguir dándolo todo, y mucha culpa de esto la tienen mis fieles fisioterapeutas con los que trabajo, Andoni Ormazabal (EKIN Fisioterapia Zentrua), Oier Oregui (Gogortuz) y Pablo Scorza.
«El aporte de energía de la motivación de los escaladores que entreno me ayuda día a día»
¿Te ha ayudado tu faceta como entrenador a recuperar el nivel?
Bueno, quizás no el ser entrenador de nadie, sino el acercarme tanto a la motivación que todos los escaladores que entreno me transmiten. Todos ellos son increíblemente motivados, desde el que escala 6a hasta el que escala 9b+. Ese aporte de energía me ayuda día a día.
¿Cuánto tiempo dedicas a la escalada actualmente?
Todo lo que mi trabajo con PUC Series me deja.
Te has afincado en Cataluña, ¿cómo ha afectado eso a tu actividad como entrenador y escalador?
Vivo en Ponts, en el centro de toda la roca del mundo… Esto me ayuda a poder escalar todo lo que quiero, y centrarme aún mas en evolucionar el PUCtraining en el laboratorio que he montado en el garaje de casa.
Y ahora, ¿cuáles son tus objetivos como escalador? ¿Te gustaría llegar al 9b?
Claro que me gustaría, pero aun está lejos, pero puede ser que todo llegue… aunque ahora no es una prioridad.