¿Quién es Alex Huber? Evidentemente sé la respuesta, aunque mucho haempeorado mi concepción sobre su persona después de haber leído su cartasobre el 9b+ de Bernabé. La pregunta es: ¿quién es él para cuestionar nadani a nadie? ¿acaso un «todopoderoso»? ¿iré, entonces, al infiernopor escribir esto? Cierto es que ese grado parece de otra esfera, pero a mitambién me sonaba hace años a otro mundo el 8a, hasta que hice el primero.
La deportiva efectivamente evoluciona; hace tiempo Alex fue uno de lospioneros en los altos grados realizando 8c, 8c+ y 9a. Hoy somos muchos los quehemos llegado a esos grados y otro los que abren nuevos horizontes. Parece comosi, en contra de lo que decía en la carta, realmente le afectara eso de que le»den collejas» a nivel internacional otros escaladores, ¿o acaso esafán de protagonismo? De otro modo no puedo explicarme el porqué de su carta.

A mi no me gusta ser abogado de pleitos pobres, pero me fastidia que alguien,cuestionando a escaladores como Bernabé o Fred Rouhling, quiera llevar algo tanbonito como la escalada, a un panorama lleno de jueces, vídeos, y demásparafernalia, más característica del fútbol que de algo que es más que undeporte. Y resulta que, señorito Huber, aquí sobran las demostraciones (aligual que sobran los engaños),
los «créditos», las comparaciones y las estadísticas, y si ustednecesita de esto, cámbiese de deporte.
En cuanto a las estadísticas citadas, no valen. Conozco casos de gente queha estado años probando un 8c concreto, lo han hecho y a vista no han pasadodel 7c+. ¿Significa esto que no hayan encadenado el 8c? ¿No es válida laascensión de esta manera?
Creo que el señor Huber debe analizar lo que escribe, no dejar tan suelta lamano, y antes de arremeter de forma tan arrogante contra nadie, contar hasta unmillón. Y es que razón tenía UrosPerko al abrir un 8c de Eslovenia que Huber y yo conocemos, Talkis Cheap (Hablar es fácil). Y que lástima que personajes como él, alque podíamos admirar, nos desilusionen de esta manera. ¡Encadena la vía y luegome lo cuente!
Pablo Barbero